Un negociante cristiano publicó un interesante libro titulado: God U mu Partner (Dios es mi Socio). En este libro manifieste que en todos sus tratos de negocio, él procuraba descubrir la voluntad de Dios y estar consciente de la dirección del Espíritu Santo. Lo glorioso es que cada cristiano puede decir con certesa: “Cristo es mi socio". Puede sentir continuamente un laso inquebrantable entre él y su Señor. Ya sea en momentos de enfermedad o de salud, de foso o de tristesa, de éxito o fracaso, el cristiano consagrado puede tener la constante seguridad de que su Señor nunca lo dejará. Así que puede cantar con confiansa, dentro de su cora-són: "Si él va conmigo, yo iré por doquier". Oracián: Padre celestial, has que podamos siempre estar conscientes de tu continua presencia. Amén. D. 37 de septiembre: Dando cristianamente, 3 Corintios 9:6-16. La vida demanda ciertas cosas de nosotros. Por más que tratemos, no podemos evitarlo. En cuanto a eso no podemos escoger; pero sí podemos escoger si vamos a cumplir nuestras responsabilidades alegremente o murmurando. Una madre tiene muchas cosas qué hacer en el hogar al comenzar un nuevo día. Puede comenzar su trabajo con resentimiento en su corazón, y ti día se le hará largo y cansado, sin sentir que ha logrado algo. Pero si ella es una madre sabia, comenzará el día con un canto en su corazón, diciendo: “Haz que mi trabajo sea bueno por muy pequeño que sea. porque tú sabrás si lo hago bien o mal". Así es con ti médico cuya sala de espera siempre está llena de pacientes; o el colegial que tiene que presentar exámenes: o ti obrero que tiene delante de él un trabajo desagradable. El que sirve de mala gana no puede servir bien. Todo esto es muy cierto con referencia al servicio cristiano, con el asunto de dar cristianamente. La obra del Señor necesite sostén. 81 damos de mala gana, no seremos bendecidos. Si damos con gusto y libremente, esteremos satisfechos y seremos bendecidos, porque “Dios ama el dador alegre". Oración: Has, uh Dios, que seamos buenos mayordomos de todo lo que poseemos. Amén. SECCION DI PADRES E HIJOS (Continúa de tos colores pueden encontrar aquí en su propio patio", la madre dijo. “Yo voy a decir el color, y cuando encuentren algo de ese color, me lo traen". “iQué divertido!" dijo Joaquín. "Vamos a comenzar con uno muy fácil de hallar", dijo la mamá. “Encuentren algo verde". Los niños cortaron una poca de hierba verde y se la llevaron a su mamá. “Bien", dijo la mamá. “Este no va a ser ten fácil. Encuentren algo rojo". Joaquín y Joel buscaron y buscaron. Al fin Joel dijo: "Aquí hay algo rojo. Nuestro aeroplanlto que se había perdido". Joel lo tomó y lo puso en el suelo cerca de su mamá. “Muy bien, ahora busquen algo amarillo". 4S la página 13) "Aquí está", dijo Joaquín. “Una flor amarilla". Los niños corrieron hasta donde estaba la mamá y pusieron la flor a un lado del aeroplanlto rojo, i Cómo les gustaba el juego! Estuvieron Jugando hasta que encontraron un pedaclto de cordón blanco, un palito café, una ruedlta negra de un carrito, una pluma azul, un pedazo de hilo rosa y los pusieron a un lado de la hierba verde, del aeroplano rojo y de la flor amarilla. Luego Joaquín y Joel entraron a la casa con su mamá y ella les sirvió leche con galletas. Antes de tomar los alimentos dieron gracias a Dios por su bogar, por su mamá y por loe allmentoe que les ayudaban a crecer sanos y fuertes. IL HOGAE C1ISTIANO