---- EL SEMBRAD OR---------------- Carta que nos envió la Editora "El Porvenir", S. A, de esta ciudad, agradeciendo el homenaje de simpatía que nuestro Club les rindió con motivo de la celebración de sus Bodas de Plata. Monterrey, N. L., Febrero 3 de 1944. Club Sembradores de Amistad. Ciudad. Muy señores nuestros y amigos: Nos referimos a su apreciable de Enero anterior, que contiene su invitación para asistir a la comida que en honor de nuestro diario EL PORVENIR se efectuará este día. De acuerdo con sus deseos concurrirán los Jefes y empleados que tienen más tiempo al servicio de nuestra publicación. Agradecemos a Uds. profundamente este acto de simpatía a nuestro Diario por que entendemos qué tiene por objeto poner de relieve nuestra labor através de 25 años, pero que por otra parte tiende también, a exaltar lo que de importante tenga, nuestra labor en beneficio de los intereses sociales de Monterrey, de nuestro Estado y de la Frontera Norte del País. Hemos de reiterar nuestra gratitud por este hecho por que nuestros modestos afanes no han tenido otro objeto que poner esfuerzo y corazón al servicio de nuestra Ciudad. Ella es amparo y hogar nuestro y como quiera lo que nosotros hayamos podido realizar en esta empresa no es sino el fruto del ejemplo (pie de decoro, de optimismo y de acción han puesto a Uds. como rep re ;enta ti vos de nuestros más altos valores en la construcción de Monterrey. No consideramos mérito alguno en nuestra labor de 25 años por que no nos pertenece específicamente, sino como resultado de la cooperación y del estímulo que todos Uds. nos han dado para consumarla. Antes bien confesamos que lo hecho no corresponde a las proporciones que Uds. le han dado a Monterrey. Sinceramente no hemos hecho todavía el periódico que merece Monterrey. Pero queremos decirles que este homenaje es el mejor estímulo, por más valioso, que habrá de reanimar nuestras fuerzas y reforzar nuestras ilusiones para realizar de lo nuestro lo que satisfaga nuestras aspiraciones como regiomontanos. Con la ayuda de Dios y con la de Uds. trabajaremos sin quebrantos por sumarnos a los demás diarios locales, en los cuales vemos a la vez que la mano amiga la invitación persistente para superarnos y el noble espíritu para el trabajo, no tanto por nuestro bienestar como empresa sino por el bien y la gloria de Monterrey en cuya tarea son Uds. nuestros mejores maestros y más afectuosos animadores. Otra vez nuestra profunda gratitud por esta comida dedicada a EL. PORVENIR, a la familia Cantú Leal y a sus servidores. Somos de Uds. sus más adictos amigos y Ss. Ss. EDITORIAL EL PORVENIR, S. A. Federico Gómez. Rogelio Cantú. Director. Gerente. LIM MA.U'Fl AGU E -----------------EL SEMBRADOR ------------------ E K L a 0 S 6 Ofrecimiento del homenaje que rinde el Club Sembradores de Amistad, a los Señores Lazcano. Señora Doña María Elizondo Vda. de Lazcano. Señores Don Lucio y Don Alonso Lazcano. Una de las finalidades del Club Sembradores de Amistad es la de estimular el espíritu cívico y fomentar cuanto tienda al mejoramiento moral y material de la comunidad. No podía, por lo tanto, pasar inadvertida a nuestra Asociación vuestra noble actitud de dotar a Salinas Victoria, vuestro pueblo natal, de un magnífico edificio con capacidad suficiente para toda la población escolar de ese lugar. En tiempos de la colonia, la Beneficencia. privada era una planta que había creado hondas raíces en nuestro medio y distribuido enormes beneficios a toda la población; era el medio natural en que la inspiración cristiana podía materializarse en obras, fecundas; la generosidad y la nobleza de los de arriba satisfacía así en anhelo de redención y de vida humana de los de abajo. Hoy en día, después de mas de un siglo de persecución suicida y envenenada, además, con el ambiente letal del materialismo económico, esa planta se ha extinguido; y no puede menos de llamarnos poderosamente la atención que haya todavía en nuestro medio gentes de corazón bien puesto y de nebíes ideales que tengan un gesto de generosidad, un rasgo de civismo, un impulso de patriotismo bien entendido, para desprenderse de una parte importante de sus bienes en bien de la colectividad. Sabemos muy bien que si otras fueran las condiciones y otras las leyes, vosotros no os habríais conformado con proporcionar a vuestro pueblo la construcción material, sino que vues- Por Bernardo Elosúa. tro deseo y vuestro ideal hubiera sido establecer, como es posible hacerlo en cualquier país libre, que la ins-trueuión que se impartiera en ese plantel que estáis donando, fuera de acuerdo con vuestros principios y vuestras creencias, que son los principios y las creencias de la mayoría de los mexicanos. Debemos admitir, sin embargo, que habéis hecho todo le (pie está a vuestro alcance para lograr, mediante el patronato que va a administrar el edificio, evitar que el mismo pueda ser utilizado para fines inmorales. Esta donación —con toda la importancia que tiene—, ocupa, sin embargo, un lugar secundario frente a otros valores. Me refiero al ideal mismo que os ha inspirado la obra, a la vida de vosotros mismos que ha sido ejemplo de fortaleza, de perseverancia y de acrisoladas virtudes cívicas y morales, que es lo que realmente vale y realmente desea ensalzar nuestra Asociación. Aquéllo, el edificio, no es sino la materialización de una idea, de un propósito; la cristalización de un anhelo largamente acariciado: Hacer el bien a nuestros semejantes, compartir nuestros bienes y acrecentar el bien de la comunidad. La causa generadora de la acción, que es lo que realmente tiene valor, la encontramos en el venero cristalino de la fé que brotando en el coraz >n mismo de CRISTO ha lavado nuestros corazones del egoísmo primario para sustituirlo por el amor. Dentro del complejo de ideas y sentimientos que impulsan y alimentan los actos del hombre, hay un sentimiento que le ennoblece, que frena y encausa sus pasiones y lo eleva al ran- Sigue en la Fág. 7 - 2 - - 3 -