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EL MONO.’
No había capital de provincia donde el Ilustre Pick no hubiera dejado gratisimos recuerdos.
Pick, el larguirucho Pick,el iinmi table Pick.
Era nn artista lúgubre y búrlese» A la vez: uno de los más genuinos re presentantes de la escuela inglesa que, en lo qua se refiere A gimnástica excéntrica, sigue fielmente los precepto* del Crownell, mezclando lo bufo con lo horrible.
Ser más delgado que Pick, parecía A todos cosa imposible.
Aquella delgadez aumentaba aparentemente, gracias á los artificio* de ta malla de color de carne. El público creía ver las co*ti lias del clown cuando éste salla á la pista.
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Convencido de que no se despzr-tariani á tree tironee, siguió por el pasillo circular, deteniéndose ante una puerta que empujó suavemente acercándose luego, de puntilla*, A uaa jAula muy grande, qne era dormitorio de su rival.
Brilló en la semiobecuridad que allí reinaba una hoja de acero.
Taki no *e babia despertado y su cuerpo tocando casi los barrotes de la jánla, estaba en situación muy á propósito para que Pick le arrancara la vida de un solo golpe.
£1 down; al levantar el brazo, avergonzóse del acto que iba A reali-
No había otro más listo ni más
ágil, ni de mayor resistencia.
Cuacdo no estaba trabajando se le veia meditabundo, aburrido como hombre que está fuera de su elemento.
Apenas prestaba atención a los ejercicios de las incomparables seflóritas que. vestidas con trajes griegos ó escoceses, saltaban por los tradicionales aros de papel.
El público deliraba por Pick.
Pero no podia decirse lo mismo de los demás artistas del Circo Forelli, que no hacian más que tolerarle,por no haber otro clown que dignamente le pudiera reemplazar.
Y todos le adulaban, porque tenia un talento extraordinario para amen guar el mérito de los trabajos de sus compañeros.
De Pick dependía casi siempre el éxito ó el fracaso de un debut.
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Pero llegó un diu en que los arils tas humillados vieron muy próximo ¿1 momento de la venganza.
El viejo Forelli—un hombre de muy malas intencioues—compró á un marino holandés por una insignificante cantidad, no soberbio mono magnificoejemplar de la especie, un orangután, que educado á fuerza de habilidad, de ayunos y de iatiga zos, conclu) ó por adquirir todos los conocimientos rtecesarios para colocarse al nivel de muchos hombres y hasta para aventajar en sabiduria ú no pocos académicos.
Desde el dia en que Taki —nom bre con que el mono fué barnizado apareció en la arena del etico, la estrella de Pick comenzó á palidecer.
La inconstante muchedumbre fué fijándose cada vez más en el mono, mientras relegaba al olvido los deliciosos ratos que le proporcionaba el clown. Cuando el mono salín con uniforme de General inglés ó cubier ta la cabeza con un colosal sombrero cubierto de plumas, el entusiasmo de la multitud estallaba en estruendosos aplausos y aclamsciones.y na die se cuidaba de Pick,del inimitable Pick que devoraba en silencio su humillación. aumentada y convertida en inandita rabia por las miradas que el festejado animal le dirijia.
Pick agotó tod»s los recursos su fueiza,- de su ingenio, y de habilidad.
Pero en vano exhibía caprichosa* mayas sembradas de estrellas y lunas en vano cambiaba la forma de su tu pé de crin amarillenta y se embadurnaba el rostro con latas enteras de rojo y azul..,.
¡Todos sus esfuerzos fueron inúti les!
El mono le había eclipsado.
Dominado por la ira y por la desesperación, herido en su vanidad de artista y de hombre, Pick, el down que tanto hábia hecho reir al pübll. co, sintió invadido au cerebro por ideas horribles....
Repugnábale, en aquel momento, f asesinar al mono, y pensó A la vez quesu cobarde acción no serviría , para saciar por completo su sed de , venganza. Deseaba maUr A Taki» , pero luchando con él estruiAndolo , entre sus nervudos brazos, mordien- | do, desahogando, en fin, de un mo do brutal, toda la Itiria rencorosa de que se sentía poseído
Y dominado por esta idea, mezcla extraña de instintos sanguinarios y nobles, arrojó el puñal y abrió violentamente la puerta de! encierro.	.
Debió aquel comprender, indudablemente, que tenia delante un enemigo temible, por que salió de la jáula con el cuerpo encogido y los ojos brillante* con actitud amenazadora.
De prouto alzóse sobre sus patas traseras, y hombre y mono se con-' fundieron en estrechísimos abrazos ‘ quebabiaodetcimiuarconlamuer. te de uno de los dos combatientes.
Pick tenia muchas lueizas y una agilidad portentosa y las empleó bien para defenderse de Taki y para saciar en él su lábia.
Era aquel un duelo grandioso, en el cual ios dos rivales procuraban destrozarse mutuamente sin lanzar uu solo grito. Trascurrieron algunos minutos, comprendió el clowquesu vigor se debilitaba y que era preci so acabar.
Hizo un supremo esfuerzo y trató de derribar contra el suelo á su contendiente.
Pero Taki comprendiendo también que aquel era el justante desi-sivo. logró desasirse de los brazc» que le sujetsbau, deslizóse entre las piernas de su enemigo, y agarráudo se de ellas le volteó.
Al mismo tiempo oyóse un espantoso ciugimiento da h uesoo y la angustiosa voz del hombre que grita ba.
—¡Esto es un* traición! . . Dios mió . . !	.
Asi murió Pick, el larguirucho Pick, Pick el inimitable.
Paul oinistv.
Un terrible flagelo asoló después el castillo; se declaró una epidemia de I viruelas.'' La primera victima fué | una de la* camareras de Fleuré. ’ Esta la atendió dia y noche, hasta que ella cayó postrada por el mal implacable. Durante muchos dias estuvo entre la vida y la muerte. Luego Dios escuchó las oraciones de la enferma, y volvió á encender eu su cuerpo destrozado, el Fuego de la vida, que amenazaba extinguirse.
La seflorita de Fleuré vivió Pero ¡ay! ya no era la de antes. La enfermedad 4e babia dejado huellas indelebles de eu paso.
Entre tanto la guerra concluyó.
Los soldados volvieron á sus hogares á descansar, unos A curar sus heridas, muchos á morir. "Rl conde fué el primero que abandonó las filas
Su caballo aue conocía bien el camino, le llevó al galope beata la puerta del castillo De Fleuré. Un momento después de haberse hecho a-nunciar, se presentaba en la puerta de una pequeña habitación, Adonde su amada solia retirarse á leer ó A soñar. Eatnba á punte de pronunciar el nombre querido, cuando ya tenia én sus firazos á una mujer que ' entre llantos y sollozos parecía que ’ iba á sufrir un desmayo, acaso de alegría, tal vez de dolor.
Mas, en el acto, suavemente, se retiró de él.
¡No, exclamó no puede ser! Así lo he resuelto. Es la voluntad de Dios! Mírame! ja no soy hermosa; soy el tantasma de la muerte!
Y llevando al conde cerca ... —, ventana, para que la viera mejor en plena luz, continuó.
¡Míreme, miremei no puede usted amar » esta sombra ridiculn y horri ble de aquella á quien amaba cuan era joven y hermosa, ¡oíos mío, ten compasión de mi!
El conde la atrajo suavemente hacia si y depositó un beso en frente.
Luego dijo.
—¿Por qué has creido que amor pudiera ser tan frágil? No, no ménos que nunca, puedes abandonarme ahora. La voluntad de Dio* se cumple. Yo también he sufrido. Miiame, soy ciego,
Marvin Dana
De los niflo- y los viejos todo con calma lo- sufro, por que he sido lo primero y espero sér lo segundo.
Fueron tus palabras, ñifla, chaparrones de verano;
A la matlana cayeron á la tarde se secaron
y
Dices, Inés, que el alma
*e te ha perdido;
mira á ver no la tengas
en el bolsillo;
que muchas veces
donde menos se piensa salta la liebre.
Manuel Del Palacio.
eANTA^ES-
I.o- eslabones de amor Son pedacitos del alma Que el pensamiento los funde Y el coraron los engarza.
Un corazón sin amores Es una flor sfn aroma. Una noche aln estrellas, Un arbolito sin hojas.
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Una noche á las dos y media, cuando ni el má. leve ruido interum pin el profundo silencio de! Circo, confiado á la vigilancia de un palafrenero, Pick entró en él por una puerta trasera, cuya llave habla sustraído.
Pasó con paso rápido por . delante de las cuadras donde tranquilamente dormisn los caballos de volteo' y de alta escuela, y después de hacer una caricia A uno de los perros amaestrados, que empezó A gruñir, pero que en seguida le conoció, aproxlmoae al palafrenero de guardia, el cual roncaba tendido sobre un montón de paja y victima de una borrachera fenomenal.
ES una historia verídica, dijo el marqués. La he contado ya cien veces. Pero ya que me la piden, ahí vá. „
El conde de Longueville amaba á la señorita"de-Pleuré. Las dos familias no estaban de acuerdo, y en un principio se opusieron al casamiento de los jóvenes; más tarde, sin embargo, todo se arregló. El conde aloraba á su prometida y es ta no le iba en zaga. Se fijó el dia en que la boda babia de electuarse.
La alegría duró poco para los dos jóvenes. La patria llamó 4 sus hijos A las armas, y el conde recibió la órden de volver cuanto antes á su regimiento.
Llegó la hora déla separación, los dos novios se hicieron muchas promesas; se juraron fidelidad eterna y lloraron.
El conde partió. Se halló á centenares de leguas de su amada. Las comunicaciones quedaron Interrumpidas y no pudo ya recibir noticias de su amada.
En lo más recio de la batalle, durante las largas y penosas marchas, durante laa interminables noches de insomnio bajo la carpa, el conde llevaba siempre grabada en el corazón la imágen de santa, de au prometida, tan hermosa, tan pura. Volver A su lado, era el único objeto de su . vida, la esperanza que lo aostenia en medio de los trances A qne lo ex-, ponía su exclateneia de soldado.
En el castillo también se lloraba. : La desdichada ñifla pasaba los dias i en la tristeza y el duelo, en la ansiedad de recibir noticias del conde.
¡Nacíó |>obre pero honrado! No meció su humilde cuna la diosa de la fortuna , _ . cegada por la ambición." Pero aunque pobre en riqueza*, rico en nobles sentimientos, á muy altos pensamientos levantó su corazón.
Desde niño en el trabajo supo ganai diariamenie con el sudor de su Irente el pan que le dió el taller . . . . Del taller salió formado el ciudadano ya hombre sin una mancha en su nombre, ni una sombra eu su honradez!
Eu el altsr de la patria se formó buen ciudadano, virtuoso, digno, cristiano, generoso y varonil; supo Cumplir sus deberes, y abrió á su paso el sendero lisongero porvenir!
¡Honor al hijo de! pueblo que en el trabajo se eleva, y eu él engrandece y p.ueba su abnegado corazón!
¡Honor al obrero honrado que su concieucia levanta bajo la bandera santa de su patria y de su Dios!
Caklos Walker Martínez.
CANTARES.
El amor y el interes salieron á viajar juntos pero aquél llegó hasta el cielo, y este no salió del mundo.
Para hacerle una visita que su padre me encargó, pedí á un avaro sus seflaa, y ni sus seflas me dió.
Del tamafio de un gigante tengo una cija de plata y tengo enterrado allí el corazón de una ingrata.
T
¡Anda vete y dile al cura Que te vuélva á bautizar, Qne yo no he visto ‘'cristiano” Que lo disimule más!
Si aquel beso que me diste Te cuesta tantos suspiros. Tómalo y estoy en paz: ¡ No quiero nada contigo!
epitafios
Consulado + Mexisaco
HORAS DE OFICINA
TnlHÍcinn 18.
81 Pesa, Thxhs.
"Aquí yace uu diputado Que de emoción se murió Por que al ser interpelado Se vió el pobre precisado A contestar ‘‘si ó no."
II
"Descansa bajo esta leza Bueua madre v fiel esposa"
(Lo de madre no lo dudes; Lo de fiel . , . .esotra cosa.)
III.
"Aquí yace Dan Vicente, Hombre activo de tal modo, Que por ser activo en todo, ¡Hasta murió de repente!"
iv;
[Adios único bien que el alma adora! Adios mi dulce amor! Esposa mía! Ay! | La parca traidora Me roba para siempre la alegría!.. Nota. El esposo,autor de ceta elegía Mató de una paliza A su señora.
¡¡Fíese u-ted ahora !! . . .
Francisco mallen cónsul.
NOTA.—Las horas en que verificará la Inspección de ganados, por el Perito Veterinario del Consulado, serán las mismas que las hora» da Oficina, salvo el ca«o en que por urgencia se tenga que despachar algún ganado á juicio del mismo Cónsul Mexicano en El Paro.
Los animales enyo número no llegue á seis cabezas serán examina , dos en el patio del Consulado; lo* que pasen de esa número serán inspec-cionadoe en el lugar en donde los tengan lo* ir'"asados siempre que no ser fuera de la población.
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la que mi oscuro porvenir encierra: ¡vivir sobre la tierra
condenado al suplicio de no verte!
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