3a Epístola a Don Venus Inapreciable barbón: en forma llana y sincera te dirijo mi tercera con toda mi estimación, apelando a tu razón______ clara de “jefe primero” y así del patrio hormiguero hablarte sin vacilar: si lo miras respingar.... no le avientes el sombrero.. ♦ ♦ ♦ A pesar del servilismo que con Wilson has usado, este hombre no se ha dignado apartarte del abismo; ha explotado tu cinismo, pero en más de alguna homilía le ha dicho a la gran familia de aquí, que grite y se crezca, que si es muy rica la pesca hay que comer de vigilia.... ♦ ♦ ♦ Has usado grandes timos para el pueblo mexicano, sólo por besar la mano con que te apoyan los “primos.” Pero los que claro vimos negamos tu pundonor, pues sabemos que tu ardor no persigue noble fin. Te conozco, chapulín, no más en lo brincador. Los mandatarios de acá te ven como a un infeliz; más tú te sientes feliz con que te llamen “papá” los que te aclaman allá hombre de orden y de ley. Es digna de tí la grey de mandrias y de borregos: “en la tierra de lo£ ciegos el que tiene un ojo es rey.” A los rateros de ayer has hecho “divisionarios” y dos o tres perdularios te ayudan en “el poder.” La cosa así debió ser, sin duda, por sus dos flancos: cuando todos están mancos no hay miedo del escabeche; cuando la mar está en leche los pescados salen blancos. ♦ ♦ ♦ Qué bien quisieras, traidor, que el actual orden de engaños pudiera durar los años que tú fuiste Senador. Pero los hombres de honor no se encuentran ya muy lejos; y cuando como conejos escapen tus anarquistas, de los “con-sus uñas-listas” no han de quedar ni pellejos.... ♦ ♦ ♦ La patria llora y se agita, pide progreso y trabajo; y tú, vil escarabajo, le das robo y dinamita. Mas ya sabe, pobrecita, que solloza sin motivo, que aunque la hiere en lo vivo no durará su querella, que eres poco para ella.... Peíate, barbas de chivo.... ♦ ♦ ♦ No ha de cesar el tezón del gran elemento honrado, hasta que tú seas colgado como premio a tu traición. Te estás hundiendo, barbón, ¿no te has dado cuenta de ello? Van a cortarte el resuello (sin que ni poco se pierda) ¡ Lo sentiré por la cuerda, que se deshonre en tu cuello! QUASIMODO.