Andamos do Suerte! Primera Carrillo: i un Gabernadaraza! V Ahora nos Sotamos la lotería ton: Mi buen amigo Sr. Jesús Tapia Avilés, Director de TIEMPO Baja California y Sonora, me ha pedido, un comentarlo político, del momento que vivimos los sonorenses, al perfilarse la lucha democrática para la renovación de los poderes locales —Gobernador y Municipios— y de los representantes populares ante la Federación. Después de leer, con toda'atención, el bien presentado documental, del 23 de diciembre de 1978, en el diado semanario político, sobre la recia personalidad del Sr. Gobernador Carrillo, bien poco queda en el tintero para escribir, tocante a la relevante. honesta, fecunda e Institucional actuación del Sr. LI-t - ÍV 9 Ing. Francisco Q. Salazar. condado - Alejandro Carrilk Marcor, de quien con toda pro piedad y sin el menor asomo de baja lisonja o de interesada finalidad, podríamos aplicarle, un viejo apotegma que ai dice: “Los Gobiernos son como los peces, pues comienzan a descomponerse por la cabeza y la plateada cabeza del Mandatario sonorense nunca se ha descompuesto’*. No resisto la tentación, por lo verídica, de reproducir su cati-linaria alucución en el recinto parlamentario, el primero de septiembre de 1941, hace un tercio de siglo, porque sus .conceptos, son de plena actualidad ahora: “Enriquecerse a la sombra del ideal revolucionarlo es traicionarlo. Hay en L el pueblo hambre y sed de sin- ceridad y de limpieza d e aquellqs que hablan en nombre de la Revolución (para que no se aplique la cáustica frase a los políticos corruptos, —enriquecidos con los dineros del pueblo—, al compararlos con una piara de cerdos al rededor de un balde de bazofia. Los que nacieron para comerciantes, que escojan el camino del mercado público, que sean sinceros y dediquen su esfuerzo a los azares de la Banca, de la Industria y del Comercio; pero que no prostituyan, que no denigren el calificativo de Revolucionarlos. Quien labra fortuna, diciendo servir a su pueblo pobre, como el nuestro, no merece llamarse Revolucionarlo. Es necesario aplicar el cauterio a estas llagas sociales. Confesarlas, es ya iniciar su extirpación**. Esta clarinada, desafortunadamente cobran mayor importancia hoy, porque los famosos cañonazos de ....... 8 50.000 a los Generales, Irresistibles entonces, que aludía el Sr. Gral. Alvaro Obregon, sumara voluntades para con de millonadas entre los civiles. Inició su administración el Sr. Licenciado Carrillo, en una época do caos político (por causas externas y por presiones internas) económico y de pasiones y a decir verdad, su nominación como Gobernador de Sonora, no fue vista con unánime simpatía, porque se trataba de un sonorense de “allá", como si fuera un estigma para un sonorense, el abrirse paso y triunfar en esa temblorosa y polvoreanta gran ciudad de México. Han transcurrido ya los últimos cuatro años de período de gobierno 1978-1979; para aquilatar en todo su valimiento, su labor intensa, tesonera, institucional de convencimiento por medio del diálogo y de saneamiento material y moral de-la administración local. Deja pira el severo juicio de la Historia de Sonora, una página brillante el ilustre Mandatario. Ha gobernado con la ley en la mano, dispuesto siempre en co