nunciar su nombre, por espacio de ai < is’añ o ST
Certorio^ no tenía mas que un ojo. Tráóiifó dos Teces de Pompeyo.
i Zi8cas terror del imperio romano, era tuerto también.
Horacio Oodet^ tuerto así mismo, defendió él solo un puente contra el ejército de Porcenna.
Cotnoens, eminente poeta portugués, también era tuerto.
—Las tropas espiólas están tan disgustadas por las, repetidas victorias de Ducasse y rus valientes oti-
dos mil soldados desertaron uniéndose á las filas cubanas. Los pobres soldados españoles^incipian á comprender que hay mas verdad y sentido común en el himno Bayamés, que en la marcha de Cádiz y el him no de Covadonga.
—Un serio encuentro tuvo lugar hace poco cerca de Güines y Madruga, en la Provincia de la Habana^ | entre una columna española al man. I do del coronel Aguilera y las fuer-i zas cubanas del coronel Raul Arango. El combate, que duró nueve horas, fué presenciado desde las azoteas en Güines. Los españoles se retiraron en la mayor confusion. Muchos de ellos en su desordenada fuga, abandonaron zapatos, sornbre-'TO»; .mochilas y armas, La columna del coronel Aguilera tuvo 80 muertos y 217 heridos.
—Íín un 40 por ciento se calculan las perdidas del ejército español. Esto ha alarmado al pueblo de España, y el anuncio de que Cánovas del Castillo iba á enviar á Cuba 20,000 hombre? más en el otoño, ha producido muy mala impresión, por1 }a razón de que creían en la Península que 250,000 hombres eran sufi •
cito ¿he Oriente, en la la Habana.
Los insurrectos han ríos tuertes por exigirle asi las ne-I cesidades de la campaña. Más de cuatrocientos españole*, entre enter- I mos y heridos, han side enviados á la Habana. En la ciudad de Matan | -------— -	-TÍ^iewíiewr.-- - — trados, de los cualesm.¡ás de cincuen | ta y nueve mueren diariamente.
— La semana pasada dos batallones i de tropas españolas salieron de Pinar del Rio con el propósito de ex* terminará los perros cubanos (palabras tomadas de los jefes españoles:) pero volvieron setenta y dos horas después de haberse batido en las montañas con las fuerzas del Ge neral Ducasse, y tan mal paradas I que no han podido redactar el parte oficial de la “victoria/' Perdieron 190 soldados y 6 oficiales, -mientra que las pérdidas de los cubanos, gra9 cías á la .posición estratégica qu
I
ocupaban son tan insignificantes | que no merecen mencionarse.
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