DE LA RELItilON. quiera errónea de conmutarla por otro ningún bieni ¿Pero y es esto posible entre ios hombres? No, tanta degradación no es posible á los racionales: la razón puede no llegar: sola á la perfección á qué el heroife-mo cristiano la eleva: pero tiene para llegar uii suplente en la gracia y en la asistencia del espíritu divino; pero á tanto Abatimiento nadie la puede condúcir. ni ella puede pof’sí Uegat, Era forzoso destrúirlá antes y ¿entonces? ' " " .. . Resta, pues, que los Apóstoles y los cristianos en la fortaleza que nan manifestado, hayan obrado cóh conocimiento dé causa, y siguiendo las inspiracionés de la mas racional razón. La primera prueba de qué ron así la tenemos en que el Salvador les anunció 10 qué tenían que pa-de'cer, mucho antes de que llegase el caso de padécérlo. Os he diclio esto, lo del testimonió Ó martirio que hablan de sufrii por testificar su di-vini'dad, para que no os escantlaliceis. . . Ya se ve, era natural que si las persecuciones, los torméntos y las cruces los hubieran cogido dé nuevo y de improviso, hubieran podido quejarse de que -su Maestro ó los había engañado ó no los tiábia desengañado; y escandálizados hubieran podido temer qué no seria mucha verdad, una doctrina. que el mundo perséguia con tanto encarnizamiento. Para evitarles, pites; éste escándaloles' háblácon toda claridad, i’el apóstol,lo mismo que el verdadero cristiano de hoy, sabe qué si Sé' decide á seguir -al Salvador .no tiene otro recurso que el de tomar la cruz y prepararse 'á sufrir cuantos males, cuantas injurias, cuantos martirios le sea dado al mundo y al de-nionió acumular sobre s;is cabezas. Y el entrar tan solo en tan escabrosa senda advertidos y persuadidos de ello '¿no será un acto dé la -mas heroica fortaleza? Ló es bajo"todos aspectos', porqué el héroe cristiano compara todo lo que áqüí púedé" pasar con lo qué en el otro inundo le espera; y viendo que todos los padécimiehtos, de esta vida lió son condignos á la futura gloria que se nos manifestará en la Otra, se. abraza impávido con la cruz "y avanza prudente, no confiado en sus fuerzas, sino esperando humilde en el ausilióídi¿:bqüel que con las süyaé Venció al mundo. Se adhiere, se une á este suadorable.Capitan y cabeza, ¿y qué importa entonces á los que siguen al" Salvador que el mundo los désprecie, los mire com'O ilusos y los prive hasta dé'l dérécho" de .ciudadanos? El Señor se lo ha anunciado: os ecluvráñ de tó'sinagogas, esto es, de las reuniones y so-hociedad á que pertenecéis por él ■líácimiento; :0s privarán del derecho y protección que las leyes conceden á todos aún á ios mas despreciables; la justicia para vosotros será nula porqué vuestros opresores no la- querrán reconocer; la propiedad que se conservará aun á los ladrones sobre lo que malamente han adquirido, será para'vosotros unáipalÉíbrá’ sin sentido, pués se os despojará tiránicamente de todo y aun se cohonestará este despojo con él título de bien común.. ;:. os echarán de las sinagogas. . ... Y como si todo esto fuese poco, conió si no bastase todo esto para saciar la ira de un mundo á que no pertenecéis, llegará tiempo en