desarrollada aquella facultad, y cuenta, además, con un vivo instinto de curiosidad por saberlo todo, nada más a propósito que la Historia Natural para iniciarlo en las ciencias, con el estudio de las menos- abstractas. De este modo, el curso de esta materia, en su parte descriptiva, rico en particularidades y pormenores, no tendría para el joven mayor inconveniente, por su facultad retentiva y por su curiosidad desmedida. Apreciando diferencias y estableciendo semejanzas entre los individuos, se iniciará, insensiblemente, el proceso de 11 generalización que lo conducirá como de la mano, al estudio de las especies, géneros y familias: lo cual, como se ve, ofrece el mejor sistema de disciplina mental. Esto, se entiende, sin proscribir el estudio de las matemáticas, sino adunánlo con método, desde la aritmética elemental, hasta las formas superiores, más abstractas. En segundo lugar, proponía yo que en las ciencias experimentales, todas las observaciones y los experimentos