Jueves 04 de marzo de 2010 09 Especial. DianOSanDicgo. Detrás de la máscara Jorge Ramos Ávalos Espedí! para Diario San Diego La Iglesia Católica: ¿Criminales ocultos? Si el Vaticano quiere enviar el mensaje de que realmente está haciendo algo para evitar el abuso sexual contra niños, entonces debe entregar a la policía los sacerdotes pedófi-los que hoy oculta. Es la única salida honorable y justa. La reciente reunión del Papa Benedicto XVI con los obispos de Irlanda sobre los cientos de casos de abuso sexual en ese país durante más de tres décadas culminó con una vaga y tibia declaración sobre la “grave crisis" que enfrenta la Iglesia. Pero el Vaticano no nombró ni entregó los sacerdotes criminales y sus cómplices a la justicia civil irlandesa. El Papa tiene que hacer mucho más para ser creíble en este asunto. El liderazgo de la Iglesia Católica no parece haber aprendido mucho de la crisis que sufrió recientemente en Estados Unidos y no ha podido recobrar su credibilidad. En Estados Unidos la Iglesia Católica no entregó los sacerdotes abusadores a la justicia. Lo que hizo en muchos casos fue cambiarlos de parroquia. O, como en el caso de la Diócesis de Los Angeles, por ejemplo, pagó US$660 millones para cerrar 508 casos de abuso sexual, pero no identificó a los religiosos culpables. Ahora El Vaticano está siguiendo la misma estrategia fallida y cobarde en Irlanda. La jefatura de la iglesia denuncia, sí, los crímenes cometidos contra cientos de niños irlandeses. Pero, más allá de su aparente indignación pública, no hace nada al respecto. La Comisión Investigadora del Abuso Sexual publicó un informe en mayo del 2009 sobre los maltratos físicos y sexuales que sufrieron 413 niños en 26 escuelas o reformatorios católicos en Irlanda (www.childabusecommis-sion.com), y que incluyeron golpes, violaciones sexuales y, sobre todo, silencio. El informe está cargado de descripciones gráficas de abuso infantil por parte de sacerdotes y religiosos católicos. Y lo más grave de todo es que, en su mayoría, los victimarios están libres. Lo que ahora me preocupa mucho os que se sepa poco sobre el mismo crimen en América Latina. Yo estudié en una escuela católica en el estado de México y sufrí como muchos de mis compañeros los golpes, humillaciones y maltratos de tres sacerdotes benedictinos, durante años. Uno, gigantón, cargaba en el pantalón una suela de zapato con que nos golpeaba y sacaba sangre. Otro, rubio y sádico, además de sus golpizas, trataba de humillarnos por varias maneras. (Esa persona es la primera en mi vida que llegué a odiar). Y uno más, cantarín, nos arrancaba alegremente y a jalones los pelos de las patillas. Tuvimos suerte de no su frir abusos sexuales. Pero estoy seguro de que en otras escuelas católicas de México y América Latina la historia es muy distinta. ¿Y donde está esc informe? Tarde o temprano tendrá que ser investigado y escrito, como en Irlanda. El silencio que sigue imponiendo El Vaticano al negarse a investigar, nombrar y entregar a la justicia los sacerdotes culpables de pedofilia es otro abuso más. Al ocultar criminales se hace cómplice de esos crímenes. Ya es hora que la Iglesia Católica se ponga del lado de las víctimas y no de los sacerdotes criminales. (Jorge Ramos es el conductor del Noticiero Univision, que se ve en Estados unidos y 13 países de América Latina). Sin fronteras Jorge Alberto Calles Especial para Diario San Diego El PAN: Cada vez más débil La resolución de la Suprema Corte de Justicia que adjudica responsabilidad al hoy secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, en la tragedia que le costó la vida a 49 menores en una guardería de Hermosillo es otro episodio que sacude al gobierno de Calderón y golpea al PAN. Molinar era, hasta antes de la resolución, una de las cartas fuertes con las que contaba Acción Nacional para la carrera presidencial. De formación académica, Molinar es uno de los pocos funcionarios actuales que conoce la historia del PAN y se identifica con los plantea--mientos democratizadores de sus fundadores. Pero ha sido también, hasta ahora, uno de los contados políticos del régimen que ha recibido pocas críticas y sí, en cambio, re conocimiento a su trabajo. Será difícil conocer si su involucramiento en el caso de las guarderías incluye actos de corrupción de su parte. Pero es innegable que comparte responsabilidad de manera significativa. Es posible que la asignación de concesiones para guarderías no sea un asunto en el que haya tenido participación directa en su carácter de director del Instituto. No obstante, era su obligación estar al tanto del tipo y la calidad de las operaciones del organismo. El hoy secretario de Comunicaciones demostró oficio político. El dictamen fue dado a conocer mientras él estaba en España promoviendo inversiones de ese país en las telecomunicaciones mexicanas. Sin embargo, respondió de inmediato al señalamiento sin acusar a la Suprema Corte de haberse extralimitado y sí, en cambio, manejando argumentos jurídicos. Citó incluso el artículo de la ley interna del Instituto que, según él, faculta al organismo a concesionar guarderías. Hasta dónde en realidad Molinar incumplió la ley y qué tan grave fue su actuación en este asunto son asuntos que deberán dilucidar las autoridades correspondientes. Pero, por lo pronto, el capital político de otra de las cartas fuertes de Acción Nacional ha sido severamente afectado. El PAN se debilita cada vez más. Los pobres resultados de la gestión cal-deronista lo han situado en una posición desventajosa en la competición por la presidencia en el 2012. Por si fuera poco, las escasas figuras de peso político con que ha contado y cuenta han ido desapareciendo y han visto reducidas seriamente sus posibilidades de aspirar a la candidatura blanquiazul. A Juan Camilo lo reventó Andrés Manuel antes que perdiera la vida en el accidente aéreo. A Santiago Creel lo eliminó el mismo Calderón. Josefina Vázquez está doblemente acotada: Felipe no la quiere mucho y Elba Esther, nada. Por coherencia, enojo, berrinche o error, lo cierto es que Gómez Mont destruyó todo su capital político en una sola noche. Germán Martínez no dio el ancho. Se quemó, además. Cordero no aparece por ningún lado. Nava está muy verde. Alonso Lujambio y Juan Molinar eran los pocos prospectos con vida y luz. No podemos dar por hecho que el futuro político de Juan ha quedado destruido. Pero el hecho de que el dictamen de la Suprema Corte le haya fincado responsabilidades le ha acarreado ya el linchamiento a través de los medios. Sin que haya un veredicto aún, la ciudadanía lo acusa ya de todo. Para muchos, Molinar aparece como el asesino de los 49 infantes inocentes a quienes negligencias y torpezas les acarrearon la muerte. Podría ocurrir que saliera bien librado. Podría ocurrir que él y sus abogados demostraran que su administración no incurrió en violaciones a la ley. Sin embargo, su imagen ha quedado dañada ante la opinión pública. Eso es un hándicap muy grande, en una era en la que la política es, en muy buena medida, mediática y espectacular. Jocasa56@yahoo.com.mx