LA Geografía trae desconcertados a los candidatos plurinominales. Llenos de entusiasmo, todos —hasta los Nacidos para Perder" del PRI— aceptaron su postulación; el • problema apareció al tomar conciencia de1 la enorme magnitud de la campaña que deben realizar: ante sí tienen recorridos de varios miles de kilómetros en una extensión de centenares de miles de kilómetros cuadrados, con decenas de millones de habitantes y decenas de miles de ciudades, poblados y rancherías. Su itinerario habrá de llevarlos —en el breve i lapso de los 76 días que faltan para las eleccio-I nes— del desierto a la selva, de las montañas a las llanuras, del altiplano a las costas; todo ello a través de una geografía humana extraordinariamente diversa y afrontando una problemática no sólo variada sino aun contrapuesta. Pobres. ¿Cómo le harán para cumplir con la descomunal campaña que se les vino encima? Veamos, circunscripción por circunscripción al fin nomás son tres—, la gigantesca tarea que deberán efectuar los mil 400 ciudadanos propietarios v suplentes de los siete partidos nominados para las diputaciones de representación proporcional. DOS MILLONES DE KILOMETROS ENCAMPANA Los de la primera circunscripción deberán recorrer de Tijuana —Baja California— a Tlacua-chixtlahuaca —en Guerrero—, pasando por los desiertos y las sierras de Sonora, por los pedregales de Baja California Sur; por las llanuras y montañas sinaloenses; por los campos fé rales y las serranías abruptas nayaritas; por las costas, los Altos del Bajío de Jalisco: por los minerales y sembradíos guanajuatenses; por los viñedos de Aguascalientes; por las tierras tropicales de Colima; por las costas, sierras y'llanuras de Michoa-cán; por las difíciles, broncas montañas de Guerrero. Nada menos que once Estados en una extensión de más de 2 mil kilómetros de extremo a extremo, con 19" millones 963 mil 710 hátihhntes —cálculo para el día de los comicios—, que comprenden 87 distritos uninominales y una superficie próxima a los 700 mil kilómetros cuadrados. A los de la segunda circunscripción les fue peor. Su área de campaña principia en los linderos con ios Estados Unidos —Chihuahua— y concluye en las selvas petrolíferas del sureste, precisamente en la región limítrofe de Veracruz con Tabasco. Además, incluye Durango, Coahuila, Nuevo León. Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo. •• Aquí son menos Estados pero más kilómetros: diez entidades federativas con una extensión de 2 mil 500 kilómetros de extremo a extremo y una superficie que se aproxima a los 800 mil kilómetros cuadrados. También son más habitantes —20 millones 255 mil 686— pero el mismo número de distritos uninominales: 87. La circunscripción número tres es más pequeña, pues "sólo" tiene una superficie cercana al medio millón de kilómetros cuadrados y abarca desde Polotitlán de la Ilustración —Estado de México— hasta Cancún en Quintana Roo, pasando por el Distrito Federal y los Estados de Morelos, Tlaxcala, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, y el ya mencionado de Quintana Roo. En total, 29 millones 161 mil 708 habitantes en once entidades que incluyen 126 distritos uninominales y una extensión, de extremo a extremo, próxima a los mil 700 kilómetros. En suma, que los mil 400 postulados tendrán que entrarle a una campaña de dos millones de kilómetros cuadrados o, para ser más exactos de un millón 958 mil 201 kilómetros cuadrados que, según la secretaría de Programación y Presupuesto. integran —con todo e islas— el territorio nacional. Viacrucis de candidatos Geografía vs. plurinominales Mario EZCURDIA CAMPANA de los derrotados Descomunal —ya se dijo-— es la tarea enfrentan los candidatos plurinominales. Lo que peor es que la magnitud del esfuerzo que deberán realizar no cuenta, siquiera, con el aliciente de una posible victoria. La perspectiva de triunfo es buen señuelo, pero la mayor parte de ios postulados saben bien que no tienen las más mínimas posiblidades de llegar a la LI Legislatura. Echemos algunas cuentas y se verá como no hay exageración en lo que afirma este párrafo. Del PRI no hay ni qué hablar. Sus doscientos candidatos plurinominales —cien propietarios y cien suplentes— ya saben que "nacieron para perder". Los otros seis partidos presentaron lista completa de candidatos de representación proporcional; es decir, incluidos los suplentes, doscientos cada uno. Pero, acogiéndose a las facilidades de la LOPPE y a lo establecido en enero por la Comisión Federal Electoral, sólo postuló cada uno de ellos 140 candidatos nuevos —contando a los suplentes, no se olvide— y 60 -30 propietarios y 30 suplentes- que ya estaban registrados en los distritos uninominales. Así, aun cuando se incluyen 360 con postulación doble, el total es de un mil 200 candidatos plurinominales, además de los 200 del PRI íntegramente condenados a la derrota. En caso de que “se haga la chica" y le aticen duro al PRI en los distritos, lo máximo que, en las circunstancias actuales, podría lograr la oposición serían 50 victorias uninominales. En tales condi- ciones - debido a la doble postulación— las lista plurinominales tendrían que "correrse" dando oportunidad a los siguientes postulados. Aun cuando las elecciones arrojaran tan improbable resultado, sólo entrarían a la cámara 150 diputados de oposición, además de sus respectivos suplentes. Aquí, la doble postulación causa .un enredo, pues resulta que esos 150 diputados saldrían de las listas plurinominales a pesar de que 50 de ellos hubieran obtenido el triunfo en los comicios de distrito uninominal. De todos modos, el cálculo más optimista tiene que conformarse con un máximo de 300 triunfadores —150 propietarios y 150 suplentes— de los mil 200 postulados por los seis partidos de oposición. Es decir, hasta en el mejor de los casos, habrá un mínimo de 900 derrotados, a los que deben sumarse los 200 plurinominales del PRI. Como se ve, esos candidatos tienen la perspectiva de una muy ardua campaña y escasísimas probabilidades de triunfo. INSTRUCTIVO PARA PERDER Si las prespectivas de éxito de la oposición son limitadas —en proporción de 1 a 6— en las circunstancias plurinominales, las del PRI son nulas porque, como ya se sabe, al obtener más de 60 constancias de mayoría relativa quedará excluido del reparto de diputaciones de representación proporcional. Sin embargo, ese partido y sus candidatos no se desaniman; en el acto de protesta de los nominados se entregó a cada uno algo que bien podía llamarse "instructivo para perder". El documento consta de doce, páginas y se titula —en verdad — “Guía de Campaña". Se trata de un breve manual que principia advirtiendo a los candidatos que "del cumplimiento de estas disposiciones dependerá en gran medida la eficacia de las campañas electorales, el incremento de la confianza ciudadana en nuestro partido y el estímulo de la conciencia cívica nacional". Algo muy importante, pues. Con tal introducción y tratándose de una lucha electoral en la que por primera vez intervienen tantos partidos de oposición, cabe suponer que la "Guía de Campaña" plantea cuestiones t«é?Re.6í.MTACI0N I PROPORCIONA, l n i vdfe. fW ftoffct CIRCUNSCRIPCIÓN PLÜRINOMINAL profundas, traza una estrategia de altos vuelos y aconseja tácticas de gran eficacia. Veamos algunos puntos. En el primer título —postulación— sugiere a los candidatos cosas tan obvias como la conve- niencia de que participen y asistan a su propia postulación, que pronuncien un discurso, que tal discurso se refiera a temas de interés para la comunidad y que se divulgue. En el inciso 4 les indica que “a la semana siguiente a la postulación, los candidatos convocarán a asambleas de trabajo para analizar los problemas de la zona, con los representantes de las corrientes de opinión más importantes de la circunscripción". (Difícil cosa la de analizar, en una sola asamblea, los problemas de Tijuana y de Tlacuachixtla-huaca, del Valle del Yaqui y del tránsito en Guadalajara, o del fallido Plan Huicot y de la minería guanajuatense. Evidentemente, los elabo-radores de tal estrategia pasaron por alto la dimensión de la circunscripción y la enorme variedad de problemas que hay en cada una de ellas). Por ahí sigue la cosa. Se aconseja a los candidatos que realicen mitines —y que previamente escojan el lugar del mismo mitin—, que instalen equipo de sonido, que digan sus discursos en lenguaje sencillo y llano, que lleguen puntual-, mente a los actos y que distribuyan propaganda de su partido. También les sugieren algo sorprendente, teniendo en cuenta que el área de campaña abarca, en la más breve de las circunscripciones, casi medio millón de kilómetros cuadrados. Les d^^ que "acudirán al mayor número de casas de^^ circunscripción procurando no hacer ning^-iü discriminación, debido a que todos los ciudadanos merecen nuestra atención y respeto...". (Imagínese usted: un candidato visitando el mayor número de casas existentes entre Ciudad -Juárez y Minatitlán, puntos extremos de la circunscripción número dos). Con esas muestras basta. La "Guia de Campaña" priísta parece un documento realizado en parte por aquel famoso Perogrullo. y en parte por alguien que se hubiese negado a tener en cuenta las características de las circunscripciones.