Notable caricatura de “Multicolor,” publicada en Enero . de 1913, con la siguiente leyenda: “Ya mérito arábamos con la Nación." vez un disparo del Ingeniero Enrique Zepeda. El General Blanquet, desarmó y aprehendió al Sr. Madero y a los que con él estaban y los condujo al departamento de guardia, donde quedaron incomunicados. Mientras esto acontecía en el Palacio Nacional, un grupo de gendarmes del Ejército aprehendía en el Restaurant Qambrinus a Gustavo Madero, quien daba un banquete a D. Francisco Romero por su ascenso a General Brigadier. A las 5 de la tarde, después de una escena violenta, dice González Garza, fueron puestos en libertad los Ministros del Sr. Madero y éste y el Lie. Pino Suárez quedaron detenidos en la Intendencia de Palacio. Así terminaron los combates en la Ciudad de México, y sólo es necesario agregar que no solamente el cuerpo Diplomático, los Senadores, y los mismos Ministros del.Sr. Madero le aconsejaron que presentara su renun cia, lo mismo que al Vice Presidente Pino Suárez, sino que la Ciudad entera, la pedia, convencidos de que era imposible para las fuerzas del Gobierno dominar la situación y prolongaba con su resistencia el terror, el derramamiento de sangre y el sacrificio de innumerables victimas inocentes y, especialmente, por la urgencia de alejar de una vez el mayor peligro: el de la siempre amenazantte intervención norte-americana que no quedaba sino pendiente según las palabras del mensaje de Mr. Taft, quien urgía al Sr. Madero a dar los pasos que fueran necesarios para restablecer el orden y la paz. a la vez que confesaba su pesimismo ante la aptitud del Gobierno para conseguirlo. Cuando la noticia de la prisión del Sr. Madero quedó plenamente confirmada con la cesación total de los terribles dispáros de la artillería, fue un inmenso sentimiento de descanso el que se sintió no sólo n la Ciudad sino en la República entera. El General Huerta asumió el poder, militarmente, y lanzó la proclama que en otro lugar publicamos. Ese mismo dia celebró una conferencia con el Oral. Félix Díaz en la que resolvieron unirse eri un sólo sentimiento de confraternidad para lograr la salvación de la Patria. La Decena Trágica habia terminado. La ciudad volvía a respirar, con la tristeza de ly angustias pasadas, pero con la satisfacción de darlas por idas para -siempre; ansiosa nada más de saber el curso posterior de los acontecimientos y de que cesara de una vez la causa.de los trastornos. Habían existido dps movimientos sucesivos: el de la Cindadela y el que originó la aprehensión del Sr. Madero; las armas estaban divididas entre los dos caudillos: para evitar una lucha entre sí, celebraron el Gral. Félix Diaz y el Gral. Huerta el Convenio conocido con el nombre de ‘‘Pacto de la Cindadela” que también publicamos.