8 / del 13 al 19 de febrero de 1998 FORO Rogelio Lavenant Sifuentes ¡Negligencia de Hugo y Osuna! TIJUANA, B.C..-(FORO).-/\ mediados de Octubre de 1997, el alcalde de Tijuana José Guadalupe Osuna Millán comentó: “...Tenemos una infraestructura para soportar la mayor cantidad (de agua) que ha llovido en 50 años, que es de 30 pulgadas, pero... ¡30 pulgadas en un solo día no hay ciudad que la aguante!..." Se mostraba satisfecho el jefe de la comuna durante el recorrido que hacía acompañado de una nutrida comitiva integrada por funcionarios de los tres niveles y periodistas, para confirmar que “estamos preparados para recibir las lluvias de “El Niño", cuando llegue..." Pero las torrenciales lluvias llegaron y dejaron 2 pulgadas de precipitación, en pocas horas de la madrugada del domingo 8 de febrero en curso, echaron por tierra lodos los esfuerzos y altos costos en la planificación y preparación del Programa de Emergencia ante la amenaza de “El Niño", incluyendo el equipamiento del Centro de Operaciones de la Dirección de Protección Civil en el segundo piso de Palacio Municipal, la habilitación de albergues y la instalación del Consejo Municipal de Protección Civil. No solamente fueron insuficientes las acciones llevadas a cabo para prevenir y mucho menos evitar (tomando como ejemplo lo ocurrido con las lluvias de marzo de 1993), el trágico saldo dejado por las torrenciales lluvias (de un solo día) que pusieron en evidencia la negligencia oficial en materia de control de nuevos fraccionamientos, cuyos desarrolladores son señalados como responsables de las grandes cantidades de lodo que arrastraron las precipitaciones pluviales y azolvaron arroyos y canales del drenaje. Ciertamente a la gente se le estuvo advirtiendo que desalojaran las zonas consideradas de “alto riesgo" y que no fueran a intentar cruzar los cauces de los arroyos cuando fueran a su máxima capacidad, porque corrían el peligro de ser arrastrados por la corriente, como ocurrió en muchos de los casos. Pero no debe pasarse por alto que los tanques desarenadores, tanto en los cañones Johnsilo y Johnson, como México Lindo, Aguaje de la Tuna y de la colonia Gabilondo, quedaron azolvados en un 80 y hasta 90 por ciento con el lodo, debido a la tierra suelta en cortes de conos El saldo trágico de “El Niño” en Tijuana y Rosarito, fue por... donde fraccionadores fueron autorizados a desarrollar, sin control de Planeación Urbana Municipal. En el caso de Playas de Rosarito también quedó en evidencia la negligencia de las autoridades encabezadas por el presidente del Concejo Municipal, Hugo Torres Chabert, porque su afán de mantener “una eficiente administración" con “superávit presupuestar’, hizo que se desentendiera del reclamo popular para que el sistema de drenaje pluvial fuera mejorado en su trazo y capacidad. Hasta hace poco insistía en que destinaría $5 millones de pesos para obras de rccncarpctado del bulevar Benito Juárez, principal vialidad que cruza de norte a sur la zona turística de la ciudad, misma que quedó cubierta en gran parte con el lodazal arrastrado por las lluvias, principalmente en el arroyo Huahuatay que desemboca frente al centro comercial Quinta Plaza, cuyos locatarios tuvieron que cerrar sus negocios. Tardío fue también el auxilio destinado por Torres Chabert a los residentes de la colonia Constitución, en la márgen poniente de la autopista Tijuana-Ensenada, donde la corriente arrastró a inocentes víctimas y destruyó casas, vehículos y enseres, cuando el sifón que cruza la carretera escénica resultó insuficiente para dar paso a los arrastres pluviales. Así, tanto en Tijuana como en Playas de Rosarito, la negligencia oficial fue factor determinante para el saldo trágico que en daños y vidas humanas dejaron las torrenciales lluvias originadas por “El Niño". AYUDA OFICIAL OFRECE EL PRESIDENTE ZEDILLO Por instrucciones del presidente Ernesto Zedillo, quien ofreció ayuda emergente de $5 millones de pesos para Tijuana y $2 millones de pesos para Playas de Rosarito, estuvieron en la región (el lunes 9 de febrero en curso) tres secretarios de estado y otros funcionarios de primer nivel. La comitiva estuvo encabezada por el general Enrique Cervantes Aguirre, secretario de Defensa Nacional; Carlos Rojas Gutiérrez, secretario de Desarrollo Social y Carlos Ruiz Sacristán, secretario de Comunicaciones y Transportes, además del director general de la Comisión Federal de Electricidad, Rogelio Gasca Neri, y el director general de la Comisión Nacional del Agua, Guillermo Gucnero Villalobos. Acompañados del gobernador Héctor Tcrán, el alcalde de Tijuana José Guadalupe Osuna Millán y el presidente del Concejo Municipal de Playas de Rosarito Hugo Torres Chabert, realizaron un recorrido (por tierra) en las zonas más dañadas de ambos municipios, y sobrevolaron en helicóptero para apreciar mejor la gravedad de los daños arrojados por “El Niño". Constataron que es insuficiente la infraestructura pluvial de Tijuana y Rosarito, principalmente en la primera de las ciudades mencionadas, por el explosivo crecimiento demográfico y el atractivo que tiene para miles de mexicanos procedentes de otros estados de la República Mexicana que vienen ansiosos de mejorar sus condiciones de vida. Visitaron igualmente los pluviales de Camino Verde, en el sureste de Tijuana, construidos después de las lluvias de 1993, mismos que —opinaron los visitantes— funcionaron bien, pero falta por hacer otras obras..." Mientras hacían su recorrido, constataron los trabajos de más de un millar de soldados que colaboraron en la limpieza de casas y calles, así como el cuidado de las pertenencias de los más de medio millardo damnificados enviados a los siete albergues abiertos en diferentes partes de Tijuana. INUNDADOS POR EL LODO. Residentes de la calle Alcmajac, del fraccionamiento Guadalajara (en la delegación municipal La Mesa) frente a la iglesia de Guadalupe, sufrieron severos daños en sus casas y pertenencias, debido a que el lodo arrastrado desde el cañón del fraccionamiento Rodolfo Sánchez Taboada (aguas arriba) “se metió hasta la cocina", destruyendo las alfombras, aparatos domésticos y muebles. Durante más de dos días estuvieron tratando de retirar el lodazal, las llantas y basura, arrastrados por la corriente que atravesó predios desde el bulevar Gustavo Díaz Ordaz, provocando el pánico entre los vecinos que, en las primeras horas de la madrugada del pasado domingo 8 de febrero, vivieron una de las peores pesadillas, al quedar prácticamente aislados c impo sibilitados para pedir y recibir auxilio. EN ROSARITO, POCA AYUDA A DAMNIFICADOS. Entrevistado por periodistas televisivos, Hugo Torres Chabert confesó que muy poco podía hacer para auxiliar a los damnificados. “Lo más que podemos hacer es ayudarles a trasladarse a un lugar seguro". Luego anunció que solicitaría financiamienlo para construir 100 viviendas que estarían a disposición de las familias afectadas por las tormentas recientes. MAQUINARIA DE SAN DIEGO ENVIADA POR SUSAN GOLDING. En un loable acto de solidaridad, la alcaldesa de San Diego, Susan Golding, ordenó el envío de maquinaria pesada y personal de apoyo para limpiar las vialidades más afectadas. El gobierno municipal sandieguino proporcionó 10 retro-excavadoras y 10 camiones de la Street Division, que fueron utilizados en el bulevar Gustavo Díaz Ordaz (entronque con Simón Bolívar) y el cañón México Lindo. QUISO SALVAR SU CAMIONETA Y LO ARRASTRO LA CORRIENTE. Enmedio de la pesadilla que muchos habitantes de Tijuana sufrieron, resaltó la tragedia que envuelve a la familia de Nguyen Vantroi Castro García, quien fue prácticamente “tragado" por la corriente del arroyo en la colonia México Lindo, cuando intentó “mover" su camioneta para que no se la arrastrara el agua. TEMEN MAS LLUVIAS Y DESASTRES EN TUUANA. Este fin de semana están pronosticadas otras tormentas en la región, por lo que la dirección del Sistema Nacional de Protección Civil (con sede en el Distrito Federal), adelantó que, de empeorar los graves efectos del frente frío que se registra en Tijuana, entre 20 mil y 30 mil personas serían desalojadas de las zonas de mayor riesgo. Guillermo Ruiz de Teresa, titular de dicha dependencia, dijo que “...ante una eventual precipitación pluvial, sin duda que miles de familias que viven en las laderas y pasos de arroyo serían desalojadas". XV I J /