Lz\ VIOLETA. inclinarse, porque las ramas de un ár bol que estaba á su paso caían hasta cerc.a del suelo, hirió su vista un objeto que brillaba, se inclinó para co-jerle creyendo sería alguna moneda de oro y al ver que era un ■ relicario ya le iba á tira¡ ; pero se le ocurrió ver lo que contenia;y se lo guardó en el bolsillo. (Continuara.) A LA LUNA. Ayer, Luna, que brillabas I ras misterioso celage, Vistes flotar el ropaje De mi primera i usion. Me viste cortar mil flores Con la inocencia del niño, Y sonreír del cariño Con la pnmuia impresión. 1 loy ¡cuán distinta mi suerte! Solo me miras de hinojos, Solo miras en mis ojos Las lágrimas del pesar. Apaga ya de tu frente Esa luz que me importuna Porque sus recuerdos, Luna, Macen á mi alma llorar. Mana^Ana^Gonsalea y Lejarza. Monterrey,9Abril de 187.4. Catiag de Mexico. XCVI1I. Saludo a la Prensa y a los Lectores.— Asuntos Europeos—La Situación en America. — Por los Estados.— Vida de la Me tro poli.—Recomendación. Enero 16. Srita. Directora:—Doy comienzo, de nuevo á mis habituales tareas, des pues de haber regresado de mi expedición á las costas del Golfo. . Deseo á Ud. y á sus estimables lectores un feliz año, y me recomiendo una vez mas á su benevolencia. En nada se alterará la marcha que durante los dos últimos años han seguido estas correspondencias. Escritas solo para compensar de algún modo los importantes servicios que debo á la prensa; sin liga alguna con personajes ó partidos políticos, no pretendiendo siquiera propagar de terminada idea ni defendiendo ningún principio, y libre aun de lasVpre-ocupaciones de escuela y de secta, estoy en envidiables condiciones de imparcialidad para escribir. Culpa será, pues, de mi torpeza, si no logro dar á estas cartas el interés y la ame nidad que me propongo, al hacer la revista de los acontecimientos mas notables, que pertenezcan al dominio de la crónica. En nada mejora la difícil situación europea. La Triple Alianza, debilitando más y más á Italia no abando na su actitud guerrera, y solo la alian za franco-rusa, que parece evidente, ha podido contenerla. España está para terminar felizmente sus dificultades en Marruecos, y continúa la absorción europea en Africa, continente que, á i-retesto de civilización, está siendo conquistado como en los tiempos más bárbaros. A parte de las difíciles condiciones del proletariado europeo causadas, en rigor, por los altos presupues tos de guerra de aquellas naciones, el anarquismo amenaza devorarlas, ó cuando menos causar sangrientas catástrofes, que cada dia son mas fre cuentes. Y á este respecto es digno de notarse que aun la protestante Alemania busca el remedio en el principio religioso. En América lo más notable es la guerra del Brasil que envuelve con todos sus horrores á aquel rico país,