6.
La Pí:ni7:<p/!*a.
ponae, responde, aniínal. Esta fue la.; salutaeion que saendiciidole el brazo vio- \ lentamente, dirigió ?d pobre escudero, el cual, después de mirarle mi br.en espacio ; ue tiempo, con ojos espantados y estú-; pidos, le contestó con voz entre cortada •
TZri la. ILa<rmía.
por la sorpresa:
—En esta, vive el muy honrado Sr. D. óxlonzo do Valdemiellos, montero mayor de nuestro señor el rey, quo beri lo en
la guerra contra moros, se enear.ntra ■ en esta ciudad rcponióadose de sus fa-tiSas*	i
—Pero f:y sn hija? mteinmpio el joven ; impaciente: ¿y su hija., ó su her-iutna, ó \ su esposa, 6 lo que sea?
--No tiene ninguna mujer consigo. i
—■No tiene ninguna!.... ¿Pues quien: duerme allien aquel : oosento, donde ¡ toda la noche he visto arder una hv<? í
—¿Allí? Allí duerme mi Sr. D. Alonso i que como se halla enfermo, mantiene (m- i cundida su lampara, hasta que amano-; Ct?.	¡
Un rayo, cayendo do improviso á sus: r*es, no lo hubiera causado mas asoni- i oro quo el que le causaron estas pala- ¡ bi'as.
CoiK'briiVt.
LO POSITIVO.
I.
El corazón no late como se ha dicho,
y quien lo diga miente: que yo lo digo. Eso es la sangre que si por un lado entra por otro sale.
II.
Porque todo es mentira del cielo abajo, promesas de mujeres y todo, vamos! Lo cierto, solo, de esta vida es que el hombre no es mas que un mono.
Pajona*

Era <a iiochc une deseaba mi alma Para .".-ncoutrai' alivio á sus pesares. Noc'Iie en que solo perturbó la <*ahi.va El rumor de los bos'.ptes seculares.
Atravezaba la anchurosa esfera. Con su coitcp de astros, blanca, luna, Jais olas azotaban la ribera A' '-Lio se miraba en la laguna.
"i allí, junto ;í Lis tapias del santuario Que	"I agua cnniido arrecia el viento,
Estuvo e. > 11 h • m pl ando sol í ta no, E! cuadro que e-analtaba el firm amen to.
No sJ porqué cuando se . iiene. el suiím Transida de dolor, trae á la. luente .
El tiempo en que gtró de dulce calma./.; 1" sus sueños perdidos de inocente......
No sé porque esa noche viendo ebeiélo DilnijaiAe en la límpida laguna Piisfiron por mi en raudo vuelo Mis ilusiones tapías ele una en una.
Estaba allí con.mi dolor a saby^
Angel caldo por fatal orgisIL^
, ¿Como no desahogarme con Im qlas;:;:. . ..;.y Que me daban consuelo eu sn nnirmullo^
i	.
í Deje vagar mi i aquieto pensamiento. ..
¡ Por mi niñez, feiiay por la hisioria ,. .. ..
i ,L>e mi primer amor, que faé el. momento ? En que soñé con alcanzar la gloria»! .^y/; ¡ Traje á mi mente los reciierdo^benoe! í Del tiempo eu que el dolor no^eonoeía, ; ; En que al besar, un madre mis.,cabellos. j i Me arrullaba en su seno y me dormía. ¿ ¡ Me acordé de mi padre y al hacerlo, : ,.
■	Se nubló por el llanto mi pupila;
\ Ha tiempo que está muerto y.creí verlo ¡ Siempre alegre su faz, siempre tranqniía.
í Después vinieron á mi mente inquieta. ; Mi niñez con sus juegos y delicias» ,
I Mi ambición y mis sueñes de poeta ; Y el amor con sus besos y caricias. .-
■	El amor... .ésta fiebre que
: Y que no puedo comprender yo misma,