LA PENUMBRA. los que apiadan en su lado; su destino la mano ■ que corta; su goce el mirar la pinta, su infortu- [ nio, la contraria en puerta. y a por ¡as calles completameme abstraído; nada ve. nada repara, nada le detiene; pero si ¡ decís por lo bajo co/drajudia, ya veras como vuel- .; ve la cabeza, y acaso exclama: ‘lio; fue bizcarrou- ’ >u muerte es el último allmr do su vida, y el ¡ diablo, que es el banquero, le encierra el alma = ú la vuelta. í No le creáis seguro en su tumba, porque es * * * * * * * * * * * 1 * * * * *; capaz de levantarse a sí mismo en tal de levantar un muerto. Suena en la eterna partida Que de este mundo hace el alma. Horacio con propia mano Hace mi quinta y primera En un huortillo cercano, Donde el peral y el manzano Engalanan la pradera. Mi todo, (pie tengo puesto Frente ú. la crónica andante ■% Para hacerle el presupuesto. También se encuentra dispuesto A hacérselo á tu semblante!.... Num. 4. A MI PREDILECTA Y ADORADA HIJA En el feliz aniversario áo su cumple años. — -..------------— “Hoy hace años que tu padre. Tierno sonriendo dijo A tu conmovida madre: ¡Ya Dios nuestro amor bendijo!” J. Valle. Si yo no hallo la calma. Y aunque tu dicha y tu ventura anhelo, Ya vez lo que padezco en este suelo, Donde está triste y angustiada mi alma. Y'o quisiera, hija mia, Un porvenir formarte venturoso, Consagrarte mi vida, mi reposo Para verte feliz en algún día. Yr cuando llegue la hora, El postrer momento dé mi existencia, Quisiera, sí, tranquila la conciencia, Mirar á mi hija que á sir padre llora. Mas recibe entre tanto De tu cjimple anos eti el grato día, * El beso que tu padre te daría. La bendición del (pie te adora tanto..., Saltillo, Mayo 28 do 1879. M. Perales. Num. 3. Fue mi primera y segunda El (pie mi todo invenid; Y porque mas te confunda, Tu cuarta y quinta sirvió A su producción fecunda! El