Foro Malabarismo. FOROCULTURAL del 13 al 19 de junio de 1997 / 21 y.-. ■ ■ --- .■ Fotografía de MARCELO (Enrique Botello Abarca), primer lugar en la IX Bienal Plástica de Baja California 1993, promovida por el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC). Plata sobre gelatina. Mucho más que pensador soy sentidos Gerasasa Dehesa (* II "y última parte de la entrevista realizada por Juan Manuel Robles y publicada por la revista Playboy México) -¿Cómo es Julio Scherer como crítico y lector suyo? “Nunca está satisfecho. Me dice que me falta crueldad y rabia. Quiere que me coma crudo a todo mundo. Me dice: “¡párteles la madre!”, “¿Por qué a todos. Julio?” “Tú párteselas. luego te explico”. Para eso está Proceso, revista que respeto mucho. Julio no soporta que en un momento dado le diga que platique con equis funcionario. “¿Porqué platicaste con ese infeliz?” “Quiero saber que se trac”. “¡Pues no le concedas nada!”. Es algo así como Pepe Grillo, muy feroz. Nada complaciente. “Algún día vas a aprender a escribir bien, pero cómo te falta”. “Ahí voy Julio, pero no me estés molestando”. En el fondo yo entiendo su cariño y su cuidado por mí. Su respeto también. Lo demás sólo son ganas de molestarme y de querer que te dirijas a la yugular de todo el mundo. Yo no. A veces los saludo, les platico, luego me divierto. Nunca tengo pretensiones así de amargado. “¡Qué de amargado!", me dice. Son discusiones y plati cas muy graves para los dos, pero en el fondo son muy respetuosas y sonrientes". - ¿La lucha de don Julio en Proceso guarda cierto paralelismo con el caso del diario Reforma? “A los directores de Reforma los he escuchado decir con todas sus palabras: “Sin Julio Scherer, Reforma no existiría". Y no se trara de cuestiones de índole material, sino del testimonio moral que dio Julio y la resistencia que lo encabezó. Ahora lo que he descubierto es que hay muchos que no están dispuestos a ejercer la libertad, porque teníamos esa costumbre. En nuestra no nos educan para ser libres. Desde que empezamos a hablar ya nos están prohibiendo cosas, que eso no se toca, que eso no se dice, que eso no se hace. Te van interconstruyendo el censor. Uno no necesita de Gobernación, ya lo traemos. De pronto yo veo a ciertos periodistas que están en esta generación de transición que es la mía, que no toleran vivir sin el chayóte, y que pudiendo decir lo que saben no quieren. Ya se habían acostumbrado a transcribir el boletín y a pasar por su sobre. La pelota ya no está del lado del gobierno, sino del nuestro. El ejercicio responsable de la libertad implica el aprendizaje de lo que es la libertad, cuáles son sus límites y hacia dónde hay que dirigirla, porque sino es pura disipación, te vas para todos lados, porque no hay objetivo. El ejercicio de la libertad tiene un punto y ese lo marca cada uno y loSncorpora al rumbo del medio en el que trabaja”. -¿También tiene que ver la disciplina? “Sí y también la atención. A mí no me preocupa mucho escribir bien o mal, porque eso lo aprendo todos los días. Me importa más escuchar, no estar pegado con el oído a uno mismo, sino a la ciudad. Entonces traigo mis orejas parabólicas funcionando todo el día. Esto es lo que a mí me encanta y de ahí es de donde vivo". -Es un tipo de información que siempre se evitó. Antes lo que se decía y escuchaba, es decir, la opinión de México se quedaba ahí. “En el New York se encontraba en la primera página: “The Talk of the Town” (Lo que dice la ciudad). Me preguntaba por qué aquí no se escucha lo que dice la ciudad, salvo ciertos momentos excepcionales, no sé, de Lcduc o de Salvador Novo. El cronista siempre ha sido el periodista dotado, mesiánico y exquisito, el portavoz. Convencido de ser líder de opinión, habla pero por su cuenta, desde un yo totalmente ahogado y vuelto sobre sí mismo. Un ejercicio de narcisismo autónomo. A mí me encanta el nosotros, como terreno protagonista de la información. Mi pleito con Guillermo Ortiz es que no escucha. Los medios dicen su verdad y de alguna forma nos la imponen. Si se pudiera por las buenas, pero como no pueden, amenazan de por medio. No se dan cuenta de que la sociedad ya no funciona así en este país". -¿Es una imposición? “Es como si te dijeran que te arrodilles porque ellos tienen la verdad como en l,a primera (Pasa a la página 22)