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El Meneajero Juvenil
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EL MENSAJERO JUVENIL
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LA U. B DE J. Y SUS PROPOSITOS.
La experiencia nos ha vnseiiado que las U. B. de J. en el seno de las igle sias bautistas son como escuelas preparatorias. En su seno es donde los miembros de la iglesia aprenden prac ticamente la manera de ser útiles a la causa en todow sus departamentos, por que en las U. B. de .1. encuentran un vasto campo en donde encauzar sus esfuerzos y poner en acción toda su iniciativa.
Tenemos que confinar con tristeza que en los países latinos no se les ha dado a las U. B. de .1. la importancia que merecen y hasta cierto pun to han permanecidr> en el abandono, dejándolas estacionadas en un mismo grado de actividad por mucho- años. Este no es el papel de las U. B. de .1. Hay que saber aprovechar las oner gias y recursos naturales de los jóvenes, para conseguir que cada uno de ellos sea un miembro verdaderamente activo y eficiente en la iglesia y unir los de "una manera efectiva en el trabajo de evangelismo. fiara hacer dría unión un ejército invencible.
Hacia estos grande1- fines han tendido siempre los esfuerzos de la Casa Bautista <k- Publicaciones al seguir publicando en medio fie grandes dificultades “El Mensajero Juvenil," Revista para las II. R. de L. procurando siempre presentarlos el mejor mate rial para sus sesiones.
El plan que ha sido delineado en el Manual para el beneficio de las U. R.
de J. de la América Latina y los demás países de habla castellana no puede ser mejor ni más práctico y estamos seguros que todas las U. B. de J. que se organicen de acuerdo con él, en un corto período de tiempo alcanzarán un desarrollo admirable; porque por medio de él realizarán el objeto principal de las U. B. de J.: adiestrar a sus miembros no solamente en el conocimiento de las verdades fundamentales del cristianismo, sino en la habilidad para defenderlas, por una parte, y por la otra, alistarlos para difundirlas.
Este fin, que es la base de las U. B. de J. no puede alcanzarse sin una buena organización. La organización de la IJ. B. de J. por la división de grujios es ideal, porque en ella se ponen en juego todas las energías de los miembros, y cada uno tiene la oportunidad, según su capacidad, de adiestrarse para el servicio.
Ha llegado ya el tiempo en que las I!. B. de .1. deben salir de la rutina y organizarse en la forma que responda mejor a sus necesidades y anhelos.
Por muy pequeña que sea una U. B. <le J. debe inmediatamente dividir su membresía en grupos al frente de un capitán, a fin de que cada uno de los programas esté a su cargo, procure aumentar su membresía y trabaje siempre por tener presento el mayor número que sea posible. El secretario <le la U. B. <le J. debe en cada sesión tomar nota del número de asistentes para dar el crédito del triunfo al fin del mes o trimestre al grupo que haya ganado en asistencia, colecta y preparación de programa.
Conocemos una IJ. B. do .1. que ha puesto en práctica el plan del Manual Normal de las U. R. de I. y ha aumentado en corto tiempo su membresía considerablemente y en algunas de sus reuniones ha tenido cerca de 200 presentes. Cada uno de los capitanes de los grupos se afana por presentar el programa más selecto, invitar el mayor número posible de visitantes y tener la mejor colecta.
¡A trabajar, jóvenes bautistas! La obra reclama vuestras actividades y para el servicio se necesitan jóvenes preparados que puedan esgrimir con sabiduría la espada de dos filos: la Pa labra de Dios Levantaos pues V haced que ondee muy alto el estandarte de las U. R. de .1. para que todo el mun do conozca de vuestra lealtad a Cristo.
Sesión Devocional.—La Vida Eterna.
(Juan 3:14-17 y 6:47-58). MARZO 6 DE 1927.
LECTURAS DIARIAS
Lun. Marzo 2. El canto de alabanza de la naturaleza. Salmo 1-18:1-14. Clave: V. 3.
Mar. Marzo Haciendo que cada Instrumento Alabe a Dios, Salmo 150:1 6. Clave: 3.
Miér. Marzo -1. Preparados para el Servicio, Actos 1:1-14. Clave: V. 8.
Juev. Marzo 5. El Pentecostés, Actos 2:22 42. Clave: V. 32.
Vier. Marzo 6. El Hombre Cojo, Ac tos 3:1 10. Clave: V. 6.
Sáh. Marzo 7. El Primer Arresto, Actos 4:1 12. Clave; V. 12.
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INTRODUCCION
El libro de Job es probablemente el más antiguo de la Biblia. No vale la pena discutir esto, pero en caso de que sea verdad, nos parece más inte cesante la pregunta de Job: “¿Si el hombre mucre volverá a vivir?” Esta ha sido bien designada como la gran pregunta personal de todas las eda des."
En <-l Nuevo Testamento esta pre gunta ha sido frecuentemente hecha y contestada. En Lucas 10, un doctor de la ley preguntó a Jesús: “Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida éter na?” Jesús le contestó con la parábo la del buen samaritano. Otra vez en Lucas 18 un príncipe le hizo a Jesús la misma pregunta. En la predicación y escritos de Pablo podemos recordar el gran énfasis <pie da a la resurrección y la vida eterna.
I. Jeeús Explica la Vida Eterna.
Jesús mismo nos ha dado una rlefi nición: "Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti solo Dios verdadero y a Jesucristo a quien tú enviaste" (Juan 17:3). A primera vista esta definición nos sorprendo, pero en e| momento <pie reflexionamos, nos convencemos que no podemos conocer a Dios, a menos que aprendamos de El, o que nos acor finemos a El y ruie nos permita cono corlo. La dificultad fiel hombre es
fundamental; no tiene inteligencia para conocer, ni los hechos para ser conocido, ni las facilidades por medio (le las cuales puede aprenderlos, a me nos que Dios mismo le dé la voluntad, los hechos y facilidades. Es lo que El ha hecho por medio de Jesucristo.
1 or lo tanto, Jesús dijo: “Esta es la voluntad del que me ha enviado: (¿ue todo aquel que ve al Hijo, y cree en el, tenga vida eterna: y yo le re S<a<?tar^ cn ,cl flia Potrero” (Juan 6: ■10). Dios ha hecho posible que ten gamos un conocimiento vital acerca de M y para participar de su vida; por-que es solamente por medio de esa par ticipación por la cual le podemos co noccr. La villa eterna es la única que conoce a Dios por medio de Jesucristo que admite a Dios en la vida humana' y que a causa de la redención efectúa da por Jesucristo ha sido librada del inicio de Dios contra el pecado. "No vendrá al juicio.” como Cristo dijo sino ha pasado fie muerto a vida.”
2. Nuestro. Espíritus Buscan la Vida Eterna.
Cada religión lucha con el misterio fie la muerto y del más allá. Esto es. porque el hombro rehúsa aceptar la muerte como el fin fie esta vida.
(I) El Budismo y Otras Religiones Paganas. El Budismo cifra sus espe ronzas en Nirvt.na. Los Budistas no están seguros de la significación exac la do Nirvana; pero ésta es la meta f e sus esperanzas. El poder fiel Bu disma Moderno dependo de estas ensc lianzas. La promesa do una vida porvenir les ayuda a esforzar sus prceep tos, porque en esta vida hay las ¡los co sas, recompensas y castigos. La ensc lianza es vaga y en su mavor parte el Budismo es una religión de horror v desesperación. El Mahometismo pro mete a sus seguidores o feligreses un paraíso en el cual todas las pasiones malas serán gratificadas. Aún los sal vajes tienen en su corazón la esperan za tie una vida futura después de la muerto. Ellos interpretan los sueños como presagios do una vida diferente de las condiciones mortales. Algunos salvajes creen que la sombra que pro yocta su cuerpo es el espíritu que vi vira después de la muerto.