32 El Mensajero Juvenil SOUTOS Pobrecitos huerfanitos Que la guerra sin piedad, Muy solitos Va dejando en este mundo Sin sus padres ni heredad. Cierto día displicente Que papá salió a pelear, Largamente Los besó con entusiasmo Que jamás volvió a besar. Muchas veces tristecitos Se disponen a llorar. ¡Pobrecitos, Que se acuerdan de sus padre. Y se acuerdan del hogar! Ateridos languidecen Como faltos de calor. Es que crecen Arrancados de sus padres Y del fuego de su amor. Muchos de ellos muy flaquitos, Ya sin fuerzas para hablar, Silencitos Se han dormido para siempre, Sin volver a despertar. A. VELEZ. El Paso, Tex., mayo de 1918. ------o------ AMOR DIVINO Es tu amor para el alma que te adora Como son a las plantas, ¡oh Dios mío! La luz solar, la brisa y el rocío, Que tienen influencia bienefchora. Tu amor alumbra como luz de aurora, Refrigera cual lluvia en el Estío, E infunde al alma saludable brío Para luchar con la maldad traidora. Mas es bien pobre condición la nuestra Si la eficacia de tu amor olvida, Cuando tanta bondad en él se muestra. Si tu amor nos alzó de la caída Y nos conduce asidos de tu diestra, ¿Qué no hará por el alma redimida? C. Araujo.