LA VIOLETA. 310 que las posee, y los elevan con sublimes concepciones, que se expresan con el lenguaje del alma y se cantan con el ritmo y la cadencia, ó que se traducen con el pincel y los colores ó con el buril del artista, que hacen superiores á los individuos que con ellas se inflaman, esas no puede menos de admirarse y obedecerse á sus bienhechoras impulsiones. Estas pa siones dignifican tanto mas á las personas, cuanto aquellas las degradan y conducen á la abyección y al desprecio. Ese deseo vehemente que estimula al espíritu hacia la consecusion de un fin determinado, para que no de-jenere en perjudicial, necesita regularse por la razon y por esc innato sentimiento del corazón con que dicernimos lo bueno de lo malo. La mujer no carece de pasiones, y á su mal juicio para conocerlas, reprimirlas y dirijirlas debe la mayor parte de sus contrariedades en el seno del hogar. La vanidad,es malhadada propensión de aparecer mas de lo que es en realidad, es el origen de su amor al lujo y á la ostentación que son la ruina de las familias. La comodidad, la abundancia, si se quiere, de los bienes, y la satisfacción de poseerlos, nada tendría de particular que se procurasen por los medios lícitos del honrado trabajo y la econo mía; pero ambicionar á igualarse al potentado,procurar adornarse con las galas de las grandes riquezas, anhe lar aparece.r superior á las demás por medio de la ostentación y del derro che, no contando con mas elementos para lograrlo que sus desenfrenados deseos, es el mayor de los desenga nos y la mas sangrienta hurla que merece el desdichado ser que tal pre tende. Siendo esta pasión, la de el lujo muy frecuente y poderosa en la mu jer, puesto que en su satisfacción se le ha visto sacrificar la tranquilidad de su familia y, lo que es peor, hasta su honra, no podemos menos de en carecer á las tiernas madres de fami lia no despierten en sus hijas con es tímulos y condescendencias, tan fu nesta pasión; sino antes por el con trario procurar con el ejemplo y con oportunas indicaciones, hacerles vellos peligros que consigo trae este desordenado deseo, patentizándoles las ventajas de una existencia mediocre, modesta y económica. Emilia. Monterrey, Abril de 1894. eeeew* Mjr-ieaMLwaaiMOOweeenfc wmmv. .u^Mu^*w**4H*w*«Q™*ww*ti**™**a*o svecsosT" LAS FIESTAS DEL 5 DE MAYO. Muy animadas se preparan las que se celebrarán en esta Capital, el cinco del entrante mes. El R. Ayunta miento apresuróse á publicar y hacer circular el programa respectivo, que es un tanto variado y en el que invi ta á los vecinos á que cooperen con el aseo y adorno de sus casas al ma yor lucimiento de esa fecha memora ble para la madre patria. No sabe mos hasta hoy si las empresas ferro carrileras tengan el propósito de es tablecer con este motivo viajes de excursion. A NUESTROS SUSCRIPTORES FORANEOS. Tenemos el gusto de participarles que ya hemos girado á su cargo por el importe de sus suscripciones, y es peíamos de su bondad se dignarán obsequiar nuestro giro. Cuando la desconfianza viene á po sarse en el alma, y se pierde la fé del ser amado, ya no puede haber tran quilidad ni reposo en el espíritu: la vida ya no es vida, es un continuo martirio mas horroroso aún que la realidad del mismo desengaño.