ml oportunidad de hacerte pagar lo que ha h*cho. obilgÉndoio a hacer muchas cosas que no le gustan"? No, no lo harta así. Preiblemente habrá ocasiones en que el padre, sabiendo lo que ee mejor para su hijo le mandar* hacer una tarea desagradable. pero le compensar* dej*ndok> hacer otras cosas de su agrado. Ayuda mucho saber que Dk* nos ama y que es tan sabio iue no puede cometer un error.
Ofertó*: Ayúdanoe, oh Padre celestial, a amarte y confiar m*o en U. y a hacer tu voluntad gustosamente. Amón.
Comensamos nuestros devockxnales de
esta semana pensando en Cristo y sus en-seftansas como un cimiento firme para nuestras vidas Beguramente recordamos lo que <MJo Jesús en Mateo ?:M (Lóase). Notamos que Jeeüs dice que es importante hacer lo que « ha enechado, en nuestro versículo clave el H, Santiago dice la
Al ir al templo hoy, tendremos el privilegio de oir la lectura, eneefiania y predicación de la Palabra de Dios. Pero se requiere más que oir atentamente. Traemos que escuchar el mensaje con la Intención de salir y ponerlo en pr*ctica.
Un hombre llegaba al templo cuando ya salta la gente. Se allegó a una de tas personas y le preguntó: "¿Se acabó el
servicio?” ‘No”, contestó el otro, "terminó la adoración, pero el servicio apenas co-
in las puertas de algunos templos se encuentran las siguientes palabras: “Kntrad a adorad, salid a servir.”
81 edificamos nuestras vidas sobre el firme cimiento de Cristo, no sólo oiremos cuidadosamente su palabra hoy, sino que también trataremos de inculcar esta palabra de tal modo en nuestras vidas que practicaremos sus ensefianaas cada día.
Orodoaes. (Que cada miembro ore brevemente pidiendo dirección y bendición sobre el pastor y los maestro» en este día, y porque seamne hacedores de la Palabra que oiremos.
La Música en el Hogar
cantadas o tocadas al mismo tiempo, en consonancia. Loe directores de coros nos estaríamos mucho pera que nuestros coros canten con armonía. Seguramente el hogar cristiano guiar* de mis dulce armonía en su vl-
(Sigue da diaria si los miembros de la familia unen sus voces para cantar. Pablo dijo que debemos cantar y alabar al Señor en nuestros corazonee, "hablando con salmos y con himnos y canciones espirituales.” Muchos pro-
de la p*glna 3)
blemas serán resueltos si entonamos la letra de algún dulce himno en ves de dar rienda suelta a nuestra ira. La música, “el arte del cíelo", ayudar* a hacer de nuestros hogares un pe-dacito de cíelo en la tierra.
Una Carta a mi cTíCadre
(Sigue de la página 1)
queque» para mi y para mU amiga» cuando llegábamos hambrientas, es algo que nunca comprenderé. Y había muchas sorpresitas, como el plato de dulces, los helados —lo que habías hecho aunque te quitaba tiempo para descansar o distraerte. Otra cosa también— nunca parecía estorbarte el ruido que hacíamos en la casa o en la cancha de juego, con tal que jugásemos alegremente y etn pelear.
De algún modo desarrollaste una gran serenidad No es de sorprender entonces que tanto loe jóvenes como los ancianos te amen.
Siempre estaré agradecida porque desde que puedo recordar me permitías ayudar a escoger una silla nueva, ana alfombra, un cuadro, u otro articulo para embellecer nuestro hogar, teto me hacia sentir que yo era parte de la familia, y que mi ayuda era importante v necesaria en nuestro hogar.
Tú querías que yo amara lo hermoso. Tu sicología en este respecto fue tanto práctica como sabia. Por supuesto a mí me gustaba mucho la ropa bonita; esas expediciones que hacíamos cuando íbamos de compras, durante las cuales me enseriaste cómo buscar y seleccionar mi ropa, deben haber sido pruebas y experiencias agotadoras para ti. II conocimiento que obtuve por medio de la paciente enseñama que me diste en cuanto a combinaciones de color, materiales y estilos apropiados, ha sido de inestimable valor.
Además, me mostraste que la belleia me rodeaba, y que todo lo que necesitaba para apreciarla eran ojos listos, oidos atentos y un alma sensible. Nunca podré olvidar aquellas caminadas que hacíamos por los parques llenos de árboles. Tú me abriste los oídos al canto de los pájaros Por medio de tus esfuerzos pude apreciar la hermosura del cardenal y del colibrí, la exquisita delica-desa de las alas de mariposa y de la tela de araña, la majestuosidad de los árboles, y la gloría de una puesta de sol invernal.
ABRIL A JUNIO DI 19*0
Nunca olvidaré la repisa triangular en forma de estante en que siempre tenias flores. Cuánto nos gustaba buscar semillas y plantarlas en nuestro jardín; y varios meses después comenzábamos caminatas temprano en la mañana por el jardín de flores, donde mirábamos que las semillas y los bulbos se habían desarrollado y producido diferentes flores. Aquellas caminatas me ayudaron a ver a Dios por medio de las maravillas y la hermosura de su creación.
¿Te acuerdas cómo soltamos sentamos en el templo y mirábamos el reflejo de la luz entrar por la ventana de vidrios de colores? Los matices de topacio, esmeralda, rubí, turquí y eafiro sobre un fondo que parecía terciopelo, es algo que jamás olvidaré. In otras ocasiones escuchábamos la magnifica música del órgano. Tú hiciste posible que yo disfrutara de otras clases de excelente música. Infundiste en mi ser hermosa poesía y prosa. Me ayudaste a apreciar el arte.
Me dijiste innumerables veces que Dios destinó que este mundo estuviese lleno de hermosura, y que todos teníamos la responsabilidad de llevar a cabo su plan. Gradualmente, por medio de tu dirección, me di cuenta de que sólo lo bueno es bello. Me enseñaste a amar la verdad, la lealtad, el honor y la generosidad.
Me enseñaste que si pensamos lo suficiente en los sentimientos de los demás probablemente seriamos bondadosos y haríamos lo correcto. No sólo enseñaste, sino que lo practicaste. Nunca estabas demasiado ocupada o cansada para ayudar a cualquiera persona que te necesitaba. Los pobres, los enfermos, los desafortunados y los solitarios siempre han sido el objeto de tus ministracio-nes especiales. Ante tu ejemplo de servicio generoso mq siento humilde y agradecida. Por éstas y otras innumerables bendiciones en este el Día de la Madre, deseo expresarte mi amor y mi sincero aprecio.
Tu hija
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