ORIENTACION iiiiiiiiiiiiitiiiiiiiiiiiii[)iiiiiiiiiiiirniiiiiiimicii¡iiiiiiH!¡t]iiiimiiiiiciiiiiiiiiiiiin!iiiiiHmitiiiiiiiiiininiiiiiiiiiiiicimiiiiiiiiiriiiimiiiiiiniiiii¡iii¡iiriiiiiiii!iiiii iiiiiiiiiiiiniiiiiiiniiirjiiiiiiiiiiiiniiiiimiiiini::iiiiii:i £ Biografía del (¡rol. Ignacio Zaragoza g Don Ignacio Zaragoza, nació en la Bahía del. Espíritu Santo, en el Estado de Texas, cuando éste territorio formaba parte de la República Mexicana, el 24 de marzo de 1829. Hizo sus estudios primarios en Matamoros, Tamps, y en Monterrey, N. León en donde los concluyó y comenzó sus estudios secundarios en el Colegio Seminario; no sintiendo inclinación ni perol foro ni por la colesiástica, únicas que ese tiempo podían seguirse en Monterrey, al llegar su familia a establecerse allí, él se dedicó al comercio. Pero tiempo después, ingresó a las milicias o guardias nacionales con el grado de sargento primero y en 1853 entró a formar parte de una compañía de línea, comenzando entonces * propiamente su catrera militar con el grado de capitán. En 1855, de arraigadas ideas liberales, secundó el Plan de Ayutla y el 23 de julio de dicho año, estuvo en el combate de Saltillo, en el que las tropas liberales alcanzaron un gran triunfo sobre las que mandaba el (Ral. \\ ood y habiendo desplegado gran valor en el combate, sobre el mismo campo de batalla se ascendió a Zarago za al grado de Coronel. Derogada la dictadura de Santa Ana, en septiembre de 1865,Zaragoza defendiendo los ideales del Plan de Ayutla,hizo, una brillante defensa de Monterrey. Dice de esta acción el historiador don Francisco Sosa. “Las fuerzas del Estado habían sido derrotadas el 30 de septiembre, a una jornada de la ciudad, por las de Tamaulipas. Ni un soldado había en la plaza. Zaragoza convoca al pueblo y agrúpanse en la cindadela los que resuelven resistir encabezados por et propio Zaragoza. El Jefe Tamaulipeco les intima rendición y Zaragoza contesta: Puede usted desde luego comenzar sus operaciones militares” Aquella resistencia fue fructuosa ya que el enemigo no pudo tomar aquella débil posición, cuyos parapetos tres días después estaban casi destruidos y entretanto, los sitiados recibían auxilio y los sitiadores levantaban el campo. Se encontraba Zaragoza en México cuando el golpe de Estado de Comonfort, y desde luego con unos cuantos rifleros, tomó su puesto en defensa de la Constitución, dándose a conocer en odos los combates en que figuró por su intrepidez y valor temerario. En 1866, cuando Degollado dejó el mando del ejército que sitiaba Guadalejara, por voto de sus compañeros y por ausencia del Oral. González Ortega, se puso a la cabeza de las tropas sitiadoras negándose a entrar en arreglos con el Gral. Márquez y lo derrotó completamente. En la célebre batalla de Cal pula Ipan. que dió el triunfo definitivo al Partido Liberal, combatió a las órdenes del Grab González Ortega. Reinstalado en México el Gobierno Constitucional, todavía se emplearon los servicios de Zaragoza para acabar con los restos del ejército reaccionario y en abril de 1861 fué llamado por Dn.Benito Juárez para encargarlo de la Sría. de Guerra, puesto que desempeñó hasta diciembre de ese año en que pasó a encargarse del mando del ejército del Oriente. La invasión Francesa dió a Zaragoza la oportunidad de luchar contra las armas extranjeras. Rotos por las tropas Francesas los preliminares de la Soledad, llevó sus tropas a la batalla de Acultzingo en que resultó herido el General González Ortega y en que las huestes mexicanas dieron la primera prueba del ardor con que lucharon contra los invasores. No hay mexicano que ignore que Zaragoza estuvo después frente del Ejército Mexicano que combatió g4oriosamente el día 5 de Mayo de 1862-Los detalles de esta inmortal jornada son muy conocidos, pero su importancia nunca se ha ponderado lo bastante. Dice el historiador Don José María Iglesias, refiriéndose a este triunfo, q’ con el se dió la más severa lección al enemigo, que encontró leones donde esperaba encontrar conejos; con él se salvó la hora nacional que habría quedado lacerada si se hubiera impuesto a nosotros los invasores; con él se obtuvo en el mundo la vindicación del nombre me xicano, que será en lo sucesivo pronunciado como el de un pueblo que sabe luchar y morir en la defensa de su independencia. No había en el extranjero quien creyera posible, nadie suponía que el ejército francés, vencedor de cien comba- Sigue a la pagina 4