244 LA voz . del Angel de PiosX y lo cierto es -que; ni en ese lugar que cita el cuaderno ni en todo el libro de Tobías se eticuentran tales palabras ni semejantes á ellas ó equivalentes, y que tampoco se halla en todo el libro espresion alguna que suene encantamientos ó cosa que se les parezca. ' ' '-J í ??; 11.—Dios sabe en qué estado se hallaria el juicio del autor del cuaderno cuando escribió lo siguiente: Luego cóncljíiremos detestándolos (al libro de Tobías y demas que el autor condena) como una semilla mala que infecta & nuestros pequeñuelos que no tienen suficiente lugar para ecsaminar los libros y discernir el fundamento sálido de las cosas de fS, cuyo propósito sincero me anima á fatiga tan austera en bien de mis semejantes y en obsequio de la Humanidad. No es necesaria fatiga alguna, sino poco amor á la verdad, para levantar testimonios y citar ¿palabras que no están escritas. - > /i'qL- -\¡ 12— Gomo elmayorimpcdimento que hay para no entender las cosas es no creerlas, no será estraño que estando él autor del cuaderno prevenido contra éste libro santo, atribuyese á cuentos ó á encantamientos mágicos dos sucesos maravillosos que en él se refieren, sin embargo deque otros sucesos semejantes se lean en otros libros que el autor y todos los protestantes reconocen como canónicos. 13. —El primero de estos sucesos es relativo al joven Tobías, libertado de la potestad del demomoyy el otro á lacuracion deTo-bias el anciano,- ciego cuatro años: había. Con respecto al primer suceso, debe decirse que aunque ninguná conecsion natural haya entre el humo del hígado .y corazón de Un pez, y la fuga del demonio, es indudable que la fé, la docilidad y la obediencia, son cuali- ' dades con las que el que las tenga se prepara y dispone para ser libertado de él, y estas cualidades fueron las que dispusieron al joven Tobías para que se obrase en él el prodigio de no ser sofocado por el demonio, como lo habían sido los siete maridos que antes había tenido Sara su muger en la primera noche de sus bodas. Acordándose Tobías, se dice en el cap. 8, v. 2, de las palabras del Angel, sacó de su fardel un pedazo de hígado y lo puso sobre carbones encendidos. Entonces el ángel Rafael asió al demonio y lo ató en.'el desierto fiel Egipto superior. Por aquí se ve que por haber cumplido Tobías con las palabras y consejo del Angel, dió motivo á este para que. obrase sobre el demonio. 14. —. Ni solamente este pasage se halla, en la Escritura en el que á consecuencia de señales esternas se sigan efectos inconecsos con ellas; ¿qué union natural habia entre Ips siete baños que Naaman