Doi mi: Izard. VARIEDADES Slar.ío 4el Valle ¡>e ovaporan las aguas en el rio 1*01*0 despnes en gotas de rocío No asi la dicha, la ilusión, la calina. Que si las pierde el alma. Ya nunca, nunca vuelven ¡Solo una vez nos dejan! ¡Solo una vez se pierden! 1879.-™ Tí. Berlanoa. ------------------ ¿Por (¡ue¿ mujer divhui.l sSSSsSSS® lar un piu pequeño. Yo lie conocido algunas que ¡gen :í esa enfermedad dolorosísima. conocida m*. temian imitar, el sistema chino y se oprimían ¡la denominación de uFnt ctuviniada. fuertemente los pies col unas fajas de lienzo para] empequeñecerlos :í fuerza de opresión. Pero olvi-[ daron que las mujeres chinas principian á la edad ■ «le stds años á sufrir ese Iratamiente. que tiene por! objeto atrofiarles los pies. ! bñnpleaii para este uso unas vendas sumamente I apretadas, que no se quitan nunca hasta que el piel ha tomado la forma deseada. j •‘Esta ligadura, dice ei padre Milne, da general-! mente por resultado el doblar cuatro dedos del píe i grueso y en quebrantar en cierto modo el empeine, j do lo cual resulta quejas beldades del celeste im-í perio andan con paso corto y precipitado, sirvmn-dose de los brazos como de un balancín, exactamente como si anduviesen apoyadas en los la iones. Los chinos comparan esta moda de progresión á las ondulaciones dél sauce agitado por una brisa suave; I sauces ambulantes, queso ven obligados á sostenerse con un parasol, ó apoyarse en un criado ú en el brazo de algún hijo respetuoso.'* En Francia, las madres de lamilia tienen dema-l siado bnen criterio para impedir de un modo cual-1 quiera el desarrollo de los pies de sus hijas. Pero I Jo que no se atreven a hacer por aquellas, lo acep-i tan á menudo para ellas mismas. La idea del piel pequeño las domina sin cesar, de suerte (pie el calzado mas estrecho es siempre el preferido, por cuya razon la mayor parte de las señoras en las gran-des ciudades tienen los pies en un estado tal, que les: es imposible resistir un paseo de mas de un kilómetro. sí Y efectivamente, sobre los dolores que experimentan de resultas dejos callos, etc., el calzado por- su mucha estrechez les impide, al cabo de algún tiempo, el dar un paso. Mientras el cuerpo esta en reposo, la planta del pió forma una bóveda elástica, de concavidad superior mas o menos pronunciada, según las personas; pero durante ia marcha, todo el peso del cuerpo descansa sobro esta bóveda, Ja cual se aplasta y tiende a ensancharse en todas las direcciones. El talon va echado! hacia afras, los dedos del pie hacia adelante, v los bdrdes laterales se extienden uno hacia adentro y otro hacia afuera. Si el calzado es demasiado es-f trecho, no! puede conformarse con esta variación dé los movimientos, de donde se origina na tu ra 1- i mente una tortura general del pie. y la imposibili-! dtíd cninpieta do dar un paso. El calzado doma-í suido estrecho, sobre todo cuando termina en pun- l ta. cambia la dirección de los dedos del pie. los! echa unos (meima de otros y los dobla algunas ve-1 ees Inicia abajos । Cuando la presión se ejerce al ni-! vel de la raíz del dedo grueso, y es lo que sueedií I (•on mas frecuencia, se desarrolla en este punto una ¡ VN RECI'KUDO A IIAPJA Ll y escuchas te llamo te alejas ¡ay! de mí?... e Ks t rol la ma t u t i na. certifica ( ¿eaiura. tanta es mi desventura que no lo creas así?.. con todo el alma inia: que es mi única alegría hallarme junto á tí: Por que. bello lucero, encanto de mi alma, me robas ¡ay! la calma huyendo tú de mí?... .. Si sabes que te amo. mujer, con el ex eso que ama el pobre preso su bella libertad*: Por que cuando te llamo en v ez d e a ce rea ríe procuras alejarte de mi. cara beldad?. línyer divina v pura ' ' especie de inflamación (pie aumenta sin cesar y que da al píe una forma en extremo desagradable. Finalmente, en ciertos casos, (pie no son raros, la presión del calzado v de los dodos del pie da or