II. AL CONTAR LA HISTORIA 1. Un seguidor de Jesús irá a llevar el mensaje. Cuando Jesús en sus órdenes de marcha dijo: "Id" estaba hablando a todos sus seguidores: niños y niñas, hombres y mujeres. ili Irá siendo un seguidor en su propia iglesia —Antes de que una persona pueda ser buen director. debe aprender a ser un buen seguidor. Cuando Jesús dijo: • Venid en pos de mi y haré que seáis pescadores de hombres.” quiso decir que uno puede ganar a otros, si puede ser como Jesús y trabajar por él. Antes de que uno merezca ser director debe haber aprendido a hacer lo que se le dice. Un cristiano que asiste a los servicios, estudia su lección de la escuela dominical y de la unión de preparación, que lee su Biblia, y se queda al servicio de predicación, que es reverente, y da a su iglesia lo que es del Señor, está preparándose para ser director. Aquel que es servicial con los demás, también está preparándose para ser director. Hay muchas cosas que deben hacerse en nuestra iglesia y en nuestro vecindario, hay personas solitarias, hay personas que no han oido hablar de Jesús, nunca han asistido al templo, y nunca han leído la Biblia. Hay personas a quienes debemos invitar para que asistan a la escuela dominical, personas que todavia no son miembros de la unión de preparación. Que ya han aceptado a Cristo como su Salvador, pero que no han aprendido a trabajar para ganar a otros. i2i Se preocupará por otras personas—Ninguna persona egoista ha llegado a ser verdaderamente grande. Los grandes personajes siempre han estado interesados en ayudar a otros. En la actualidad hay en el mundo hombres y mujeres, niños y niñas que no conocen a Jesús. Estas personas están completamente perdidas. Los seguidores de Jesús deben darles auxilio, por medio de sus oraciones y de sus ofrendas: deben decirles la historia de Jesús, deben •‘ir”. ¿A quién no le gustaria ir con un grupo de personas a invitar a los perdidos a que asistan a la escuela dominical y al servicio de predicación? Hombres y mujeres, niños y niñas, pueden hacer este trabajo. “Irá" por medio de su dinero—Cuando los seguidores de Jesús van a llevar el mensaje en su nombre, llevan órdenes especificas, y también tienen la promesa de que Jesús estará con ellos. Cada ofrenda, no importa cuán pequeña sea. ayuda en la obra. Jesús la toma y la multiplica para usarla en su obra, De la misma manera que multiplicó la harina de la viuda. Cada centavo que damos ayuda en el extendi-miento del evangelio. <3» Dios llama a los primarios para que sean mensajeros especiales—Aquellos que son fieles en las cosas pequeñas, con frecuencia son llamados para hacer grandes obras. Muchas veces Dios habla al corazón de los primarios, y les dice que deben ser ministros, misioneros, o mensajeros especiales de alguna clase. Muchos de los misioneros que hay en la actualidad recibieron su llamamiento para ser mensajeros especiales cuando eran niños. Aquellos que oyen el llamamiento de Dios deben atenderlo y prepararse para estar listos cuando llegue la ocasión de hacer una obra grande. 2. Cuando todos los seguidores de Jesús vayan a llevar el mensaje el mundo será salvo. Qué gran dia será aquel en que los seguidores de Jesús vayan a llevar el mensaje como él lo ordenó. Por medio de sus oraciones, de sus ofrendas, de su tiempo, de sus talentos, los primarios pueden apresurar la llegada de ese dia. Haciendo la obra que llegue a sus manos, estarán listos para hacer mayores cosas. Una vez un niño dio a Jesús su merienda que consistía en cinco panes y dos pequeños pescados. Era todo lo que el niño tenia, pero con gusto se los dio a Jesús. Este niño pudo haber dicho: ‘‘¿Qué bien hará esta insignificancia de alimento entre tantas personas? Esta merienda es suficiente para mi, pero no será nada para esta multitud hambrienta.” Pero el niño no dijo esto, y con gusto dio a Jesús su merienda. Andrés había dicho que Jesús deseaba alimentar a toda esa gente, él no sabia cómo podría hacer semejante cosa, pero hizo su parte. “Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, repartió a los discipulos, y los discipulos a los que estaban recostados: asimismo de los peces, cuanto querían” (Juan 6:11>. Y aquel dia fueron alimentadas cinco mil personas. Cuando Isaias el profeta oyó la voz de Dios diciendo: "¿A quién enviaré, y quién nos irá?" Respondió: ‘‘Heme aqui, enviame a mi." Los seguidores de Jesús deben escuchar el llamamiento de Dios y responder: ‘‘Heme aqui, enviame a mi a invitar a algunos para que vengan a la casa de Dios; enviame a mi a visitar a los enfermos; a hablar a otros acerca de Jesús; enviame hasta los fines de la tierra, o enviame sencillamente a la otra puerta, pero enviame.” Trad. O. S. D. de Lerin. EL PROMOTOR DE COMO CONSEGUIR QUE NUESTROS NINOS LEIN BUENA LITERATURA Christine Garnett COMENCEMOS por meditar en el bebé antes de que éste abra los ojos en este mundo grande y ajeno. ¿Qué está leyendo la futura madre? ¿Está tranquilamente gozándose de las profundidades de la Palabra Sagrada? ¿O está absorbiendo en su mente y corazón los episodios radiales, sean cuales fueren? ¿Está atesorando en su ser un raudal de las experiencias de los personajes que viven en los libros buenos, para poderlas impartir, por precepto y ejemplo, al ser que pronto ha de formar una parte preponderante de su vida? ¿O está demasiado nerviosa y preocupada en hacer la canastilla? ¿Encuentra su tranquilidad y seguridad en las hermosuras de los poetas cuyos valles rien, cuyas montañas desafian a los tiempos? ¿Canta y sonríe con sus palmas y sus flores? ¿Pudiera su proceder durante estos meses influir en el carácter del bebé que dentro de breve será una realidad? ¿Y el niño de cuna? Es una delicia ver sus ma-necitas y sus piecesitos moverse al compás del ritmo del poema leido muchas veces por mamá. La voz suave, dulce, murmuradora calma e invita inconscientemente a que se imite. ¿No es tan importante el deber de la madre el de leer diariamente, a hora fija, a su prole como prepararle el alimento material? Bien alimentado, su ropita cómoda y limpia, no necesita el niño el biberón, sino la lectura, la canción, el silencio. ¡Qué gozo y qué alegría cuando el niñito descubre que tiene manecitas, deditos, piecesitos! Lucha tenazmente para tomarlos y llevarlos a la boquita. Entre los primeros objetos que él descubre debe haber libros de colores atractivos, que el niño aprenda a acariciar mientras balbucea en su propio idioma. Antes del año, cuando el bebé está aprendiendo a hacer caso de las llamadas de la natura- EDUCACION CRISTIANA BIBLIOTECA leza, la madre lo entretiene con la lectura, con las láminas... muy pronto él tiene sus láminas predilectas ... y cuando menos se piensa, la naturaleza ha cambiado sus funciones naturales, y al niño le va gustando la entonación de la lectura, y sin esfuerzo, los hábitos van formándose. Niños asi amados, y guiados en esta época psicológica, a los dos años y aún antes, saben algunas letras, reconocen algunas palabras que ellos han asociado con encantadoras láminas. A esta edad ya no se puede engañar al niño con el cuen-tecito, él lo sabe de memoria e interrumpe con "No es asi." Buscando de esta manera que los niñitos estén rodeados de buena literatura, se logra que los niños a los dos años sepan trocitos de versos y sepan aplicarlos a sus propias experiencias, como la niña de dos años que siempre con entusiasmo ofrecia leer versos a las visitas, y realmente creía que los leia. Estaba ya tan acostumbrada a llevar consigo un libro que un dia cuando su papá la invitó a montar a caballo con él, ella preguntó con toda seriedad, "¿Llevaré un libro?" Dice la Sra. Von Tungeln, amiga de la referida niña, debido a su "dieta de buenos libros", cuando tenia siete años su maestra informó a los padres que ella estaba leyendo al nivel de los niños del quinto grado. Esta misma señora, gran psicológica y amiga de los niños, cuenta de otra niñita de dos años que entró a donde estaba sentado su padre, llevando un libro tan grande como ella, se desplomó en su silloncito, el libro al revés, diciendo, “Ahora voy a averiguar.” Vemos que el padre leia y tenia el silloncito de su hijita al lado del suyo. Indudablemente, muchas veces él había conseguido que ella amara los libros con decirle que en ellos ella podría conocer las cosas. ¿Nunca han visto mis lectores a un niño de tres años sumergido en su libro predilecto? Rara vez vira la hoja, pero está encantado con una lámina que ha mirado muchísimas veces. ¿Cuándo empezará la biblioteca de los niños en el hogar? Opinamos que debe ser en estos primeros años, que estos mismos libros tan amados, y quizás algo gastados por pequeños dedos, deben ser los primeros libros en "mi estante" como orgullosamente dicen los niños, o a lo menos en el entrepaño que pertenece al niño. ¡Con qué gezo el niñito carga al "Gato con botas" o el "Foso de leones de Daniel" para que papá "me oiga leerlo"! Y dichoso el padre que comprenda que la hora con sus hijos y la lectura es de mayor importancia que la hora con el periódico. ¿Qué importa que el niño duerma al son de la "voz de la lectura"? El soñará con los niños sen- 29