6 El Mensajero Bautista Una Vida Salvada por un Cordero En la fachada de una Iglesia en Inglaterra se puede ver esculpida la figura de un cordero, y hay una historia verídica que lo explica. Es como sigue: Muchos años ha, cuando aquella iglesia se estaba edificando, un obrero que trabajaba sobre un andamio a gran altura del suelo, se retiró un poco para ver el efecto de su obra; pero fué más allá del borde del andamio y cayó al suelo. Sus compañeros viéndole caer de tanta altura, le dieron por muerto. Sin embargo, con gran sorpresa le vieron levantarse y retirarse al parecer completamente ileso. Uno de sus compañeros fué tras él, y le acompañó a su casa. En el camino le preguntó:—Di, Tomás: ¿qué* fué lo que te salvó la vida? Pues, por supuesto, el cordero. Y era la verdad. Precisamente en el lugar de la desgracia estaban paciendo algunas ovejas con sus corderos. y el hombre había caído encima de un corderito. Murió este al instante, pero la vida del hombre fué rescatada. —¡Tomás!—dijo su amigo—si no hubieras caído encima de ese cordero, ¿qué hubiera sido de tí? —¡Ah!—contestó el hombre,—lo que me ha sucedido hoy me ha abierto los ojos. Veo que no merezco otra cosa que la ira de Dios. —Si así lo reconoces,—agregó su amigo,—ya puedes dar gracias a Dios de que hay otro Cordero. Toda la ira que merecen tus pecados cayó sobre Jesús el Cordero de Dios, cuando El sufrió la muerte en la cruz. El murió para que t vivieses. Se esculpió en la piedra un cordero como recuerdo del suceso, y por muchos años después, siempre que aquel hombre veía ese cordero, le recordaba el día en que se salvó de dos muertes; en que se le hiYo ver por la misericordia de Dios, que la manera en que había sido salvado de aquella desgracia fué un cuadro de la única manera en que podía ser* salvado de la muerte eterna. Desde aquel día confiaba en Cristo, el verdadero Cordero de Dios, como su salvador y podía decir: “El me amó y se dió a sí mismo por mf. (Cálalas 2:20.) Sensible Defunción Nos escribe el hermano Mateo Carceller, pastor en los Angeles, Cal. la siguiente noticia, la cual transcribimos con tristeza, para que nuestros lectores se enteren de ella también; “No sé si habrá visto Ud., en estos días en la prensa, el funeral de nuestro querido hermano, Rev. L. E. Troyer; si así no fuese, con grande pesar en mi alma le notifico que el aludido hermano, el viernes día 28 de Septiembre ppdo., dejó este mundo y se fué al cielo, a la mansión de los justos, para estar con su Salvador. El lunes día lo. de Octubre a las 2 p.m. tuvo lugar el funeral en la primera Iglesia Mexicana de Los Angeles, cuyo servicio estuvo sumamente concurrido. Después fué enterrado en el Cementerio Hollywood”. El hermano Troyer era misionero en la Isla de Puerto Rico por algún tiempo y después pasó a trabajar por algunos años en Puebla, México. Tuvo que marcharse de allí por cuestión de su salud, y ha trabajado con mucho entusiasmo desde ese tiempo en la obra en el Sur de California. Esperamos tener algunos datos más detallados para el próximo número de nuestro periódico. Por esta vez mandamos a la afligida familia nuestro pésame, rogando a la vez al Dios misericordioso que la bendiga, y proteja, en estás horas de aflicción.