LA VIOLETA. 276 Y somos átomos, dicen. Partes del Ser de los seies: (Hay diversos pareceres Que hacen de esto una cuestión) ¿ Luego entonces (esto es claro) La divina Pravidencia Padece en humana esencia? Oh misterio! Oh confusion!!! Un ser más en el mundo Lo que la hoji en la planta, Una voz que se levanta. Del concierto universal, Es un ay! que entre suspiros Lanza el orbe congojoso Ay que aspira misterioso, Entre el patio sepulcral! ¿Y el vivir? Mezcla confusa De placeres y tormentos, De risas y de lamentos, De mentira y de verdad; Es un piélago insondable De desdichas y de bienes, bn donde habita en rehenes Dispersa la humanidad. Es para unos la vida Campo risueño de amores, Con balsámicas flores Les embriagan con su olor. Para otros ¡a) ! un descierto Sembrado solo de abrojos, Donde no alcanzan los ojos, Oasis consolador. /Y esto es vivir/ Se debe Reir pero entre cadenas Silencio! que si de penas, También se llora de amor.... ¡Oh, y es dulce el sufrimiento, Y es delicioso el quebranto, Cuando se riega con llanto, Sí, con llanto arrobado»! También la tórtola gime, También la fuente murmura; Mas también la noche oscura Brinda encanto sin igual.. ¿Porque, pues, hacer del mundo Una mansion de dolores, Cuando risurfl is colores Nos la tifie divinal/ ¿Porque fingirnos llorando Siempre en áridos desiertos/ ¿Porque ese sofi r despiertos form en tosa vaguedad/ ¿No hay para llorar pesares Noches de Luna propicias/ ¿No hay para apurar delicias Recóndita soledad/ No tienen la noche dia, El verano primavera/ No torna á 11 pradera En tenue lluvia el vapor? Yo contemplo el universo Todo en mís’ica arm mía.,,.. ¡Alza, elévate, alma mía. Rinde culto á tu Criador! Miro tímida paloma Al lado de sierpe aleve Y copos blancos de nieve Sobre el ciáter de un volcán. Sordo ruge el ronco trueno Que en los aires se dilata, Y en hilos mil se desata, Que fecundar campos van. Vanas las nubes ostentan En el iris los colores: Si hay pólipos en las flores Hay rica esencia también. ¿Porqué querer que las rosas No estén cercadas de espinas/ Mas galanas, más divinas Entre otras flores -e ven. í?ue me importa que entre el cieno Torpes reptiles discurran. Si bland:.mente su. unan Nítidas aguas sobre él/ Qué mucho tiene que el viento Tronche las flores nacientes, Si brotan otras simientes Que él va regando á tropel/