DE LA- RELIGION. ' 573 ' En consecuencia;, hemos escogido- yclésiásticos distinguidos por su piedad y muy versados en los estudios teológicos, y al mismo tiempo un cierto número de nuestrosvenerables hermanoslós Cardenales de la Santa Iglesia Romana, ilustrados por su virtud, su religión, su sabiduría, su prudencia, y por la ciencia de las cosas áivinás, les hemos dado misión de ecsaminar con el mayor cuidado,, bájo'-tódós aspectos, este grave negocio, següh su prudencia y su doctrina, ’y1 dé sómeteínós después á su opinion con toda madurez posible. En esté estado de cosas, hemos creído deber seguir las huellas ilustres de nuestros predecesores, é imitar sus ejemplos. ■ -g . Es por esto, venerables hermanos, por lo que Os dirigimos estas Caitas para escitar vivamente vuestra escesiva piedad y vuestra solicitud episcopal, y os exhortamos á cada uno dé vosotros, según su prudencia y j tiicio, á ordenar y á hacer que se hagan públicas oraciones para lograr que el Padre misericordioso de las luces se digne iluminarnos con la claridad superior dé Su divino espíritu é inspirarnos el soplo celestial, y que en un asunto de una importancia tan grande, podamos tomar la resolución que mas debe contribuir, tanto á la gloria de Su santo nombre, como á la alabanza de la bienaventurada Virgen María y al provecho de-la Iglesia militante. Deseamos vivanuente el que nos haga® conocer, lo mas pronto posible,1 la devoción de qué está animado el pueblo fiel hácia la Concepcion de la Inmaculada Virgen, y!como desea, el ver que la £ illa Apostólica dé un decreto sobre esta materia. ■ D^ea-rnos saber, sobre todo, venerables hermanos, cuáles son sobre esté punto los votos y los sentimientos de vuestra eminente sabiduría. Y como ya hemos acordado al Clero romano la autorización de rezar un oficio canónico particular de la Concepcion de la Santísima Virgen, compuesto é impreso dementemente, en lugar del oficio que se encuentra en el breviario ordinario, os acordamos también por las presentes letras, venerables hermanos, la facultad de permitir, si lo juzgáis conveniente, á todo el Clero de vuestra diócesis el que recen libre y lícitamente el mismo oficio de la Concepcion de la Santísima Virgen, de que hace uso actualmente el Clero romano, sin que tengáis que solicitar este permiso á nos ó á nuestra sagrada Consagración de Ritos. No dudamos dé ninguna manera, venerables hermanos, que vuestra singular piedad hácia la Santísima Vírgen María, no os haga cooperar con el mayor cuidado y la dili^éneia mas viva á los deseos que os hemos manifestado, dándonos unas respuestas oportunas á lo que os ped.i- 1 mos. Entre tanto, recibid como prenda de todos los favores celest.es,, y, sobre-todo, como un testimonio de lainuestra hácia vosotros, la bqndicipn Apostólica que nosotrqs os damos del fondo de nuestro corazón, á vosotros, venerables hermanos, como á todo qh Clero, y todos los fieles legos confiados á vuestra vigilancia; r s Dado en Gaeta, el segundo dia de Febrero de 1849, tercero de nuestro pontificado. / >