EL ECO DE LA LAGUNA. bre como un eco —Imploras como un mendigo de solemnidad; pero has de saber, pobre hombre, que la vida uo da lismosnas. Has de saber que un ser libre no pide nada: se apodera por si mismo de mis dones....Tü no eres más que el esclavo de mi voluntad. Solo es libre aquel que sabe renunciar á todos los deseos para dedicarse enteramente á conseguir el fin elegido. ¿Has comprendido? Márchate. El hombre había comprendido y se tendió, como un perro dócil, á los pies de la Vida para recoger humildemente las migas de su festín. Entonces las miradas de la Vida se dirigieron dulces, hacia aquél que no había hablado aún y cuyas facciones estaban llenas de bondad. —¿Qué pides? ^No pido nada; lo exijo . . . —¿Qué exiges? —¿Dónde está la justicia? Dámela. Más tarde sabré conseguirlo todo. Por el momento sólo quiero justicia. He esperado mucho tiempo con paciencia, con razones, sin el menor descanso. He esperado, pero llegó la hora. ¿Dónde está la justicia? ■ —.Tómala—contestó la Vida, impasible. Máximo Gorki. IDILIO Y DRAMA. En 1875, mi hija me trajo de Venecia dos de aquellas palomas que son como sombras de los esplendorosos días de la antigua ciudad. Nada podia serme tan grato como aquél regalo. ¡Qué recibimiento les hice! Mandé construir un lujoso palomar, gastando en él mil francos. ¡La pareja se amaba tiernamente! Todos los días las acariciaba yo y les besaba las alas. Después de almorzar bajábamos al jardín para hablar con ellas. Pero he aquí que una mañana un criado idiota entró en el palomar para cuidarlas, y al salir, dejó la puerta abierta. El palomo, un antiguo corredor de aventuras, salió fuera, se elevó al cielo y desapareció loco de alegría. Cuando llegué, lo llamé en vano: estaba ya en camino de venecia. Tomé en mis manos la paloma. Después de besarla la arrojé al aire, y ella tornó á apoyarse en mi mano; vuelvo á hacerla volar, indicándole su camino; pero ella se dirige al palomar, creyendo que su compañero volvería luego. El palomo no vuelve. La hembra se queja, no come, y día y noche se agita en el palomar; cada vez se encuentra más triste. La puerta permanece abierta. Al sexto día, apenas entro en el jardín viene la paloma á posarse sobre mis espaldas. Me arrulla al oído breve rato y yo creo entender sus quejas. Se despide de mí. Abre el vuelo y desaparece. ¡Ah! al día siguiente, á la misma hora, vuelve el palomo, extenuado, con las alas lastimadas. No había' querido permanecer en su Vénecia, sin vivir en unión de su com-I pañera. Le acaricio, le hablo, pero no me entiende. Se deja caer en un rincón del palomar creyendo que ella volverá. Le enseño el camino de Italia, pero no tiene fuerzas para volar. Pasa un día, luego otro, y durante ellos el palomo no ha doblado la cabeza un momento. Con el oído presto, atiende á los menores ruidos, creyendo sentir el aletear de su amada esposa que volvía. Al tercer día el palomo muere en mis manos. ¿Y ella? ¡Ella no ha vuelto! Arsknio Houssaye. GENIO INÉDITO. Cruzó por el Areola majestuoso i estremecido de placer dió un gtito aquel titán de pecho de granito! que fué entre genios el primer coloso. Coronó las pirámides ansioso de ver su nombre por la gloria escrito, i levantó su voz al infinito en medio de un ejercito grandioso. I en el orgasmo de un poder impuro venció á los reyes, destrozó naciones, i absorto en los problemas del futuro. Waterloo le ciñó la gran cadena que le ató con estrépito de alciones en la roca inmortal de Santa Elena. Justo Pastor Ríos. (Colombiano) AVISO AL PUBLICO Se necesitan artesanos de zapatería como Pa^a btiei)os precios. % ¡¡Ríos agr ieultores EMILIO PAUL. IMPORTADOR DE FERRETERIA Y MERCERIA. Herramientas para Minas. Maderas y maquinaria de todas clases. TALLERES DE FRAGUA CARPINTERIA E IMPRENTA. FABRICANTE de los Afamados Arados de doble vertedera y de las Cultivadoras Planas. Depósito de Sembradoras para Trigo, (Rigodón, (ÍQaíz p TrijoL / TODO A PRECIOS COMODOS. San Pedro, Coah., MEXICO. r: - ■ 4 - > - - • , y • mu