rbobnbracion. Fiesta Patriótica materiales del Estado, y loe obreros que la edificaron eran individuo» á quienes sostenía el Erarlo para que construyeran la Penitenciaría, Los materiales con que está construida la casa de Reyes eran de lo» destinados para construir la Penitenciaría. Las puertas de la casa de la Plaza Bolívar no fueron del agrado del impulsivo gobernante y mandó retirarlas, colocando en su lugar cincuenta excelentes puertas fabricadas en la Penitenciaría, con materiales del Estado por los obreros presos. Cada puerta de esas no vale menos de cien pesos. He aquí como se hizo Bernardo Reyes dueño de una casa magnífica sin poner nn solo centavo. Lo mismo hizo concia casa veraniega que posee fuera de la ciudad de Monterrey. Aprovechó la construcción del Palacio del Gobierno para tomar los materiales del Estado y ocupó á los'presos de la Penitencia- , porque no ee eolo Reyes el que explota fino todo* loe funcionarlo* de Porfirio Díaz. OBITO En Tezoatlán, Oax., felleció el estimable liberal Sr. Herminio Merino. Hacemos presente á su afligida familia el testimonio de nuestra profunda, condolencia. Algunos entusiastas mexicanos de School, Tex., por iniciativa de nuestro buen amigo el Sr. Juan Ballí Rodríguez, se preparan ásolemnizar el cercano aniversario del gloriorioSde Mayo de 62. Celebramos que loa buenos patriólos continúen rindiendo, lejos del territorio nacional, culto á los héroes que honraron á la tierra mexicana. REGENERACION’ Published in Spanish Istrlbated throughout the Republic of Mexico end the Soani.h •peaking Countries a, well as the Southern States of this Country La Justicia en Yucatán CERTIFICATE CIRCULATION: TEN THOUSAND COPIES h.DF,PKe»7d.o„khe P°et Of,lce at St* h0011 Mo: ,0-000 cople.-590 DS-rCDe *1% ItfUo» Magistrados Lacayos La construcción de la calzada que conduce á esta casa costó la vida á muchos infelices presos á quienes se hacía trabajar como bestias á»la-tigazosfy se les mataba de hambre. Monterrey recuerda con horror la crueldad con que los capataces de Bernardo Reyes trataban á los presos obligados,á construir la calzada que conduce á la casa del Déspota, Para la construcción de esta casa utilizó Reyes el trabajo de los obreros destinados á la construcción del Palacio del Gobierno, obreros que fueron pagados con dinero del Estado. De ese modo se hizo’Bernardo Re- ¡ yes dueño del una residencia veraniega cuya existencia] recuerda el infortunio de los desventurados obreros forzados muertos de fatiga, de maltrato y de hambre. Los cuatrocientos pesos mensuales que gana el Gobernador de Nuevo León no le hubieran alcanzado, por más económico'que se le suponga, ni para comprar un modesto rancho. Bernardo Reyes ha lucrado de mil modos. Las obscuras especulaciones de los científicos no son desconocidas para este audaz negó- ¡ ciante. dicho otras veces, de los empresarios de las casas de juego de Monterrey y Tampico, Chapa Gómez y Quiroga. Por prestar su apoyo á Miguel Cárdenas recibe de éste más de cincuenta mil pesos anuales arrancados al noble pueblo coa-huilense. Vendió el antiguo Palacio del Gobierno en la cuarta parte de su valor en provecho propio.. Cuando fué Ministro de la Guerra hizo un contrato con su rufián Antonio Magnon para que éste surtiera de arneses á los regimientos, y sus ganancias no fueron despreciables. Solo en dos negocios ha sido infortunado el impulsivo traficante, i Uno de ellos fué aquel contra, todes-1 ventajoso para la nación, que pre- Es Asocio, como lo hemos marina nacional de nuevos cañoneros cuando fungió de Ministro de la Guerra. Tan turbio era el negocio que, cuando vió que no podría hacerlo, quemó el* archivo del MI-nisterio para evitar que alguien ge enterara de la existencia de documentos comprometedores. El otro fué el relativo al contrato que había hecho con una compañía americana para llevar á cabo el drenaje de Monterrey. La compañía daría el dinero para la obra y Reyes sería el encargado de hacer la distribución de él. El negocio era magnífico para el verdugo de Nuevo León, pero como quiso aprovecharse él solo de tan substanciosa empresa, el Dictador le prohibió toda inferencia en el asunto. mas aos negocios fracásenos da significan para el hombre tiene participación en todas grandes empresas,'! las que ha hecho concesiones en cambio de utilidades personales. Bernardo Reyes es un Creso, pero un Creso hipócrita. Finge miseria, alardea de vivir en la pobreza y de no haber convertido el puesto público en mostrador de traficante, cuando su hucha congestionada de monedas pregona sus malas artes y sus tretas. Y mientras Bernardo Reyes acapara dinero,—el dinero que se hace andar al pueblo sufrido,—la nación naque La intolerancia no ha sido nunca distintivo de honradez. Y en México reina hoy la intolerancia, porque no reina la justicia, porque la autoridad legítima ha sido sustituida por la autoridad usurpadora, porque el Gobierno democrático ha dejado su puesto al Gobierno Dictatorial. Nuestros actuales gobernantes, los peores que ha sufrido nuestra Patria, son precisamente los más intolerantes; y así los vemos llenos de odio para la prensa, incapaces de soportar la más leve censura, pretendiendo ser intocables y apareciendo más intolerantes mientras menos honrados y más I susceptibles mientras más criminales. Olegario Molina, el esclavista insuperable en ferocidades y rapiñas, aunque, más que ninguno, da lugar á los ataques de la prensa, es de los que con más encarnizamiento la persiguen. Quiere aparecer como inmaculado; quie-re pasar por impecable, y al mismo tiempo comete actos de rapacidad y de tiranía para los cuales no hay frases suficientemente acerbas, actos cuya monstruosidad y cobardía debe arrancará la indignación del periodista honrado los más rudos vocablos y las más aceradas invectivas. Por orden de Olegario Molina continúan en la Penitenciaria “Juárez” de Mérida, Yuc., los enérgicos escritores independientes Sres. Tomás Pérez Pon-ce y Carlos Escoffié Z. El incurable dipsómano Ignacio Hernán dez,Juez de la causa, dictó auto de formal prisión contra dichos señores, que apelaron del auto, sin obtener ninguna ventaja, porque el Tribunal Superior loconfirpió. La parcialidad del Tribunal ha sido manifiesta en este asunto,pues además de confirmar el absurdo auto de formal prisión, se osbti-nó en no dar entrada á la acusación ^ue contra el Juez Hernández presentó el Sr. Lie. Tirso Pérez Ponce, defensor de los periodistas, por las muchas irregu- I laridades que aquel funcionario habla cometido en el proceso. La parcialidad del Tribunal Superior no debe causar extra-i ñeza: los Magistrados que la for-1 man son, en su mayoría, esclavistas henequeneros como los I Molina, que tienen interés en perjudicar á los honrados escri-I tores que han dedicado sus energías á la defensa de los desvali-| ' dos que gimen bajo el látigo de esos modernos negreros. Si esta razón no tuvieran los Magis-1 irados para ensañarse contra los Sres. Pérez Ponce y Escoffié, obrarían de igual modo por simple servilismo, por idiosincrática abyección, por el temor de perder, si no obedecen ciegamente la consigna, el empleo que les procura influencia y medro Agustín Monreal Gómez,. Presidente del Tribunal Superior, se encarga de dirigir negocios judiciales, cobrando exhorbitan-tes honorarios. Cómo por su carácter de Magistrado no puede litigar públicamente, pasa los negocios que se le encomiendan al Lie. Jacinto Marín Carrillo, siva y donde sentencia a su gusto. Siendo Juez y parte, es natural que Monreal Gómez gane cuanto negocio se le encarga, y ganándolos todos, es natural que muchos se le encomienden y se le pague cuanto cobre por despacharlos. Con cata clase de explotaciones, Monreal Gómez se ha enriquecido fabulosamente siendo á la fecha propietario de muchas fincas urbanas y vivien-1 do en una opulencia que debiera I avergonzarlo. El Magistrado Manuel Irigo-yen Lara acusó en otro tiempo A • a 1 \ . r . 1 | grandecerse, respirando á plenos ADVERTISING RATES. ‘"ch w,dc of a column on the first page, $5.00 each Insertion. $4.00 on the second page. $3.00 on the third and $2.00 on the fourth or any other Adres»: RICARDO FLORES MACON, Editor & Proprietor. 107 North Channing Ave Saint Louis Mo substituya al grillete; para que ppeda vivir y desarrollarse y eti- por supuestos delitos de imprenta á uno de los periodistas perseguidos hoy por Molina. No podía, pues, esperarse imparcialidad de este individuo, que es también hacendado y que trata á los esclavos de sus fincas con pulmones una atmósfera de Democracia, ese pueblo que hoy, encadenado y azotado, desfallece al peso abrumador de su desolación y de su oprobio. lujo de crueldad. Como aboga- UVERAS A UN OBISPO, do, ha tenido el talento de apode- e raree del capital de todos sus pa- EL DESPERTAR DEL PUEBLO. nenies. En cuanto al Magistrado Emilio García Fajardo, basta decir comprender su inquina hacia los periodistas independientes. García Fajardo no hizo sus estudios en la Escuela Oficial de Derecho, sino en una escuela Católica, donde adquirieron títulos los que pudieron pagarlos á buen precio. El Fiscal, Gabriel Aznar Pérez, que oye misa todos los días, que con frecuencia comulga y nunca falta á las fiestas religiosas, podrá engañar á loa imbéciles con sus alardes de fanatismo exagerado. Pero los hombres honrados no tendrán sino desprecio para esa religiosidad de exhibición y de aparato que no es más que el disfraz con que pretende cubrir sus miserias morales el funcionario indigno que, en servicio de un Gobierno liberticida y corruptor,* se ha convertido de Magistrado en lacayo y ha trocado la dignidad de la toga de la librea. En vista de formado por confirmó el auto de*-formal prisión del que habían apelado los Sres. Pérez Ponce y Escoffié, es- por la ignominia que el Tribunal estos individuos, rrompido de Luis García M. trató inmediatamente de poner término á la pacífica manifestación, y aprehendió con alardes de barbarie á los entusiastas jóvenes liberales Sres. José Ferrer Zaldívar, Luis Aznar y Raúl Zamora, que, á las doce del día, fueron conducidos á pie desde la Estación á la Jefatura Política, que es una distancia de cuatro ki-lómetros, yendo loí gendarmes á cabello. Natural hubiera sido llevarlos en tranvía; pero los procedimientos humanos no cuadran con el carácter de nuestras autoridades, qne siempre procuran distinguirse por inauditos atropellos. García M. tuvo que dejar en libertad á los jóvenes, al ver la indignación de que el público estaba poseído, y-también para pasar por magnánimo y hacer que los liberales desistieran de sus protestas con-tra el Obispo. Pero no consiguió su objeto: el público volvió á reunirse frente á la Catedral, y aílí manifestó una vez máa el desagrado que le causaba la presencia de Mendoza en Campeche. Por la noche hubo una manifestación anticlerical. Los manifd- El) crimen de Tlaxcala De algún tiempo á esta parte, se viene notando por diversos hechos, la poderosa reacción liberal que se opera en el país, provocada per los crecientes desenfrenos de la Dictadura clerical que nos oprime. *En Guadalajara, Capital del Estado de Jalisco, fué ruidosamente ailbado y pésimamente recibido por el pueblo, el Inspector Apostólico Domingo Serafini. . En Mérida, Yuc. el mismo Sera-1 fini, llevado por el Clero y los ricos esclavistas yucatecos, provocó con su presencia manifestaciones anti-1 clericales y fué obsequiado, como I en Guadalajara, conrobustoa y merecidos ¡mueras! que le dirigió el Untes w'p™~ían pueblo. Tanto la clerigalla de Yu-' — catán, como loe católicos esclavistas y las autoridades clericales fueron atormentadas por la multitud, que á los ¡mueras! el clero y á Serafini, mezclaba entusiastas aclamaciones á Juárez, al insigne Reformador, cuyo nombre perdura en el corazón del pueblo, á pesar de las maquinaciones del clerical Portirio Díaz para empañar en su provecho, las glorias inmortales del gran Patricio. • Una prueba más de que el liberalismo gana terreno y de que el pueblo mexicano se emancipa á la ig» El periódico oficial del Estado de Tlaxcala pretende con inaudito cinismo desmentir lo que se ha dicho en REGENERACION y algunos otros colegas acerca del proditorio asesinato perpetrado por los esbirros de Cahuantzi, y del que fué víctima el honorable C. Andrés García. La señorita Guadalupe García y Sosa,, hija del sacrificado, en con-, movedora y elocuente carta, con hechos y argumentos incontroverj tibies, refuta lo asentado por el ór- e gano gobiernista. Kn números subsecuentes nos referiremos con la debida atención á este crimen horrendo, que presen» ta sin ropaje á la criminal Dicte» hira de Díaz y al salvaje cacicazgo de Próspero Cahuantzi. IMPORTANTE. tos señores han pedido amparo . . •. . . » . K t a i r nominiosa tutela del corrompido y de laiiuaticia federal. No cree- u . , . . mos que lo obtengan, pues el Juez de Distrito, Miguel Losa, es un instrumento ciego de Molina, por cuya orden negó el amparo Canché, quien, como recordarán nuestros lectores, es el antiguo sirviente de Audomaro Molina Solía, que se fugó de la finca de este hacendado, por loa malos tratamientos que recibía y los descarados robos de que era objeto. Molina, el Juez Hernández y también el Juez de Distrito, han declarado delincuente á Canché, sólo porque no quiso continuar en la esclavitud y consideran culpables á los Sres. Pérez Pon-ce y Escoffié porque protegieron y defendieron con toda justicia á esa pobre víctima del más desalmado de los esclavistas. El Gobierno de Olegario* Molí-quien los ventila ante los Tribu-1 na deshonra á Yucatán y deshon-nales. Monreal Gomez recomien- ra á la Patria. Es preciso que da á los Jueces de la Instancia j desaparezca, para que desaparez-que tallen según le conviene, y si can con él tantas miserias injus-no lo consigue, se reserva para tas y tantos dolores insondables; cuando el asunto pasa al Tribu- para que la libertad substituya nal, donde su influencia es deci- á la esclavHud; para que la ley embrutecedor clericalismo, la encontramos en loa recientes acontecimientos de Campeche que vamos á ’ relatar. „ ... / . . . - . I El día »o de Febrero llegó á la que pidió la esposa de Antonio | , . . . o n uz- . , ciudad de Campeche el Obispo Men- ( nr h A, n ti i am en * doza, con el séquito y el boato de que siempre se rodean esos individuos, que llamándose representantes de Cristo, no se caracterizan por su humildad y su modestia, sino por su desmedido orgullo y por su insultante ostentación del lujo que se procuran, desbalijando á los ignorantes y á los cándidos. La Estación del F. C. Peninsular estaba llena de gente. Tan luego como Mendoza bajó del tren, se escucharon atronadores !mueras¡ al Clero y al mismo Mendoza, y vi-1 braron también, con entusiasmo | desbordante, los gritos significad-vos de ¡Viva JuárezI ¡Viva la Re- i forma! La policía, que en nuestra pobre patria tiene la misión odiosa de atropellar á los ciudadanos, de impedirles brutalmente que ejerciten cualquier derecho, de molestarlos en vez de protegerlos, de ser su amenaza en vez de ser su custodia; la policía del Gobierno clerical y co- Obispado, pero García M. trató de impedirlo y mandó dos piquetes de gendarmería, (uno á caballo y otro á pie) con orden de acompañar á los manifestantes y de oponerse terminantemente á que pasaran por la casa que habita Mendoza. Las ordenes del Gobernador mocho fueron obedecidas: los manifestantes no pudieron pasar por el Obispado, pero recorrieron las principales calles, en perfecto orden, aclamando á Juárez y á la Reforma y lanzando mueras contra el clero v sus corifeos. Felicitamos al pueblo de (Campeche. Suplicamoe d la» persono» que por no aceptar la subscripción d REGENERACION ee eirven devolverlo, pongan con cía rid adad sus nombre* y eue dirección** para borrarlo* de núestra* lleta*. Para la devolución no hay necesidad de gaetar en timbre*. La persona que no* envíe el importe de dÚMubecrlpcione* por un affo, recibirán TAQUIGRAFIA La Piotesora Josefa Guevara en seña Taquigrafía en dos meses. Precios cómodos. Hdel Bosque N? 19. México, D. F. EL TERCER IMPERIO Solicitamos AGENTES Véanse las condiciones Ofc^oe enviar como prima la obra «Juárez como lo detoribe la Historia y como lo pinte el Diputado Bulnee» p<.r el L’c. K. Frida, a toda persona que se subscriba al periódico. Esta obra vale en las librerías 11.76. D precio de la subscripción á «El Tercer Imperio» es S1.75 por semestre y todo pedido debe hacerse al Ap. 1176 ó al Chapitel de Monserrate, N? 4. y precisameota á I. Arrióla.—México.—D. F. Es