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REVISTA EVANGELICA
Marzo
Algo Sobre Suecia
Entrevista de "La Idea." de Montevideo, Uruguay, con la Capitana Ruth Jonson, y reproducida de dicha Revista.
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MOS trasladamos al edificio del
' Ejército de Salvación de la calle Hocqhuart, donde con mucha amabilidad nos esperaba la capitana Ruth Jonson, oriunda de Suecia.
Después de los saludos de práctica, nos enteramos que la señorita Jonson llegó a Buenos Aires en 1934 como misionera, de donde fué trasladada a Montevideo. Nació en las filas del Ejército de Salvación del que sus padres fueron oficiales por muchos años. Ella ingresó como oficial en 1928.
Interesados en la organización social de Suecia aventuramos la pregunta:
—Comparando nuestros países con Suecia, ¿qué puede decirnos de la situación económica de su país, señorita Jonson?
—Suecia, por sus condiciones geográficas y naturales, es un país más pobre que los del Rio de la Plata. Y sin embargo la pobreza en Suecia es diferente a la de aquí. Los pobres se arreglan mejor. No hay mendigos como abundan aquí. Y la distancia entre los dos extremos, los ricos y los pobres, es mucho menor en Suecia. La mayor parte de la población diríamos es de la clase media. No hay muchos millonarios, y relativamente pocos indigentes. Y luego agregó: es muy difícil encontrar analfabetos en
Suecia. Los ancianos y los obreros saben leer y escribir.
—¿A qué se debe que no haya muchos muy pobres en su país?
—Debe decir primero, que los pobres lo son por falta de trabajo.
—¿Hay mucha desocupación?
—Sobre todo en estos últimos años, como en todas partes, se ha hecho sentir en Suecia también; pero el Gobierno ha tratado de combatir la desocupación.
-¿ ?
—Luego, en Suecia hay Cooperativas de consumo en todas las poblaciones del país. Al bajar del tren en una estación ferroviaria cualquiera, el primer negocio que se ve por regla general es el de la Cooperativa, donde se vende de todo. Esto produce, claro está un problema para los comerciantes individualistas. Por ejemplo, en un pueblo de dos a tres mil habitantes, en que me tocó trabajar había una gran casa de comercio que tenía de todo: Era la Cooperativa. Los demás comerciantes languidecían.
—Las Cooperativas favorecen a los pobres. ¿No?
—Sí, claro; mantiene bajos los precios y no permite el alza de la competencia.