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El Mensajero Bautista
“El Mensajero Bautista”
Es el periódico para lodos los Bautistas de habla española
REDACTORES: Agustín Vélez, Josué Valdéz y JosuéG. Bautista. ADMINISTRADOR: G. H. LACY.
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CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES G. H. LACY. BOX 667. EL PASO, TEXAS.
y si se atiende al auditorio, sencillo, natural, y claro.
En grandes errores se ha caído, y durante muchos siglos, en las predicaciones de índole religioso, pues mientras que los sectarios abandonaron las puras enseñanzas del evangelio, en el principio mismo de la vida de éste sobre la ticrra.se apartaban, cada vez mas, de las doctrinas bíblicas y de las puras verdades teológicas que éstas contienen; tuvieron forzosamente que buscar en la forma, o sea en las riquezas del lenguaje, compensación de la falta de fondo o de las santas verdades de que carecían. Y así vemos que durante toda la edad media, el fanatismo católico suplió con un lenguage amanerado y rimbombante en unos casos, en otros castizo y elegante; pero en todos sujeto siempre a la riqueza déla palabra, a la bondad y la dicción y a ¡a belleza de la forma.
Las predicaciones apostólicas fueron de tal manera sencillas y en len
guaje tan claro que estuvieron al alcance de todas aquellas inteligencias incultas y semi-bárbaras de que se componían las naciones gentiles yes que tenían dentro de sí una grande fuerza; su fondo era la verdad de las vcrdades:Dios. Y de este punto central, luminoso y únicoi cuantas saludables, bellas y sublimes enseñanzas no se desprendieron de la boca de un Pablo, de un Pedro, de un Juan y han seguido desprendiéndose de los labios de tantos oradores y obreros cristianos, que militan y luchan en los campos de la vida por destable-cimiento del Reino de Dios,
El fondo es la esencia de las cosas; la forma es el ropaje de éstas; el verdadero arador debe atender tanto al uno como a la otra, procurando que de la armonía que entre ambas reina se forme el pedestal de la belleza de sus composiciones.
(continuará)
—COMO SER FELIZ —
El ser feliz es el deseo ardiente de todo ser humano. Es un deseo justo. Todo hombre debe ser feliz.
Pero la verdaderá felicidad, 1 a eterna, no se obtiene p o r el goce de las cosas temporales de pecado. No, la abundancia de dinero no hace feliz a ningún hombre, el goce de los placeres de la vida no nos proporciona la bienaventuranza. No, Tío es en los caminos perversos donde se es feliz, ni obedeciendo los consejos malos, ni juntándose con los burladares.
La verdadera felicidad, la real, la eterna se obtiene por la meditación continua y sincera de la Palabra de Dios y por cumplir con la voluntad de nuestro Padre Celestial.
El Salmista dice: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos ni estuvo en camino de pecadores, ni se asentó en silla de burladores.
Mas ántes ep la ley de Jehová es su voluntad, y en su ley meditará de día y de noche.”