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y el notable fenómeno de que la emi gracion del vecino país del norte sea mayor actualmente que la inmigra cion, antes tan abundantes. Atribú yese esto á las pésimas condiciones económicas en que se hallan los Es tados Unidos, pues la competencia en el trabajo y la baja de los jornales son extraordinarios.
Esta grave situación alcanza tam bien á nuestro país. La baja de la plata no solo persiste, sino que se acentúa más: y si bien es cierto que esto aumenta la prima de nuestras exportaciones, son estas relativamen te tan pequeñas, que no compensan en modo alguno la disminución del comercio de importación y la consiguiente baja de los ingresos de aduanas.
Afortunadamente el Gobierno, con disgusto, sin duda, de los contribuyentes ha aumentado notablemente los impuestos que podemos llamar interiores y el Timbre es, hoy por hoy, el recurso mas seguro del Erario y acaso el único que no está sujeto á las fluctuaciones de la plata. Cansado parece ya repetir, con todos nuestros estadistas, que la agricultura es el único, aunque seguro recurso de nuestra salvación económica.
Poco notable encontramos en los Estados. Salvo las dificultades financieras de Durango y Aguascalientes, ’os demás Estados siguen su marcha normal con más ó menos tropiezos. Guerrero con la separación del Gobernador Monasterio y el nombramiento de un interino—á quien la oposición señala como cubano—se prepara á verificar sus elecciones, rin diendo ruidosas ovaciones á Neri, el revolucionario y perseguido de ayer y hoy candidato posible á aquel Gobierno.
Mayor suma de acontecimientos podríamos consignar refiriéndonos á la vida de la Metrópoli, á disponer del espacio necesario para ello. La
crisis financiera y mercantil; la gran cuestión ele Belice, cuya discusión ocupa á la prensa y aun la aparición de diversos periódicos, que indican con mayor ó menor exactitud las ten dencias sociales, serían asuntos capa ces de ocupar por sí solos la atención de los lectores.
En un orden de ideas menos "elevado, es digna de notarse la ruda campaña que ha emprendido la pren sa de oposición en contra del Secretario de Hacienda, cuyos actos ha llegado hasta á considerar corno nulos, en virtud de haber asegurado esa misma prensa, que tal funciona rio no es mejicano. El Diario Oficial, rompiendo su tradicional mu tismo, ha desvanecido tan grave car go, probando que, aunque hijo de ex trangeros y nacido en México, optó el joven Ministro por nuestra nacionalidad llegado á su mayor edad.
Relacionada con estas cuestiones de extrangería, no ha dejado de presentar interés la extradición de Fort, ex-Administrador del Timbre en Her m osi lio, que huyó á Francia dejando un gran desfalco en su oficina. Sabido es que no existe tratado de extradición entre México y Francia; y’ es ta circunstancia, unida á la de que Fort alegó ser francés y no mexicano, hizo difícil la extradición del pre sunto culpable. Esta se llevó á cabo, por fin, entendemos que mas bien por las buenas relaciones que existen entre los dos países que por la habí lidad de los agentes del Gobierno.
La Justicia ordinaria no’^ha sido menos que la Federal, pues si esta tiene á Fort, aquella juzga á Zaldí -var acusado de estafa, por sumas de consideración. Jurado es este que está llamando extraordinariamente la atención, no solo por la magnitud de las sumas de que se trata, sino por la posición de los testigos y acusado res todos pertenecientes al alto comercio. Parece que la estafa no es-