DESDE JAUJA del “Primer Jefe A 23 de Abril de 1916. Estimado y fino amigo: Al contarte que el fotograbado ha tenido aqui una aplicación constante en el periodismo por lo que se relaciona con la figura de don Venus, nada nuevo te diré; porque aunque no recibas las publicaciones de Jauja, |ias de suponerlo fácilmente, ya que conoces las simpatías y popularidad conquistadas por el Primer Jefe. En efecto, la grave fisonomía del ex-senador por-firiano sale a la luz tan a menudo, que ya se nos aparece en todas las pesadillas. Si sólo se aprovechara—como se aprovecha—cada uno de sus decretos para ofrecer al público ese fotograbado, seria ello bastante, porque la fecundidad en esta indole de documentos es sencillamente portentosa. a efigie por decreto, la operación aritmética es tan elemental como aplastante la cifra que resulta. Pero aun hay otras oportunidades propicias para la exhibición; de manera que sumadas todas dan un total abrumador de retratos en diversas posturas: ya de pie, ya sentado, ya gi-nete sobre corcel brioso y arrogante, sin que sepamos si el animal es “pur sang" o “encartado"; aunque si de seguro es incautado. Campirano viejo como es, tiene a caballo una apariencia que impone. Aquí todos sabemos que es buen ginete, y como su talle es casi gigantesca, no se mira del todo mal a horcajadas, bajo las tiesas alas del sombrero texano luciendo su barba apostólica. Viéndolo asi, creyérase, en visión retrospectiva, que aprovechando vacaciones de la Senaduría, va de expedición rural en fresca mañana abrileña, a visitar el surco donde su peonada irredenta inclina servilmente la cabeza, aun no bien madurado en la del patriarca el plan rei-vindicador de los derechos de la gleba. A veces se le mira rodeado de las multitudes que, agradecidas por los beneficios obtenidos al empuje formidable de la salvadora, se apresuran a saludar y aclamar al supremo benefactor de las clases desheredadas. En otras ocasiones se le ve circunvalado por los hábiles in-cautadores que han hecho la campaña en pro de los ideales consignados en el Plan de Guadalupe. Y como las giras han sido frecuentes, hay paño de donde cortar, con desenfrenado júbilo por parte de los periodistas que de esta suerte se ahorran él trabajo de llenar el hueco respectivo con loas al caudillo, en las cuales han agotado el vocabulario de la lisonja, si bien ésta no es inicuamente palaciega, sino sinceramente democrática. Pero del retrato que más se abusa es del de cuerpo entero. Generalmente aparece tan largo como lo permiten las dimensiones de los grandes diarios, ocupando íntegra la primera columna de la primera plana. En este fotograbado viste de uniforme, y su mano derecha al nivel del estómago, sostiene el kepí con la boca hacia arriba, tal como si dirigiera un saludo, inclinando modestamente la cabeza. Echas tú la vista sobre aquella enormidad de magnate y se te sacuden nerviosamente las carnes, no por la fiereza de la actitud, sino por lo contrario: por el aire de humildad campesina que decora la efigie y a cuyo reflejo te imaginas que alguna perorata patriótica surgirá de aquellos labios hoscamente rebeldes a la sonrisa. Sientes casi que te va a zumbar en los oídos la arenga libertaria, y te invade súbitamente el calosfrió. Ahora que el preconstitucionalismo se quitó la careta y decidió pedir el contingente de todos los veci nos de Jauja para redimir la Deuda interior, organizando juntas por todas partes, han sacado ese retrato los principales diarios; de,manera que la actitud del veterano renovador es muy significativa; pues aunque no quieras, interpretas en su verdadero punto “lo del kepí boca arriba”. Lo que antes de la organización de esas juntas auxiliadoras se tomaba por saludo al pueblo manumi-tidqj/tiene que tomarse ahora por demanda de óbolos. Ni más ni menos parece que el patriarca se dirige a quien asi Jo contempla, en solicitud de un socorro voluntario. Y hasta se imagina uno, por escasa fantasía que tenga, oir las voces quejumbrosas, tan propias del callejero que se nutre de los jugos ajenos.... Si la conmiseración es la que estos periódicos han querido explotar mostrando de esa traza al Primer Jefe, declaro que han acertado. Porque, francamente, mueve el hombre a lástima, y siente uno la tentación de meter mano a la billetera, extraer de ella un bilimbique y depositarlo piadosamente en el fondo del kepi. En mi penúltima carta o sea la número veinticuatro de la serie, te hablaba del proyecto de un Coronel carrancista para la redención de la Deuda Sagrada. Ya puedes ver cómo prosperó la iniciativa. Tomó a su cargo la empresa el Gobierno de facto, y comenzaron a funcionar con éxito maravilloso las llamadas juntas auxiliadoras, que cerrarán sus operaciones el próximo 5 de Mayo, para que todo tenga su matiz patriótico, y remate la obra de redención con un sello digno de pasar a la historia. Digo que con éxito maravilloso funcionan las juntas, porque es lógico Suponer que un pueblo tan favorecido por la revolución carrancista con nutrida serie de confiscaciones, incendios, préstamos forzosos, destrucción de fincas, de ferrocarriles y de archivos oficiales y particulares e inundado por un mar de papel moneda de origen legalista, se sienta bajo el dominio del más dulce y arrobador encantamiento, y rebosando de júbilo apronte su concurso para que Jauja entera salga a flote de su deuda interior. Te confieso que ni una sola de las personas con quienes he hablado del asunto, dejó de llevar su contingente, uniendo a sus declaraciones un caudal de epítetos encomiásticos para don Venus y toda la familia de reconstfuctores que marchan en pos del venerable patriarca. Hasta hay quien tema que ocurran des--gracias a causa de la aglomeración de gente, en la ansiedad de llevar su óbolo antes de que se clausuren las oficinas recaudadoras. Junto a estas opiniones favorables, hay algunas —si bien no son de tomarse en cuenta—que rechazan el procedimiento, fundadas en que_nadie puede asegurar el destino que ha de darse a los fondos recaudados, agregando que próxima a ponerse a la ■ circulación la nueva moneda del Gobierno en la respetable suma de quinientos millones de pesos, el sacrificio de los contribuyentes resultará estéril. Claro se ve aqui el criterio anticarran-cista dolorosamente expuesto, ya que se sospecha por estos individuos que no habrá labor de legalidad por parte del preconstitucionalismo, y que acostumbrado este Gobierno a incautárselo todo, no hay razón para que el dinero recabado no sea sometido al mismo régimen. Comprenderás que esto es exceso de suspicacia pérfida y nada más. Y nada más te va por ahora, como no sea un buen abrazo„ con que de ti se despide tu fiel amigo, SILVERIO.