en abnl vive la justicie El hombre de Egipto V Breviario de historia de la cultura La religión EL SOL, UN NUEVO DIOS En el siglo 14 antes de Cristo se produjo en Egipto una revolución religiosa. El faraón Amenofis FV que cambia su nombre por el Cíe Akenatón, servidor de Alón, concibe un dios superior a todos los demás: el Sol, el cual, más que como objeto es visto como una fuerza, una "energía" divina, creadora de todo lo existente. El faraón cambia su capital a una nueva ciudad: Tell-el-Amarna que deberá ser amplia, llena de luz, sin supersticiones, ni templos oscuros, ni magia. Impone como dios único y verdadero en todo Egipto, al disco solar con el nombre de Atón. Este monarca fue suegro de Tutankhamón, uno de los pocos faraones que logró descansar sin ser profanado. En el año de 1923 un arqueólogo inglés, Howard Carter, descubrió la tumba de Tutankhamón y rescató un tesoro de arte valiosísimo que ha permitido reconstruir con fidelidad la época. La religión constituía un aspecto fundamental de la vida de los egipcios, y su significación se prolongaba incluso después de la muerte. De aquí el culto sumamente especial y fervoroso que rendían a los muertos. Éste pueblo creía firmemente que, después de morir, el alma del hombre viviría feliz sólo si se daba un tratamiento especial al cadáver para preservarlo de la corrupción. De esta manera perfeccionaron el proceso de conversión llamado embalsamiento, por el cual convertían a los cadáveres en momias que colocaban en sarcófagos. Estos se decoraban con mayor o menor suntuosidad, dependiendo de la jerarquía social del muerto. La religión egipcia atravesó por diversas etapas y vicisitudes. Recorrió el largo camino que va desde el politeísmo hasta una especie de monoteísmo con resabios filosóficos. Los dioses principales de la religión politeísta (unos 700 aproximadamente) fueron Amón-Ra, Osiris, Horus e Isis. Por lo común, se representaba a las deidades con figuras de animales, para simbolizar con ello su diversidad de funciones y atributos. Como se mencionó anteriormente el faraón Amenofis FV implantó el culto a una sola divinidad, Atón, el disco solar. Amenofis adoptó el nombre de Akenatón ("el que agrada a Atón") e hizo borrar de todos lo monumentos los nombres de los dioses adorados por los egipcios. Sin embargo, a la muerte de Akenatón se instituyó de nuevo el antiguo politeísmo, debido principalmente a los intereses de la clase sacerdotal cuyas prerrogativas habían sufrido un duro descalabro con la reforma monoteísta del culto a Atón. CREENCIAS RELIGIOSAS Practicaban la zoolatría (culto a anímales), creían en la encarnación en animales, por ejemplo APIS, el buey negro de Memfis; Meru Hur el loro blanco de Heliópolis. El pueblo egipcio era muy religioso. Cada provincia tenía sus dioses particulares, pero sobre todo adoraban a una triada, y la figura principal era el dios Sol, llamado Osiris en Abydos, Phtah, en Menfis, Ha en Heliópolis, Amén en TebasyAtón en épocas mas recientes. Cada dios tenía una mujer y un hijo: la mujer de Osiris era Is is y su hijo era Horus, el cual simbolizaba al sol naciente. A cada dios se le atribuía una historia propia, un mito que variaba de una provincia a otra. Eran coJumr Espacio dedicado a difundir acontecimientos que han influido, desde los orígenes del hombre hasta el día de /¿o?/, en nuestra forma de ser y pensar, modelando y definiendo nuestra cultura. Temas de reflexión presentados por el Lie. José Carlos Ceballos Hernández* representados con forma humana o animal, o bien con forma mixta: mitad animal, mitad humanos: Horus se representa como un hombre con cabeza de halcón. Los egipcios consideraban sagrados a un gran número de animales como por ejemplo el buey, el escarabajo, el ibis, el cocodrilo, el gato, halcón. Cada dios se representaba bajo las formas de estos animales, que los sacerdotes reconocían por determinados signos y al cual rendían culto. El más conocido de estos cultos es el del buey Apis, reencarnación de Phtah en Mentis; Apis tenía su templo y sus sacerdotes; después de su muerte se le embalsamaba y su momia se depositaba en un cementerio especial, el Serapeum, descubierto por el sabio francés Marlette en 1851. Daban especial importancia al culto de los muertos. Creían en una forma futura e imaginaban, sobre todo en los primeros tiempos, que el hombre poseía un "doble", especie de replica del cuerpo, invisible e inmaterial, el cual, después de la muerte debía encontrar asilo en una tumba; pero para que este pudiese vivir, el cuerpo debía de ser preservado de la destrucción. Por esto se embalsamaban los cadáveres, convirtiéndolos en momias, las cuales, depositadas en sitios secos, al abrigo de las crecidas del Nilo se conservaban indefinidamente. Creían en un destino del alma después de la muerte, su destrucción o felicidad dependía de la conducta que el individuo había practicado en vida. Para que el muerto pudiese defender su causa ante el tribunal de Osiris, se colocaba al lado de su sarcófago eXLibro de los muertos, especie de guía para el otro mundo, donde el muerto encontraba las indicaciones de todo lo que debía hacer par justificarse ante sus jueces. Razón tenía Herodoto, el gran historiador griego, al referirse a los egipcios como "los mas religiosos de todos los hombres . Admil ando este ilustre viajero de la proliferación de los dioses en las tierras del Nilo, dijo igualmente de sus habitantes : "Oh buenas gentes, a quienes hasta en sus mitos huertos nacen dioses". Una de las vertientes mas distintivas de la cultura y por lo mismo de la especulación filosófica entre los egipcios, fue la organización misma del estado absolutista, bajo la autoridad despótica y omnímoda del Paraón. A este se consideraba como hijo de dios y personificación de la divinidad en la tiei i a, a su muerte, entraba a figurar, automáticamente, entre los dioses inmortales. Cuando recuerda uno lo pequeño que es el hombre frente a la inmensidad del tiempo y el espacio, cuando descubrimos los acontecimientos que han influido en el hombre de hoy, es cuando nos preguntamos, quién soy, qué hago aquí y ahora, de dónde vengo, a dónde iré y qué dejaré. Referencias bibliográficas: a) E. H. Gomrich, La historia del arte, Editorial Conaculta. b) El mundo del arte Editorial Océano. c) Historia del hombre, Selecciones del Readers Digest. d) Lecturas escogidas en Internet es asesor jurídico de) ICBC y ha sido profesor de historia del arte e historia de la cultura en la UABC.