6 CARGOS SOBRE LA PERSECUCION RELIGIOSA ticos subalternos, o sin el conocimiento o a despecho de lás protestas de los Pontífices Romanos. Vamos ahora a presentar la Inquisición tal como verdaderamente fué. En primer lugar se ha exagerado mucho el número de sus víctimas, cosa que aún Préscott aq vió forzado a admitir. El historiador popular de la Inquisición es-Llórente, de quien generalmente los autores americanos han tomado sus datos. Ahora, ¿quien fué Llórente? Un sacerdote degradado, que fué despedido del Tribunal de la Inquisición del que había sido Secretario. Llevado del interés y la venganza, él escribió su historia, a instancias de José Bonaparte, el nuevo rey de España, y para complacer a su señor, hizo todo lo que pudo para ennegrecer el carácter de aquella institución. Su testimonio debe ser recibido por tanto con muchap reservas. Para dar una idea al lector del crédito que merece, citaré un ejemplo. Se apoya en la autoridad de Mariana para decir que sólo en las diócesis de Cádiz y de Sevilla se dió muerte a dos mil personas en un año. Y si vamos a leer lo que dice Mariana a este respecto, hallamos que las palabras del historiador son, que se dió muerte a dos mil personas, en toda España, dwrante todo el tiempo de la administración de Tarquemada que abrazó un período de quince años. Antes de principiar el examen del carácter de. este tribunal, debe saberse con toda claridad que lá Inquisición española no era una institución puramente eclesiástica, sino un tribunal mixto. Esto fué concebido, sistemátiz^. do, reglamentado en todos sus juicios y procedimientos y equipado con oficiales y facultades para ejecutar, imponer multas y confiscaciones, por la autoridad real solamente y no por la Iglesia. (1) Para comprender el verdadero carácter de la Inquisición española, y los motivos que indujeron al rey Fér- a ■ nando el Ca.tólico, a establecer aquel tribunal, debemos echar una ojeada *a la condición interior de la España 8 - fines del siglo XV. Después de una ludia de ocho siglos la nación española consiguió al fin arrojar a los moros del país y pudo izar la bandera nacional en todas las co^ marcas españolas. La Cruz venció finalmente a la Media Luna Y la cristiandad triunfó sobre el mahometismo; en- (1> Si el lector quiere ver una relación hnparoial de la InqOiSi- >r dóu lea las “Gartas sebee la Inquisición Española por el Canos da Maistie?’ ' r - . .