ESCUELA DOMINICAL_____________________________________________«3 La Cruz del Servicio Cristiano PROGRAMA PARA LA INSTALACION DE OFICIALES DE LA ESCUELA DOMINICAL Jorge Angel Rodríguex, Guadalajara, Jal., México ESCUELA DOMINICAL O Alcanzando a los hombres por medio de LA ESCUELA DOMINICAL Adrián Gonxálex Quirós, San José, Costa Rica La instalación de oficiales de la escuela dominical merece una seria consideración por parte de los superintendentes. Un buen comienzo puede ser la base clave de un año pleno de actividad. Ningún buen superintendente descuidará el servicio de instalación. sino por el contrario, planeará con antelación un programa tal que vibre en la mente y en el corazón de cada oficial y maestro de su escuela dominical, durante todo el año. Para desarrollar el presente programa es conveniente hacer algunas sugestiones importantes: 1. El mejor tiempo es durante el servicio de adoración después del estudio de la escuela dominical. 2. El auditorio puede arreglarse colocando al frente una silla para cada oficial y maestro, y que a su vez las sillas estén formando una cruz. En templos pequeños podrán colocarse de dos en dos; pero es mucho mejor hacerlo individualmente. En el respaldo de cada silla se colocará una cartulina rectangular con el nombre de la persona que ha de ocupar la silla escrito con letra impresa. 3. Cuando se trate de escuelas dominicales con más de un departamento. los superintendentes de cada departamento ocuparán su lugar en las sillas que forman la cabeza de la cruz. En las sillas centrales de la cruz se sentarán los secretarios (no los secretarios de clase, sino el secretario general y los secretarios de departamento!. En las sillas que forman los brazos de la cruz se colocarán los maestros, y en las que forman el pie de la cruz se sentarán todos los maestros suplentes. 4. Al frente puede ponerse un car-telón con estas palabras de Santiago 1:27: "La religión pura y sin mácula delante de Dias y Padre es esta: Visitar..." 5. Pequeñas cruces de cartulina roja donde esté escrito el texto antes mencionado y el titulo del programa, se Irán repartiendo a cada uno de los oficiales y maestros, en el orden que se indica abajo. Sugestiones para el Programa: Himno: "La Cruz y la Gracia de Dios." Lectura bíblica: Mateo 10:37, 38. Invocación. (Pidiendo que todos los oficiales y maestros lleven la cruz de Cristo en sus vidas cotidianas para ensañar con el ejemplo a los miembros y a los miembros en perspectiva de la escuela dominical!. Himno: "Dulces Momentos." Desarrollo del tema titulado; "LA CRUZ DEL SERVICIO CRISTIANO." La primera parte, que de preferencia debe ser desarrollada por el pastor, será especialmente dirigida a todos los oficiales, maestros propietarios y suplentes. PRIMERA PARTE: Mateo 16:24: "Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mi niéguese a si mismo, tome su cruz, y sígame." Jesús llevó sobre sus hombros la pesada cruz con el grandioso propósito de salvar al mundo de sus pecados. Era una actividad voluntaria de su parte, símbolo de su sacrificio y servicio supremos, impulsada por su corazón lleno de amor y compasión. Con este mismo espíritu de humildad y amor, él pide a sus seguidores de hoy día que tomen sobre sus hombros su cruz y le sigan. Estos nuevos oficiales que se han sentado al frente fueron escogidos para que lleven a la realidad los planes del Cristo de la cruz. Es una responsabilidad y un privilegio guiar nuestros pasos por las avenidas espaciosas del servicio cristiano. SEGUNDA PARTE: (Dirigida a los nuevos superintendentes». Los superintendentes forman la cabeza de la cruz. Vuestro es el privilegio de planear. dirigir e impulsar todas las actividades de la escuela dominical. Viviréis de acuerdo con los propósitos divinos que nos rigen. Pondréis el ejemplo en constancia, servicio diligente y vida consagrada. Frecuentemente tendréis que recurrir a la promesa de Jesús que se halla escrita en Mateo 7:7. que dice: "Pedid, y se os dará, buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá." (Al finalizar, el orador entregará a cada superintendente una pequeña cruz de cartulina roja». Número especial de música coral. TERCERA PARTE: (Dirigida a los maestros propietarios». El grupo de maestros forman los brazos de la cruz. Vuestros brazos deben abrirse con amor y compasión hacia todos los miembros y prospectos de vuestra clase. Tenéis dos clases de deberes: enseñar con sencillez y claridad la Palabra de Dios y conocer las necesidades espirituales de vuestros alumnos. Deberéis trabajar en intima colaboración con el maestro suplente y el superintendente del departamento. Visitaréis y encauzaréis vuestro grupo a la visitación. El versículo que se halla en la epístola de Santiago 1:27. debe ser vuestra meta: "La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar..." (Al finalizar entregará una cruz roja de cartulina a cada maestro». CUARTA PARTE. (Dirigida a los secretarios». Los secretarios pueden ser considerados como el corazón de la cruz. El corazón es considerado como una parte muy esencial en cualquier organismo, ser o cosa. El corazón de vuestras actividades debe ser registrar e informar del progreso numérico y espiritual de los miembros y que cada uno pueda apreciar el crecimiento espiritual y el aprovechamiento alcanzado. (Les entregará una cruz roja de cartulina a cada uno). Número especial de música. QUINTA PARTE. (Dirigida a los maestros suplentes). Los maestros suplentes forman el pie de la cruz. Asi como la cabeza y los brazos de la cruz no podrían conservar su rectitud sin la estabilidad y el apoyo del pie de la cruz, asimismo los oficiales y maestros. quienes forman la cabeza y los brazos de esta cruz simbólica, no podrían funcionar bien sin vuestro apoyo y ayuda. Ayudaréis en el trabajo de promoción de vuestra clase. Vuestros deberes incluyen fases del trabajo social: nuevos miembros, compañerismo y publicidad. Cuando el maestro propietario solicite vuestra colaboración, recordad las palabras del Señor Jesús que encontramos en Mateo 22:37-39: "Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu cora- (Pasa a la pagina 15) La escuela dominical tiene por objeto dar a conocer a todos los hombres la esencia, el interior de las cosas, y la relación que tienen entre si, con el hombre como alumno, a fin de mostrarle el principio vivificador de todas las cosas y su relación con Dios. Se ha dicho en diferentes oportunidades que la escuela dominical es la iglesia enseñando la Palabra de Dios; dedúcese de ello, que el fin de la enseñanza está en referir a Dios la unidad y las diversas condiciones de todas las cosas, para que el hombre pueda obrar en la vida según las leyes de Dios. El camino para llegar a ello es la enseñanza o la Instrucción. El espíritu de la escuela dominical, el soplo que la anima, no viene de afuera. Por materialmente ventiladas que estén las escuelas, no lo están verdaderamente sino mientras reina en ellas la vida espiritual, el soplo real de la vida. Los locales espaciosos y ventilados son ciertamente preciosos a los ojos del maestro y de los alumnos; pero estas condiciones no bastan; conviene, como acabamos de decir, que las clases estén Intelectual-mente vivificadas y listas para cumplir con la misión que Dios les ha dado por medio de su ministerio. Preguntamos entonces: ¿cómo puede la escuela dominical de su iglesia cumplir con la misión de enseñar, si solamente está alcanzando un cierto círculo de las personas que forman parte de su iglesia? Si nos tomamos la molestia de levantar un censo de las personas que visitan nuestras iglesias, notaremos con profunda tristeza que un promedio muy crecido de hombres, que tal vez son activos en los programas de la misma, no forman parte de nuestras escuelas dominicales ¿Cuál es la razón? Conviene, pues, que estudiemos este asunto con interés y pongamos todo nuestro esfuerzo para alcanzar a los hombres. En muchos de nuestros países los hombres de nuestras iglesias han llegado a creer que la escuela dominical es una organización que trabaja únicamente a favor de los niños. Ellos creen que no hay un lugar importante para los hombres dentro de dicha organización, por cuanto muchas veces se ha tratado de ganar la simpatía de los niños, olvidando que también es menester ganar la simpatía de los adultos. Para resolver este problema, es necesario que los dirigentes de la escuela dominical se interesen en conocer las características de todos les hombres que visitan la iglesia. Todos los hombres de nuestras igle- II pastor Gomóle* habla con un miembro adulto que no asiste por mucho tiempo a la escuela dominical. Este es el desafio. sias difieren unos de otros; esto quiere decir que ellos tienen variedad de intereses y por lo consiguiente, diferentes problemas. Importantes cambios se operan en ellos, y sus necesidades morales y espirituales cada día ofrecen a sus propias vidas un pe • ríodo critico y no muy fácil de resolver. Esto nos conduce a pensar que debe haber medios de dominio para tales necesidades, y que la escuela dominical necesita urgentemente demostrar a todos los hombres de la Iglesia local que ella está profundamente Interesada en ayudar en tales problemas. Entonces es cuando debemos hacer uso de algunos métodos sencillos para alcanzarlos. Primeramente, necesitamos ofrecer un programa de alistamiento, es decir, que el superinten dente de la escuela dominical, juntamente con el pastor y los oficiales, reúna a todos aquellos hombres que ofrecen una posibilidad de acercamiento y los aliste como futuros miembros de la escuela dominical. Pero, para lograr el Interés de ellos, es importante demostrar a estas huestes de varones: primero, que la iglesia necesita de ellos; y luego, que ellos necesitan de la iglesia y de sus organizaciones. Las iglesias bautistas están sufriendo, no de demasiada organización, sino de escasez de hombres. La escuela dominical no alcanzará jamás el máximo de posibilidades de su ministerio sin el completo alistamiento de sus varones, con sus vidas y talentos consagrados a su servicio. La razón por la cual nuestras organizaciones no alcanzan a los hombres, es sencillamente por el problema de alistamiento. Los varones de nuestras iglesias deben descubrir que el programa de la escuela dominical es su-iicíentemente amplio en su horizonte como para demandar de ellos su ma-yer esfuerzo. Una vez que ellos han sido alistados, es nuestro deber manifestarles que la escuela dominical tiene interés en sus problemas (citados anteriormente» y hacerles un desafio para que el poder que reside en ellos sea desplegado y utilizado en la promoción de toda la obra que Cristo ha ordenado a sus seguidores que hagan. Cuando este desafío sea tenido en cuenta, cuando un grupo de hombres d? su iglesia comprenda que alistados y dirigidos por el Espíritu Santo y por la escuela dominical representan, para Cristo, una gran fuente de poder, entonces comenzará un nuevo día, un día en el cual la causa del cristianismo estará dotada de hombres dispuestos a diseminar las verdades del evangelio. Pero ... eso no es todo. Es necesario asegurar la matrícula por medio de Invitaciones y propaganda, por medio de la visitación personal en los hogares. Una vez que se ha logrado todo esto, es urgente entonces visualizar el trabajo dentro .de los diferentes departamentos en donde los hombres serán colocados de acuerdo con sus edades, y organizarse para la eficlen- (Pasa a la página 19» 8 EL PROMOTOR DE EDUCACION CRISTIANA