KI. .MK.VS.4JKRO Pa(ina ;> LA FIESTA DE LA INMORTALIDAD La Pascua de la Resurrección es la fiesta de la inmortalidad, y el hecho central en ella es la resurrección de Jesucristo. Cuando Jesus se levantó de la tumba ‘‘al tercer día” transformó el sábado hebreo en “el Día del Señor’’ y confirmó la creencia del alma humana en la vida sempiterna. Cuando avisó a sus discípulos que sufriría una muerte violenta, ellos se llenaron de espanto y de dolor, mas El les dijo que volvería y volvió. Esta es la explicación más sencilla de los hechos que rodean el principio del Cristianismo Es cierto, históricamente, que sus discípulos te nían relaciones con El después de la resurrección tan verdaderas como las habían tenido antes... .relaciones tan personales que no les quedaba duda ninguna del hecho de la resurrección. Muy significativo es que los cambios del punto de vista sobre los hechos que forman la base de la religión no han afectado la convicción cristiana sobre la inmortalidad. Ni los cambios teológicos ni el énfasis sobre el evangelio social han modificado en nada la base esencial de la fe cristiana en el Eterno Reino de Dios. Extracto de “ The Festival of Immortality” por Gilbert T. Rowe PODEMOS SI Viene de la podemos nosotros, miembros de la gran Iglesia Metodista Episcopal del Sur. ponernos de rodillas y orar hasta estar seguros de que Dios nos ha escuchado, y entonces levantarnos para emprender la tarea seguros de la victoria? ¿Acaso estamos demasiado mezquinos para practicar la abnegación de nosotros mismos para ayudara LA CAUSA SANTA DE LAS MISIONES? ¿Tiene la Junta Misionera que seguir retirando Misioneros y cerrando trabajos, porque nosotros no estamos suficientemente interesados para hacer los sacrificios necesarios para ayudar a que continúen el trabajo? ¡Si es así. entonces la gloriase ha apartado! ¡No somos dignos de nuestra herencia! Y en lugar de estar hablando de nuestro gran fundador, Juan Wesley, debemos esconder nuestros rostros cuando se le nombra, y confesar que somos ‘‘indignos de desatar encorvados la correa de sus zapatos”. Mucho menos somos dignos de llamarnos CRISTIANOS, cuando hacemos tan poco caso de la Gran Comisión. de Cristo mismo: “Id por todo el mundo; predicad el Evangelio a toda criatura (Marcos 16:15). Hemos llegado a la nada, y la antorcha ha caído de nuestras pobres, débiles, mundanas y egoístas manos, y Dios en tristeza nos dejará para levantar otra Iglesia que hará la obra que esperaba de nosotros. Y nuestro sol se pondrá para no salir más. Hermanos, digamos nosotros todos que “NO”. “Con la ayuda de Dios esto no podrá ser”. “HAREMOS TODO LO QUE N )S TOCA, confiando en la ayuda de Dios”. ¡ Metodistas, estamos en el crucero de los caminos! ¿Seguiremos con Aquel que inspiró a nuestro gran fundador a exclamar: ‘Mi parroquia es*el mundo!”, o vacilaremos hasta disminuirnos y morirnos espiritualmente, mientras que Dios quien ncs llamó a una obra especial nos deja en nuestro pecado y torpeza para buscar otro pueblo que le obedecerá? Estad seg ros que una Iglesia Misionera es una Iglesia viva. En la proporción que lleguemos a ser egoístas y faltos del espíri- QUEREMOS página 1 tu y compasión de Cristo para los perdidos, perdemos nuestro poder como Iglesia y representantes de Cristo-Jesús. Oremos fervientemente en estos días porque un nuevo interés se despierte en los corazones del pueblo llamado Metodista, y que observando los mandatos de Jesús, nos levantemos en el Poder del Espíritu y e| amor de Cristo para llevar el Evangelio a los que moran en “tinieblas y sombra de muerte’*, “hasta que su fama ha salido por toda la tierra, y hasta los cabos de la redondez de la tierra sus palabras”. El no seguir con nuestro programa misionero resultaré en la pérdida eterna! de muchas almas. Cumplamos heroicamente con nuestro deber y privilegio de ayudar en la CAUSA DE MISIONES. El hacerlo de otra manera seria una traición, y sin duda una calamidad para la obra tan cerca del Corazón de Jesús. Realmente debe causarnos vergüenza que haya surgido una cuestión en cuanto a nuestro cumplimiento con este deber sagrado. ¡En el nombre de Cristo, adelantemos-nos! ¡ El nos llama y nos guía! El quedarnos atrás de El será andarnos a solas en las tinieblas de una confianza traicionada, y bajo los ojos reprobadores de un Señor chasqueado y defraudado en su esperanza en nosotros. ¡De tal desgracia, líbranos nuestro buen Dios! ‘"Cristo está buscando obreros hoy Que quieran ir con El; ¿Quien dirá: “Señor, contigo voy, Yo quiero serte fiel?” ‘‘¡Oh, Señor! es mucha la labor, ■ y obreros faltan ya; Dános luz. ardiente fe y valor; Y obreros siempre habra. Richard Park er Secretario Misionero de la Conferencia Mexicana de Occidente.