CANTO Poesía dedij Fue un idilio allá en la infancia^ Fue una luz madruga^ y encendida, sobre el cándido prestigio de un albor; fue una aurora en otra aurora: fué en el alba, toda lirios y azucenas, de la vrda, la alborada, toda rosas y claveles, del amor. Fué en un valle. Florecían- los jardines. Sonreían las fontanas. El ambiente se dijera de cristal. El azul se revestía de tocados de inocencia, y las cosas se adormían vagamente, y adormidas diluirse parecían en la alada transparencia del encanto matinal. Fila nítida y fragante, él fogoso y pensativo, se encontraron bajo el palio de aquel tenue amanecer; se miraron.....y en los aires hubo un beso rutilante, y un temblor allá en las almas ardoroso y fugitivo, y en los cielos virginales un intenso rosicler----- Y el amor llegó. Primero como dulce mensajero de un romántico embeleso y una prístina ilusión, trajo arrullos y miradas y suspiros fascinantes, y vertió como torrente de lumínicos diamantes una rica pedrería de ideal ensoñación. Vino luego sobrio, vivido y fecundo; halló ut?alma en cada cosa; descubrió el ritmo profum de los seres, y con ellos a compás supo latir: puso en toda acción un símbolo, un fervor y una arm sorprendió cánticos hondos de inefable poesía, y afianzóse a la alegría sana y firme y ’luminosa de vivir. Y después llegó sombrío, con pavor de precipicio y con cárdenos heraldos de cilicio; con ’a marca de la lucha, la abstinencia y el suplicio. Sr. Manuel Mayo Berrenechea, que contrajo matrimonio eno la Srita. Elizabeth Meyer.