16 EL ATENEO —REVISTA ESTUDIANTIL hombre es la de “non posse non pecare” (no poder dejar de pecar), en virtud de un estigma perpetuado a travez de las edades y que encuentra su origen en los tiempos antediluviales, en la fábula pueril del paraíso. Cuando pensamos en Hidalgo y en Bolívar, que funden las aspiraciones de toda una raza fustigada con el látigo implacable del tirano y explotada por la insaciable avidez del aventurero, nos inclinamos a ver realizado tan augusto ideal; pero cuando en rápida hojeada recorremos las tristes páginas de nuestra Historia, habremos de estar de acuerdo con el sociólogo que dijo que estos pueblos habían fluctuado siempre “del despotismo a la anarquía” y al revés. Por eso el heroico atrida que con el gesto del conquistador lucha por la libertad, debe coronar su obra con su muerte, como una obligación postrera. Tal es la epopeya trágica y gloriosa de los héroes. La muerte vendará sus ojos, como para impedir que contemplen las flébiles exequias de sus esperanzas rotas y se lleven a la tumba la visión de libertad hecha tangible. Ellos ven la libertad como una imagen que aparece en el fondo tenebroso de ese cuadro que retrata al espantoso Minotauro de la guerra. Hay hombres sabios; no hay colectividades sabias. He allí porqué hay hombres libres, porqué no hay pueblos libres. La idea de Libertad, proporcionada a la capacidad intelectual de cada hombre, evoluciona, como evoluciona toda idea desde la oscuridad de la incompresión, hasta las diáfanas atmósferas de la más completa inteligencia. Con la etapa primera se conforman las multitudes; la última corresponde a los sabios. No sin algún fondo de verdad se ha dicho ‘‘no es hombre libre sino aquel que ha matado el último Dios sobre la colina del último ensueño”. Tener idea de la Libertad, sentirla, para amarla después; he allí sus tres faces progresivas. Quien ama la Libertad posee la Libertad, porque la Libertad es una Diosa inviolable, que para no macular el armiño de su pureza, con el fango de la piara, se aleja de ella... .y el pueblo la persigue, la persigue infatigable, como cuenta la leyenda del arquero tras el pájaro esmeralda de la Ciencia. No se pretende aniquilar los ideales bajo un yugo asceta y pesimista, ni matar el entusiasmo, no es el triste mensaje de desesperanza y de renunciación. Sin ellos ¿que queda de la juventud? ¿que de la vida? Un páramo de triste monototonía, roto el estro del poeta, ya no canta más sus himnos a la vida- Y no habla por mis labios una juventud prematuramente senil, no habla un espíritu decrépito y encallecido por la desilusión y el sufrimiento; habla, sí, una generación que comienza a vivir y que marcha “alta la frente y en la sonrisa un altanero desdén de desengaño”; habla el “optimismo paradójico” HACIA ADELANTE Por FERNANDO DURAN, autor de “EGIPTO?’ Estamos de regreso. Nuestras vacaciones han terminado. A todos nos han parecido demasiado cortas, aún más de Jo que fueron. Todos traemos gratos recuerdos de los días pasados entre personas queridas, y ahora que entramos de nuevo a estudiar, esto nos parece demasiado monótono, si lo comparamos con los días de libertad de que gozamos: Excursiones campestres, cabalgatas, y, por la noche, departir amigablemente en la plaza provinciana, con personas por nosotros tan queridas. Nada de tener que presentarnos a determinada hora, a estudiar determinada clase con el hastío que produce la rutina, sino desprenderse de todas esas preocupaciones, para gozar del suave y tranquilo ambiente que los pueblos pequeños tienen. Pero la Vida, como la Naturaleza, está hecha de alternativas y contrastes. Frío y calor; noche y día, alegría y tristeza, trabajo y descanso. Esta ley natural, es la que nos permite saborear las dulzuras del deber cumplido, de la faena hecha. Nuestras vacaciones fueron una recompensa a nuestros estudios. Las hemos gozado. Ahora, que delante de nosotros se extiende otra temporada de estudio, del bendito estudio que un día nos hará hombres dignos de llevar el nombre de ciudadanos mexicanos, debemos estudiar con fé, con ardor, con la esperanza de que el día de ^mañana, seremos recompensados por nuestro» trabajos y desvelos, con el magno papel de piedras angulares en el grandioso edificio de una Patria Nueva. Saltillo, Coah., a 9 de julio de 1929. wjmMffrjsMTOMíesscwmewOTfjrjrí»» de una generación que habré sus ojos a la vida para contemplar abatidas y deshechas sus más bellas y nobles ilusiones y que surge de ese firme pedestal y se presenta impertérrita a la lucha'. a una lucha de innovación, iluminada por los faros inextinguibles de su idealidad fecunda. TOMAS GARZA PELAN “Ateneo Fuente” Julio de 1929