LA VIOLETA
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con es<pnsit¡i galantería, se prestaron á tocar en la velada.
Al Sr. Carlos Piazzini, que tan desinteresadamente se prestó á cargar con la pesada comisión de ornato y que tan bien supo desempeñar.
Al Sr. Domingo Cantelis, empresario de la compañía. Pastor, que con suma bondad permitió que la Srita. Palacios, la Sra. de Ors y el Sr. Vigil y Robles, cantaran en la velada.
A tan notables artistas, por el brillo que, con su gran continjente, supieron imprimirle á nuestra fiesta.
Al Sr. Juan García Alcalá que con fina generosidad, nos facilitó el pianoy otros objetos indispensables que so necesitaron.
Para todas estas personas no tenemos, sino palabras de reconocimiento, y les aseguramos que nuestra gratitud sera eterna.
Ojalá y en lo sucesivo encontremos la misma deferencia entre la sociedad regiomontanapara seguir adelante en nuestra comenzada-empresa.
La Repacción.
A m i tierna, am 'uja
MARIA M. BROWNE.
CON MOTIVO DE SU ENLACE MATRIMONIAL.
El cielo azul se cubre de negros nubarrones, Estalla la tormenta rujiendo el huracán;
Los truenos se suceden, las nubes se descargar.. Mas luego muy hermosos del iris los jirones Anuncian que los truenos las nubes y los rayos
Ya se van
Y entonces esplendente el sol ya sin desmayos Irradia nueva, vida, se anima la creación
Los bellos pajarillos que tristes ¡ay! trinaban,
Las llores que inclinados sus pétalos estaban Recobran^su alegría, y ya. todo es amor.
Así de la existencia el mar embravecido, Las olas son lai penas, la espuma es el dolor, Las lágrimas las nubes, el trueno los gemidos,
Y	el corazón se siente en la tormenta herido
Y	sólo la. esperanza alivia del martirio
El tétrico rigor.
Y siempre caprichosa la. suerte en su delirio Conpensa con ternura, las horas del sufrir
Y	cálmanse las penas, de) alma los dolores
Y	vuelven á la mente los sueños, los amores, La dicha realizando del férvido existir.
Yo canto,pues,tu dicha,mi dulce y buenaamiga, La dicha que imposible creías alcanzar; Sufriste resignada, del mundo los rigores..
Mas ya tus ilusiones, tus sueños, tus amores Has visto realizarse, y llena de alegría
Tu alma pura. está.
Que nunca la tristeza, tiernísima María Empañe de tus ojos el brillo celestial; Que nunca el hado adverso y nunca, los dolores Destruyan de tu alma los cándidos albores De eterna venturanza y dicha sin igual.
Ercilia Gaarcí.
A LA SEÑORITA
T!At!Afi-Q¡3
EN SU BENEFICIO.
Te saludo, mujer, porque tus glorias Son hijas del fulgor de tu talento; Tú tienes por artista, las victorias; Tú tienes por mujer el sentimienfu.
Arrullas con tu voz <|tie en tonos suaves Nunca en tú pecho palpitante agotas: Tú tienes del concierto de las aves Lo que falta al concierto de las notas.
Tú tienes en tu voz esc gemido
Que en medio de la noche so levanta, O algún oculto ruiseñor dormido En el seno inmortal de tu garganta.
Tú tienes el impulso del torrente (jue formando casdadas se despeña.,
Y	el confuso rumor de la corriente
Y	el éxtasis del que aína y del que sueña.
Tu canto es una lluvia de armima (juc quita de la mente las congojas; Le robaste al Amor su simpatías
Y	á la brisa el murmurio de las hojas.