30 / del 13 al 19 de junio de 1997 FORO Horacio Llamas, la historia que todos í liáramos querido vivir / •- r .í< v -v W MEXICO, D.F.- Su presencia resulta imponente e intimidante. Con 2.12 metros de estatura y 120 kilos de peso dentro de una estructura reforzada por el trabajo con pesas, el solo hecho de estar cerca de Horacio Llamas, el basquetbolista sinalocnsc que este año actuó con los Soles de Phoenix, hace que uno se sienta como un habitante de Liliput. Hasta que Llamas habla. Porque entonces so siente la voz de un muchacho joven, sincero, acostumbrado a decir de frente lo que piensa, si bien trata de refrenar su agresividad “no vaya a ser que la riegue y luego se enojen conmigo”. Y se ríe... “No. yo no quería ser muy famoso, lo que quería era jugar al basquetbol y por eso seguí adelante cuando me decían que era muy torpe y que nunca la iba a hacer... pero ahí la llevo”, dice con un español, en el cual trastumba un poco, pero con una seguridad ciento por ciento mayor que la que exhibía simplemente hace un año. Lo que ha logrado Llamas es impresionante, porque no surgió a la NBA de una Universidad como Oklahoma, Michigan, Kentucky o UCLA, verdaderas fábricas de figuras en el nivel ¡Bús@ji@lo en las principales librerías! 86-47-69 pregunte por Graciela colegial y surtideros importantes de los equipos profesionales. Llamas se inició en el Pima College de Phoenix, una ciudad en donde hay tantos mexicanos que se dice, en soma que “hasta hay gente que habla inglés”, pero se trata de un Junior College, una escuela de los dos primeros años de colegio, aunque con buenos equipos deportivos... para su nivel. De ahí pasó a Grand Canyon, universidad chiquita. para completar sus estudios y en ésta, que milita en una conferencia de nivel II, la California Athletic Association, quedó entre los 10 primeros lugares en puntos anotados, rebotes, asistencias, tiros bloqueados, porcentaje de tiros encestados dentro del área y tiros libres. Para entonces comenzó a ser llamado a las selecciones nacionales de México y a hacerse presente, pese a la desorganización que el medio del basquetbol padece en nuestro país. Cuando fue invitado a jugar en México en la universiada de Japón, recuerda: “hicimos nuestro mejor esfuerzo, pero no pudimos, no nos fue bien, pero yo fui con gusto porque para mí es un orgullo representar a mi país”. Lo que no dice es que, a semejanza de aquellas tropas mexicanas de la Guerra de Texas hace siglo y medio, iba sin uniforme (porque no hubo de su tamaño, explica) sin zapatos (misma causa, los disculpa) y cuando regresó tuvo que pagar de su bolsillo el pasaje de avión a Phoenix porque ni eso le dieron los organizadores del evento. A cambio, recuerda lleno de satisfacción y orgullo cómo con el equipo de la selección sub-22 comandado por dos leyendas del basquetbol mexicano, Manuel Raga y Antonio Ayala, lograron el Centrobásquet Sub22 en Panamá. “Ahí me acostumbraron a jugar sin miedo contra quien fuera, lo cual me sirvió mucho ahora que estuve en la NBA porque ahí uno ve venir a jugadores como Malone, cl Shaq (Saquillc Oncal) Olajuwon o quien sea, porque todos son famosos y no hay que caer en pánico”, explica. Como Llamas fue tomado del draft de jugadores de la NBA con los Halcones de Atlanta, hizo la pretemporada con éstos, pero fue conado antes del inicio de la campaña. Tuvo que irse a la Continental Basketball Association, una liga profesional d emenor nivel y mucho menor paga que la NBA. “No me afectó mucho, no digo que me gustó que los Halcones me dejaran ir porque mi deseo era que darme, pero no me desanimé y nos fuimos al Skyforce de Sioux Falls, un pintoresco pueblito. “En realidad no estaba tan malo... yo jugaba, me divertía, aprendía, mejoraba y me pagaban y así podía seguir tratando de llegar a la NBA”, comenta. Tras estar colocado como el quinto mejor rebo-teador de la CBA, liga que es dura y de donde han salido figuras actuales de la NBA. como Shawn Kemp, por ejemplo, llegó el momento de suerte. Los Soles de Phoenix, equipo de la Conferencia Oeste de la NBA, se quedaron sin su centro por lesión y requerían un sustituto temporal para el mismo. Llamaron a Llamas. Su contrato inicial fue por 10 días, mismos que pacientemente esperó el sinaloense en la banca, sin desanimarse, siempre aplaudiendo al equipo en la cancha, siempre positivo. “Yo sabía que la oportunidad iba a llegar... y llegó”, dice. El 2 de marzo en Dallas, contra los Mavericks, Llamas entró a la duela. Recuperó varios rebotes, anotó un part de puntos (una sola canasta) y los Soles ganaron un juego importante. Llamas recibió una extensión de contrato por 10 días más. Ahí ya fueron varios los partidos en que actuó en breves lapsos y lució aceptablemente. Era el primer jugador mexicano actuando en la NBA. Ahora, tras ser cortado por los Soles antes de su ingreso en el playoff, ya con su centro titular recuperado. Llamas sabe que su actuación no es segura para el año que viene y por lo mismo practica fuerte, especialmente en lo que le mostraron como sus puntos débiles. “Los Soles pueden contratarme el año que viene, pero quieren que vaya otra vez a la liga de verano y de acuerdo como me vaya será el contrato que me den. Yo lo que quiero es seguir en ese basquetbol porque quiero hacerla allá, pero sino se puede o sí se puede yo voy a hacer hasta el último esfuerzo para quedarme”, comentó. El muchachote que dice extrañar los camarones de su pueblo, El Rosario. Sinaloa; y la comida de su mamá, el que tuvo que bajar más de 10 kilos para poder ser aceptado con los Halcones y luego con los Soles, no olvida su patria chica ni a los suyos, “pero si me dan chance, no los voy a dejar mal. nadie va a decir éste por flojo o por no echarle ganas no la hizo... es lo que yo puedo ofrecer". il I