RRQRNBRACION Los partidos políticos en México Las liberales debemos unirnos Es frecuente tropezar en, loe perló dlcoe subvencionados por el Gobierno, con la declaración ‘estulta de que en México ro existen Partidos Polítl* eos, declaración que los serviles hacen con orgullo y como en sonde aplauso A la labir política del Oral. Díaz. Semejante confeelóo, que arranca de un cinismo inaudito ó de una imbecilidad lamentable, ee el peor ata que que se le pudiera di-igir A Don Porfirio, y para cualquier criterio sa> ■o ó medianamente ilustrado, es la comprobación de que la labor del autócrata ha sido esencialmente demoledora de toda fuerza democrática. Siendo un hecho que la Dictadura tuxtepeoana siempre ha pretendido envolverse con un manto de bgalidad y democracia, no nos explicamos cómo han podido aparecer en los órganos de la Dictadura, confesiones que la desnudan, que la exhiben, que hacen patente au obra de brutalidad y de opresión Declarar que en México no existen Partidos políticos, ee declarar que en México existe una tiranía. La ausencia de partido políticos en una nación cualquiera, es la mAe evidente prueba de que esa nación es» tA tiranizada. En los países en que la democracia es efectiva, los partidos políticos tienen obligadamente que existir. En todas las sociedades hay división y hasta oposición en los iotereses, en las tendencias, en los ideales; de esa división nace la lucha, y esa lucha la sostienen ¡os hombres que, agrupados en partidos, defienden mus respectivos principios y sus respectiva* aspiraciones contra las aspiraciones y los principios de sus contrarios, En tiempo de los tr ogloditas, el triunfo de unos intereses sobre otros, a* decidía por la faersa de la brutalidad; en la civilización moderna, ese triunfo se decide por la fueras del número. Al ejercitar la democracia, loe hombres que constituyen un pueblo, hacen el pacto de sostener en una lucha ordenada y pacífica sus respectivos inte reces, y de dar la preeminencia y el I relativo dominio A aquel d* los intereses sociales que esté representado 1 por la mayoría de loe ciudadanos Lo< partidos políticos nrw pueden de jar de existir, porque no ce humaua ' mente posible que deje de existir la | Íiugaa de intereses, de principios ó de deales entre loe millones de hombree que forman una sociedad. ¿Como ee, entonoest no hay partidos? ¿Acaso entre loe ea-toree millonee de mexicanos que oom» ponen la nación, no hay aspiraciones diversas, tendencias desiguales ó Intereses en oposición? Sería necedad afirmarlo. En México no hay actualmente partidos organizados y ea funcionamiento, porque *n México no hay democracia.. porque en México existe la tiranía, y ia tiranía ee impone sobre todos los principios, sobre todos loe intereses y sobre todos loo anhelos Cuando el Gral. Díaz tomó por asalto el poder, dirigió una mirada al porvenir y comprendió que no podría afianzar tu Diet*dura si dejaba funcionar libremente á loe partidos | políticos. No temía el Oral. Dies que ¡ en la lueha de loe partidos triunfara el Conservador, que era el suyo; temía que triunfara el Liberal, que no hubiera tolerado ninguna tiranía ni I hubiera permitido el falseamiento de los principios democráticos. El Oral. I Días decidió reducir al silencio A loe partidos, para poder oprimir sin freno y sin responsabilidad. Al partido liberal,' al incorruptible, al honrado, al desinteresado, le impuso silencio con la punta de la espada; lo persiguió, lo encadenó, forjó grilletes para sus soldados y abrió sepulcros para sus Caudillos. Al partido conservador, al corrompido, al ambicioso, al dúctil, el Gral. Días le compró I su silencio; lo colmó de favores, lo , elevó al poder y lo asoció á su Dicta- a 1 r_anía 1 orfl”i*aa» libérale* nos dura. Desde entonces, loe partidos no luchan en México, y en este sentido, puede decirse, para vergüeñas núes tra, que en México no hay partidos políticos. El partido liberal no lucha porque tiene sobre su cuello el filo de la espada del Dictador y porque cuantas veces loe miembros de eea partido hemos pretendido organizar-noe, la tiranía nos ha perseguido has ta arrojarnos mAe allA de las fronte-rae de nuestra patria. El partido clerical no lucha, porque sencillamente no tiene por qué ni 00o quien luchar. Si los traidores y los beato* ocupan loe puestos públicos, si los frailee esquilman al pueblo y lo em brutecen A su antojo; el ios conventos abundan, eeguroe déla impunidad para eue impudicias; el lae Leyes de Re forma sirven de escarnio A la clerlga lia imbécil; si el nombre glorioso de JuAres ee Injuriado por el Dictador, ¿por qué ó pára qué han de combatir los conservadores? ICn México no bey actualmente partidos políticos, ponqué ellos son incompatibles con la tiranía por- Arista. ■ No se conciben hoy partidos políticos en Méx co, mj no se conciberí*n en. Huela Turquía ni en ningún país donde existiera un despotismo absoluto en lugar de un sistema democrático. Lo que nos extrafia es que A nadie se le haya ocurrido elogiar al Czar de Rusia ó al SultAu di Turquía porque bajo sus gobiernos no ee agitan los partidos políticos, mientras que al Gral. Díaz lo glorifican sus aduladores por e*a misma circunstancia. Nadie, tampoco. ha tenido la idea de llamar nación retrógrada á los Estados Unidos, donde los partidos viven en uon tlnua lucha, ni ha habido hasta ahora quien aconseje al pueblo americano que alga el eje*’ pío de Méx co, donde las actividades democráticas han muerto con el encadenamiento de los partidos nolítioos. Si la Dictadura tuxtepecana ha impedido el funcionamiento de los par* Sido*. verdaderos, históricos, legítimos, que debían existir en México, porque son la representación de los grupos y de loe interese* sociales que siempre se han disputado la suprema-oí a, h a permitido en cambio, la existen-oiade miserables yraq uítioas ba nd-rí as que sin ser peligrosas para el Gobierno, porque no tienen slgnlflcao?ón so alai alguna, le dan ese barniz de democracia con que el Gral. Díaz ha pretendido siempre embarrar su tira nía, para engañar á los tontos. Nos referimos al cientificismo y ai reylsmo. Batos grupos no pueden llamarse partidos, porque no tienen antecedentes históricos, ni principios en que apoyarse, ni programa que cumplir, ni aspiraciones bien determinadas que satisfacer. Nacieron de las circunstancias; fueron oreado* por el personalíslmo interé* de dos ambl-cloios; nunca se han lanzado abiertamente A la lucha cívica, ni se han atrevido A solicitar francamente el apoyo del pueblo. Han vivido en la penumbra, se han arrastrado en las antesalas, .y han reducido t da su labor A una política de camarilla, de intriga, de jesuitismo, de miseria. El cientificismo y el reylsmo están enteramente de acuerdo en adular al Gral. Díaz, y lo único qu* pretende cada uno de esos grupos es ser el más fa v oree ido por el D’otador. Lus him brientf’S y loe borrachínes que forman el partido de Bernardo Reyes, quieren ^ocupar el puesto de loe banqueros y qiie m,.xí0O Ive concesionarios que forman el de Corral [antes de Liman tour], y tanto los famélicos rey islas o mo los cimtí fleos hartados, mantienen la Ivca es peransa de adu-fiaree algún día de la I Presidencia de la República No realizaré sue ambiciones nlngu-I no de esos miserables grupos, porque no ountará nunca con el apoyo del pueblo. Sin embargo, los que n« s preocupamos por el porvenir de la < p*tria, no podemos desconocer que el cientificismo y el reylsmo serán peli grosos en lo futuro, si el Partido Li-beral no se prepara á sofocarlos. ¡ Cuando el Gral. Díaz desaparezca de । la Presidencia, dejará en pos de él el ' caos, la desorganización, ¡a tiniebla, i y esa situación será propicia para el movimiento desesperado de todas las ambiciones rastreras; para la agitación convulsa de tudas las aspiraciones mezquinas La patria puede cubrirse de luto si el Paytido Liberal, el que encarna loe, principios honrados, el que representa los intereses del pueblo, el que trae en su bandera un ¡ pix^grama de libertad y de justicia, no se apresta desde ahora á rtcobrar sus I prerrogativas humilladas y á salvar I á la nación, como siempre la ha eal vado. El Partido Liberal está llamado á reconstituir la democracia mexicana, y deb- ya romper au silencio, debe procurar su organizaclÓQ, debo pre- | venirse para los eventos del futuro. Ee preciso que á la desaparición de 1 CO- encontremos unidos, dispuestos á sal» ▼ar * i a patria de una nuera tiranía, con la misma decisión de no volvernos * dejar arrebatar nuestras caras libertades y con el mismo anhelo de lavar el oprobio que deja sobre nosotros la Dictadura actual, fuodando en Méxioe una verdadera, una augusta, una redentora Democracia. IHIUIBW ILK®>ISI Per habernos llegado demasiado tarde mtá enteramente ignorante de las condiciones en que México se encuentra actualmente, los * anqueros no. Tienen la certidumbre (je qué el país nunca podrá cubrir esta gran deuda extranjera. «El mantener el talón de plata, como lo ha hecho la administración de Díaz, ha traído por consecuen cia que el pías se encamine á la ruina; y antes de que fenezcan los seis año* para los que recientemente Díaz ha sido re-elejido de nuevo, la ruina del país será completa. La estúpida y traidora costumbre de vender y conceder toda clase de franquicias y protecciones á los extranjeros, y especialmente á los americanos no residentes 6 nacionalizado* en el país, será muy nociva para losbucnos intereses de la nación y dará margen á una invasión del territorio nacional.» Como se ve por lo que traducimos de un periódico americano, la verdadera situación de México, que Díaz ha ocultado siempre, comienza á ser conocida en el extranjero. Bs preferible. La ignorancia de los pueblos extranjeros con respecto á nuestro estado político, es lo que ha perjudicado á nuestra patria, permitiendo á la Dictadura de Díaz contraer compromisos tremendos para la nación. El estribillo de una futura invasión á muestro territorio, no lo encontramos por primera vez en la prensa yankee; es muy común tropezar ccn él, siempre lo están repitiendo los periódicos de este país. Loa americanos están acostumbrados 6 considerar á México como una dependencia de los Estados Unidos, porque están acostumbrados á que Porfirio Díaz haga cuan- que en los co- intereses, lista conducta debería causar vergüenza A los periódico! que paga nuestra Gobierno, que siempre están pidiendo más y más franquicias para el extranjero, y que siempre están defendiendo con asqueroso cinismo esa política que Thk Gazrttk llama con mucha razón estúpida y traidora. ; Es triste que un periódico yankee reproche á nuestro Gobierno su escandalosa protección al extranjero, especialmente a! americano, mientras que El Impartial y otros papeles subvencionados elogian desenfrenadamente esa protección indigna, olvidándose de los intereses y del honor de los mexicanos. Esos miserable serían capaces de vender á su patria por un mendrugo de pan. UHA CARTA DE LA DI-RECTORA DE “TESPER.” Nosotros pensamos octnn ¡os redao toro* dn KKG1NEHACION y por reo lo recibimos, no d mu á un viejo amigo, «loo como A un hermano Que triunfe en su empresa lo deseamos, porque el porvenir de la Patria así lo pide. El < ’olmillo Publico»—México, D. F. RKGKNKK ACION. Este periódico Independiente : de combate, cuyo personal lo forman co mo Director, el Sr. Ricardo Flores Magón; J*fe de redacción, Sr. Juan Sarhbla. y Administrador, Sr Enrique Flores Magón, aparecerá el. SA bado 6 de Noviembre y seguirá pubM-ca ndóse semanariamente. TratarA con imparcialidad absolu» ta los asuetos políticos de México y combatirá dentro de los límites iega-le*, el mal gobierno del General Díaz Precios de subsorinción: Un semestre, pago adelantado.. 82 40 . A. ..............460 Número del día................OJO A loa Agentes ee les abonará el 20 por ciento. Oficinas: 505 W. Nueva Street. P.O. Box. 1,133. San Antonio T*x E. U, A. El Nigromante—México, D. F. LOCALES OVACION. La Logia «Sóstenvs Rocha» de Han Antonio fin* convocada la semana pa sn4a para pro testar contra el libro de Ruines. Mas de 3)0 personas había congregadas, las que frenéticas hasta rayar en un delirio aaluda-on el viril discurso del valiente perlodle-ta liberal Sr. Ricardo Flores Magón: que fué sacado en brazos Del <1810 » Anunciado el periódico Liberal IRUGENERACION, de estos Sefiorea¿ para el 5 del próximo Noviembre, le pareció al colega mochito «El Pa(*t> disolver , la Junta en referencia tan grata para ellos, á gritos y sombrerazos. Esa es la moral romana, la misma que practican sus órganos en todos sus actos: Calumnia que algo queda. Felicitamos A nuestros apreclables colegas por su nuevo advenlmiehto al estadio de la prensa. El Anunciador.—Tampico, Tata. narle. Loa grandes intereses los americanos han obtenido México por la gracia de Díaz, hacen ver á nuestra patria casi I mo una propiedad suya, y preten-den tutoresr siempre al pueblo me- I x i can o como ahora tutorean á Díaz. Pero los americanos se engañan ’ si creen que invadir á México y I someter á todo un pueblo es tan I fácil como comprar á un mal gobernante quh no supo ni quiso de-fender el honor de su gobierno y I que para sostenerse en el poder ha entregado su patria á los extranjeros El pueblo mexicano, por en-I gaño, por ignorancia y por muy I especiales circunstancias políticas ha sufrido la tiranía porfirista; pero 1 no sufrirá ninguna otra tiranía, ni | propia ni extraña, y se salvará con l honra de todas las dificultades en que lo deje comprometido la antipatriota administración tuxtepeca-I na. Deben comprender los americanos que no es lo mismo someter la ductilidad de un hombre que la dignidad de un pueblo, y si reflexionan seriamente, dejándose de vanos alardes, hablarád de su papel en lo futuro de modo muy dis tinto de como ahora hablan por superficialidad 6 por error. Lo que si nos ha causado satisfacción y nos ha impresionado es lo que dice Thk Gazxttk refiriéndose á la protección desmedida que el Gobierno de Díax otorga á los extranjeros, con perjuicio de los mexicanos. Es honroso para el periódico americano tratar este asunto con entera independencia y con ex-tricta justicia, sin preocuparse por que resulten heridos tales 6 cuales i Laredo, Texss. Noviembre 11 de 19J4. Sr. Ricardo Fiores Magón. San Antonio, Tex. Estimado amigo: Vi. en el NV. 1 de REGENERACION y en uo artículo ó reseña titulada RE GENERACION alguna referencia que *e hace de Vísper con una ligera alteración de la Verdad. V d. sube que nunca estuve de acuerdo uon aquella lucha electoral que carecía de ludo lo que puede constituir y caracterizar un trabajo político de es* género Partiendo de ese principio de ningún modo pudo Vósper secundar con vigor aquel combate A la Sexta reeleccióu. Tengo para el General Díaz el odio mUmo que tengo para todos los fal sarius y para todus los tiranos; pero estaba perfectamente convencida de que a^ueha campaña no era la salvación de ia Patria y así se lo signifiqué entonces A Vd. y A todos ios autl rselecclonletas del Club «Redención.» No veo el motivo ni el objeto de esa olla que se hace de Vesper en ese caso, pues si ee debe A un espíritu de J ustic'.a extremada, que reconoce A to dos sus servicios A 1* patria por insignificantes que ellos sean, entonces me permitiré advertir A Vd. que hay quien con mée motiva y más razón tenga de echo á una olla, y ee el Inolvidable Sautlsgo de la Hoz, que fué el mué ardiente oposicionista y k quien su buena fé y au juventud disculpan de los errores que cometiera en aquella época. Como Vd; sabe bien y conoce A fondo toda la verdad de lo acaecido entonces, considero por demás detallar el asunto. Mucho agradezco á REGENERACION que no se olvide de Pésper, pero do quiero que le atribuya méritos que no tiene y que solo explica la galantería de mis buenos amigos A quienes h*‘dto por la reaparlcién del simpático y valiente semanario. Dando lae gracias por la publica oU-n de esta, quedo como siempre, de Va. atts. y 3 8. Juana B. O. de Mendoba. Con gusto publicamos la anterior carta obsequiando dt ese modo loe deseos de nuestra apreciable amiga. Solo tenemos que añedir, que nosotros, como la 3ra. Directora de Vésper, tampoco creimos que la campaña ai tírreeleclonleta del año pasado fuere ia salvación Je la Patria, y si la en prendímos, fué por eonsiderarla oomo un detalle de la oposición en gtperal que hemos venido sosteniendo de cuatro años A esta parte eon-tra el gobierno dictatorial del Gral. Díaz. Nos oodgratula, por otra parte, que leSra. de Mendoza haga un justifica do elogie de nuestro querido hermano • ,ntlag«) de la Hoz, pues de ese modi oom probamos que nuestros oorre-li donarlos no s* olvidan del que fué nuestro compalero de lucha, y nuestro bermsno en lee persecuciones, en los atropellos que juntos sufrimos por parle de la tiranía. Como hermanos de Santiago en la lucha, agradecemos-f-i recuerdo que para Al ie tiene. Igualmente agradecemos la felicitación de nuestra amiga por la reaparición de nuestro perló-dido. liemos recibido el primer número de «Regeneración,» periódico redactado en esta Ciudad por los señoree Ricardo y Enrique Flores Magón, Juan Sarabia é Ingeniero Camilo Arriaga. •P.egeneración» ea un semanario de política antiporflrista. Establecemos con gusto el cambio y le deseamos larga vida. El Regidor.—San AntoníO, Texas. degeneración/ Ha empezado á salir á luz este intrépido periódico de cohíbate que anteriormente se publicaba en la Ciudad de Méxioo, y cuya desaparición t m-poral obedeció A la tenaz persecución que sufrió de parte del gobierno mexicano. Bien venido sea. El Correo Mexicano —San Antonio, •¡REGENERACION! k Que (te la Prensa Honrada. «REGENERACION.» Acabamos de recibir el primer número de este simpático periódico. Cuando lo leimos, á la vez que en» • tiaemo, sentimos tristeza. Eniu-siKsmo, porque vimos en él ¡a resurrección del valor civil muerto en nuestra Patria; viene viril, viene digno, viene grande. Cada una de sus frasee es un repioche A las mezquindades d* nuestro gobierno y cada usa de sus letras es un escupitajo A la podredumbre de nuestros gobernantes Sentimos tristeza, porque es triste que en México no pueda haber publicaciones oomo ésta; porque es triste que en México, llamado por sarcasmo Repúolica. loe oeriodlstas dignos no puedan ser periodistas. En nuestra Patria, cuando una publicación se escuda uon el artículo 79 ConstltuoionaL antójasenos el individuo que quiere saciar su hambre permaneciendo horas enteras frente al aparador de un expendio de ear-nea y que no puede comerlas porque un cristal lo separa de ellas. En la prensa sucede algo semejante; el periodista nunca puede ser cobijado por las leyes, porque siempre entre las leyes y el periodista esté la hoja del sable. Ln Méxioo, la atmósfera de libertad esté envenenada por los efluvios de ignominia que surgen de las salas del gobierno; en México somos esclavos porque impera el militarismo y stem prt< el militarismo ha si lo el germen de la esclavitud; por eso hemos recibido* con goso A REGENERACION, porque con la honradez viene A combatir las inmoralidades del gobierno; poi*quecon la libertad viene á piso- REGENERACION. El valiente colega de este nombra, que nor algún tiempo se publicó en México, ha comenzado nuevamente su publicación en Sau Antonio, Tax , siguiendo el mlimo programa que desde un principio se trazó. Es Director del citado ookga el co» nocido periodista Ricardo Florea Magón; Jefe de Redacción el Sr. Juan Sarabia, y Administrador el Sr. Enrique F*ores iviagón. Mucho agradecemos la visita que el estimable colega se ha servido hacernos, la que con gusto correspondemos desde luego. El Correo son menos los «científicos.* Bernardo Reyes, poco inteligente, no mide sus actos, ni sabe revestirlos de cierto carácter de legalidad como lo acostumbran los tiranos intelectuales., Sus arbitrariedades no tienen nada de artístico; son brutales, son violentas y podrían confun.