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DIRECTORIO
DIARIO POPULAR DE LA TARDE
Epoca II
Santiago R. Troncoso, Director
El Paludismo

Año V.
EL UNICO DIARIO EDITADO EN C. JUAREZ SIN TEMORES NI PREJUICIOS PARA NADIE Oficinas: Calle 16 de Sepbre. 309
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Sección de Propaganda y Echi eación Higiénicas del Departa- tos que trasmiten ed paludismo, . d^jhuyen de la luz del sol; durante el día se ocultan en los matorrales y en los rincones obscuros de las habitaciones; se paran prefe rentemente sobre las superficies' de color obscuro. Cuando sobre-*men de este temible mal. viene la. noche, las hembras co- El segundo enemigo es nuestra mienzan a volar y son sobre to incuria. do atraídas por la luz artificial ; penetran en las casas y pican en camizadamíente. ; ’
Lo® machos no sirven más que para la fecunldación y no pican, mueren después de fecundar a la hembra. Las hembras tienen una
Los anofeles, «s jdíecir, los insee
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sobre todo cuando se es forastero. Pero aún en los casos hay que combatir con energía.
MANERA DE COMBATIR EL PALUDISMO
El primer ¡enemigo es el mosquito: es el que inocula el ger
¡mentó de Salubrídad Pública México, D. F.
í La palabra Paludismo es la presión consagrada por el uso ra designar ima enfermedad múltiples manifestaciones, debida a la presencia íde un parásito pecial, el Hematozoario die Laveran, en la sangre del hombre.
Para los antiguos el término paludismo significaba un envene namiento de] organismo causado por los miasmas que; se despren dían de los pantanos (palud, en latín, significa pantano; -de ahí el nombre de paludismo), y como en existencia más larga: mueren ge!nac°s y mucll0s atr0® recipientes Italia se admitía que jos miasmas neralmente después de poner sus’que amorosamente abandonamos ' -	i para cuna de los mosquitos. En el
l *	: ' ^^'wjagua como ya se- dijo, las hem-'
i En invierno aquellas que han bras ponen sus huevos; allí se de-
ex
pa de
Nuestra incuria -cría y protege a los mosquitos, cuando nuestro deber y nuestro interés debería obligarnos, por lo contrario a des truírlos. En nuestras propias casas tenemos charcos, depósitos de agua para beber, lavajderos, ti ¡nacos y muchos otros recipientes ■que amorosamente abandonamos ■ i para cuna dé los mosquitos. En el
desprendidos de los pantanos, en huevos.
venenaban la atmósfera y la ha
rían peligrosa, se tomó la costum ' . _ _	3
bre, para recordar este hecho de1 Sldo fecundadas se riefugian en sarroilan las larvas, los sustituir ia palabra malaria quejlas cuevas’ en las caballerizas, en pos” y de aMí salen, ya (iiiiere decir "aine viciado” (c]c 110s agujeros dé los arbolc-s donde con su trompa terrible y mala, mal, y aria,) por la de pa
[ludismo; este término es también ompleajdo con mucha frecuencia. Además, como el síntoma más notable y más frecuente de esta en fermedad eis la fiebre o cal en tu ra, y como ésta sobreviene de or dinario en forma intermitente, se
; gusara pos” y de aMí salen, ya con alas, con su trompa terrible y -su lance permanecen aletargajdias. Sopor- ta. envenenada para torturar pri-tan entoneléis una baja de tempe mero y matar después. Matémos-iatura considerable. En la prima antes! Cómo? Es muy senci, era despiertan de su letargo y p0: protegiendo el agua de bebí. a an a poner inmediatamente los con mallas de alambre; crian huex os.	| j0 pececillos en los estanques,
Estos son depositados en la su devoran las larvas; terraple plerfíieie de las aguas estancadas h'ándo los charcos hasta acabar! i	i,	__.• # -t_i	•	____’
। han empleado también los térmii o muy poco agitadas, de prefe- con eHbs o póniéndoles encima pe^ nos fiebre palúdica, fiebre ínter reascia en las aguas puras que con tróleo crudo. Basta con muy poco^ mitente, para designarla. Por úl tienen plantas acuáticas y bastan Petróleo para que las larvas n0|
puedan respirar y mueran por as fixia.	1
।	-o--------1 La maleza, las yerbas, sobre to’
intenso f que tengan que respirar en el ai (1O qUe cuecen en la orilla de
timo, como la calentura va ordi te lejos (d!e las habitaciones. De es nariamentfe precedida de escalo tos huevos salen larvas o "gusa-i fríeB, y éstos, en el paludLsmo, re'rapos” que viven en el agua aun| visten un carácter tan :
que sacuden el cuerpo y hacen're para vivir. Deben por lo mis
íwy|	fa	X7	fe /X1 tX IH	■ ^^^biñeteap los d'entes, el termi mo venir a respirar en la super
Mill	UI IdWd	Jr	Vid	1 <*XO	J no de fríos ha sido también emríicie del agua. Al cabo de quin
pleaido.
El paludismo es producido por la picadura tie un mosquito muy parecido a} zancudo, que se cono ce científicaimente con leí nombre de anofeles, y que es el que inocu la el parásito, es decir, el hema tozoario;
En su estado adulto estos mos quitos viven -de preferencia en Edificio Sauer 1 los lugares bajos y abrigados, los eaaaaeaeeeHgaHeeegegg valles húmedos y profundos idion-। de la vegetación eis abundante; cación puede recogerse en la ca ise alejan de los lugares altos : en lie Mejía 608, interior, residen ]a;s ciudades los barrio.s- más al cia del propietario del perdido tos son los menos atacados por el pasaporte, o en las oficinas de EL paludismo: en una casa, de varios DIA, frente a ]a Plaza.	pisos, los más altos son los me-
i*-—......... '*■	, nos visitados por estos insectos.
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ce días las larvas se transforman Jen ninfas o “maromeros”, que tienen la forma de una coma y que viven a flote ien la. superficie del agua. Tres o cuatro días des pues, el insecto perfecto sale de la. ninfa y del agua!
Entonces es cuando pueden pi car a un enfermo tic paludismo.
las zanjas, también prestan abri go a las crías: hay pues que des- ¡ timirjae.
Cuando el mosquito tiene ya" alas su agilidaid y su instinto nos burlarán fácilmente.
Mataremos uno por cada mil que nos piquen? Cómo debemos luchar? Evitando antle» todo las picaduras, recogiéndonos a hora temprana-. Cuidándonos principal mente a la hora en que se ponr

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es decir, a un enfermo que lleva el ^sol; construyendo nuestras ha en su sangre el parásito que pro bitaciones en lo aPo, porque co-dum esta enfermedad, el herna’ ya. se dijo, los moscos abun tozoario de Laveran. Con la sa3 dan leu los lugares bajos, prote-* gre que chupan las hembras de gjendo nuestras manos, cara y estos insectos y que es de lo que: piernas eon guantes, velos, poja i se alimentan, penletran los parásitos en el estómago de los mos quitos y después de varías trans formaciones van a parar a la sa liva., Lna vez allí si el mosco pi ca a una persona, sana la inocula1, le deposita \en su sangre estos pa rásitos y por lo mismo la perso na enfermará ide paludismo.
El paludismo es una enfermedad muy grave, que produce fre cucntiemente la muerte. Esta so breviene ya en pocos dias o en pocas horas: es la perniciosa; ya de un modo lento, por extenúa ción: es ¡el paludismo crónico.
Cuantió se sufre Hfríos’\ las “calenturas”, la “terciana”, la “malaria”, (de to'd'os estos modos se llama al paludismo), no hay que descuidarse: la muerte acecha. No hay que dejar que el mal siga su cUrso ni atacarlo con "es
(Das, con ]o que se pueda., pero evitando la picadura sobre todo, protegiéndonos durante el sueño, que es esa la hora de mayor peli gro. Para, eso debemos colocar en nuestras casas dóbles puertas y ventanas cubriéndolas con. rejilla ¡de alambre, lo suficientemente finas para, impledir la entrada, de lo® mosquitos. Cubrir además 1a| cama con un pabellón que debe, rá estar siempre limpio para im pedir que los polvos que en él se depositen lleguen a causamos otra® enfermedades tan graves quizá como el paludismo mismo.
Todias estas precauciones son in dispensable® cuando se vive en una zona palustre; no hay que desdeñar ninguna pero sabemos que no bastan. Es preciso que no haya enfermos die paludismo, por que éstos son lo® que llevan en
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pecificos : es absolutamente indis su sangre el germen de este padel pensable que un médico vigile la cimiento y leí mosquito que lo chu enfermedad1 para ver si marcha pa lo propaga al picar a. los sa-
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enfermedad1 para ver si marcha pa, lo propaga al picar a. los sa-o no hacia Ja curación. Hay ea n0Se jjs pOr ]0 mismo indispensa sos tan rebeldes que se hace preci curar a los enfermos.
so hasta huir de la zona malsana. | Cuando contraigamos el palu-37^7777™	—.diurno no hay que intentar curar
J	............... nos solos y menos fiar de los lia
( iene de la 2da. Plana) ¡mados “específicos”. Eso equiva-nion del Estado como mistifica ]e a tiíejar quie el mal avance, dones y los exhortamos para que Hay que acudir a up médico com-no sigan cubriéndose con el man i pefente^y honorable, que es el que to de reformadores y de salvado- ¡ ^brá imponer un tratamiento a-decuado. . ,
Cuando estemos -sanos, si viví mos en'zona palustre, debemos to mar por precaución pequeñas dó-de quinina. En nada, nos per judica y sí nos será de positiva utilijdiad. Basta generalmente con medio gramo de quinina tomado en una cápsula por la noche. Pa ra los niños y para las personas que sufren la misma enfermedad, solo el médico podrá indicar la dósis -que Jes conviene.
El país entero está plagad¡o de paluídismo. La autoridad sanita-ría no puede hacer por sí sola to do lo necesario para desterrarlo. Es necesario nuestra ayuda. Hay que; protegerse a SÍ mismo para proteger a los demás.
Dr. Adolfo Arreguin, Jefe cíe la. Sección Editorial.
res-de su pueblo, cuando no son más que vulgares embaucadores, pobres entes que no tardaremos en verlos confundirse entre las masas de donde salieron, arras tvando cual pesados grilletes su vergíierrza y su ídleshonra. Qué convicciones, ni qué deseos de en earrilar por nuevos derroteros los asuntos administrativos de es te Estado! Conveniencias y puras conveniencias, pues para ellos an tés que el pueblo de Chihuahua, antes que su mejoramiento y pros perjdad, está ese tirano cruel e in saciable que se llama estómago y los gastos que les .exigen su mi ¡sión de tenorios de arrabal. Y pa |ra terminar les diremos que el ho ñor y la lealtad es don die hom , hres y no panacea de rufianes.
I	M, V. Martínez. 1
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