fíL ESTADO DE OüAHUíLa. I porque dió cima á lo iniciado por cutivo implantó el sistema norma- que la ley sea el guardián de los las administraciones anteriores, lista, inaugurándose el día 4 de í intereses sociales. sino porque puso todos los medios Mayo de 1894 la Escuela Normal de que podía disponer para que el de Profesores con su escuela prác-Estado entrara de lleno en el cami- tica anexa y se establecieron desno de un mejoramiento positivo. pues, en varias poblaciones del Es- Sin las vacilaciones que en poli- tado Escuelas Modelo, servidas tica causan la muerte civil de los por Profesores normalistas y obeque gobiernan; con la energía que deciendo al mismo sistema de endebe tener todo hombre de Estado; i señanza. con ahinco pertinaz, que es lo que hace llegar al coronamiento del fin propuesto, y con un conocimiento pleno de la carga enorme que sobre él pesaba; el Sr. Lie Cárdenas se entregó á las funciones de su Gobierno con una fe ciega en el porvenirque deseaba parasu pueblo. Los carcomidos árboles de la administración sintieron nueva savia y empezaron á vigorizarse, y vió el pueblo, con agrado, que salían de la esfera de la utopía, las promesas que se le habían hecho. La Hacienda hizo frente á todos los compromisos de la administración y llegó á tener lo necesario para resistir cualquiera emergencia; en la instrucción se operó un cambio que ya exigía la evolución en que la sociedad había entrado; el servicio administrativo fué expedito, pues se descartó de las trabas que impedían su funcionamiento: se implantaron mejoras de utilidad indiscutible, y se dieron disposiciones y leyes que han contribuido al desenvolvimiento de todos nuestros elementos de riqueza. Esta manera de administrar agradó al pueblo y enagénó al Sr. ■Lie. Cárdenas la buena voluntad de sus conciudadanos, por lo que, al concluirse el período que la ley determina para renovar los Poderes del Estado, la elección, para del referido funcionario quien, como Gobernador propietario, otorgó la protesta de ley el 15 de Diciembre de 1897. Aceptada tan delicada obligación. era de esperarse el cumplimiento de ella por los antecedentes sin mancha del funcionario, y el pueblo coabuilense no vió det’rau dadas sus esperanzas. Ya el camino estaba trazado ya se había sembrado la simiente, ya la máquina administrativa funcionaba en orden, y el Sr. Lie. Cárdenas que contaba con el favor público, continuó con más empeño su tarea y cada acto de su Gobierno fué marcado por un paso más que daba Coahuila en su mejoramiento. Llenó su cometido con general aplauso y al ir á descansar de las fatigas de un trabajo asiduo de cerca de ocho años, trabajo que no conocen y por eso no aprecian los que están alejados de la cosa pública; pero que es duro, penoso, arduo; que molesta y cansa; trabajo que consume las energías más vigorosas; trabajo, en fin, en que el espíritu tiene que estar en actividad incesante, contrariado las más veces, y sin recompensa casi siempre; al irá descansar decimos, de ese trabajo, el pueblo exigió á su Gobernante un nuevo sacrificio y las urnas electorales de los comicios de 1901 se vieron llenas con la cédulas en que se designaba al Sr. Lie- Cárdenas para un nuevo cuatrieno administrativo Lo que afirmamos en lo dicho anteriormente, necesita, exije de nuestra parte una demostración clara, completa, sin réplica, y vamos á darla por más que adquieran mayor extensión estos apuntes. La instrucción pública era deficiente. Requería, pues, una reforma completa, radical, que estuviera en consonancia con las exigen- pues, en varias poblaciones del Es- Se fundó y se sostiene una Escuela Correccional que está á cargó del Municipio del Saltillo. La reforma de los Códigos era de necesidad suma y el Gobierno atendió á ella nombrando al efecto una comisión de respetables abogados que se encargó de presentar el proyecto de reforma que fué a-probado, estando ya en vigor en el Estado, sus nuevos Códigos, Civil y Penal y de Procedimientos Civiles y Penales. Este último vino á implantar una reforma en el ramo judicial, con la creación de los Agentes del Ministerio público, reforma de importancia, que está dando los resultados de ella esperados. Hay en cada cabecera de Distrito un Agente del Ministerio público. La 'conveniencia de unir á los pueblos del Estado por medio de las vías férreas ó fací litarles su comunicación con otras poblaciones, no podía escapar al Gobierno que busca todos los medios para que el Estado prospere; dió pues á las empresas una protección decidida, o-torgándoles fuertes subvenciones pecuniarias y se tiró el ramal de Monclova á C Ciénegas, se cons-truyó la linea del Saltillo á Concepción del Oro, y se ha • - ' 'No, últimamente el fierro/ ^o’ahui-la y Pacífico’* que iic^a á Torreón. "pSrí rf^laTaintal del y tocando las poblaciones nrás importantes de nuestros Distritos occidentales, como General Cepeda, Parras y Viesen Mejoras indispensables necesitaba el Saltillo y se han llevado á cabo, tales son: el drenaje, la en-tubación de las aguas, la construcción del Mercado y del Rastro, del nuevo Panteón, de varios puentes y otras. En esta misma Municipalidad (Saltillo), gracias ;i las franquicias otorgadas, se construyó el magnífico edificio del Bancode Coahuila que tiene anexo un gran hotel. Se han dado concesiones también. para el establecimiento de Fábricas y Molinos, como el Molino de harinas, sistema de cilindros de D. Francisco Rodríguez González é hijos, ya en explotación, cor. un capital de 850,000; á 1) Clemente Cabello se le exceptuó también de contribuciones por el capital de 870.000 invertidos1 en su molino a-nexo á su fábrica “La Libertad” nuevamente construida y gozando de una franquicia de 12 años sin el pago de contribuciones A D. José Juan Rodríguez, también amplia prerrogativa por el capital de.... Este es el ciudadano que el pueblo Coabuilense ha reelecto para que dirija sus destinos. Honradez, inteligencia, respeto á la ley, patriotismo y las cualidades todas que deben tener los gobernantes, las posee en alto grado. ¡Que ladre la canalla! I * r 1 vivo uu, quvi mu que ei traoaio nu- cías modernas de la enseñanza y mente, que el capital se radique siguiera los senderos que le mar-, con el establecimiento de . nuevas caba la nueva marcha de la socie- empresas, que se lleven á feliz tér-dad. Para logar su objeto, el Eje-1 mino, mejoras de importancia y Elo DObOR DE PENSAR Schopenhauer ha delineado los grotescos rasgos psicológicos de los tontos, es decir, de la mayoría eterna, y escribo que nadie puede salir de sn individualidad; que no es posible que lleguemos á hacer feliz ú un animal, porque los límites de su ser y de su conciencia lo hacen inepto para muchas delicadas venturas; que así mismo en el hombre, los límites de sus fuerzas intelectuales son los que determinan, para siempre, su aptitud para los goce s elevados; y que en este concepto, cualquier esfuerzo generoso que hagamos para llevarlo más allá de los lindes de un bienestar ordinario, será nulo, porque el tonto quedará imbécil sin remedio, esto es, eternamente La felicidad humana es cosa tan incompatible con la vida misma, que á estas horas nadie discute que un hombre intelcctualmeute bien organizado pueda ser feliz; porque aunque en su existencia material no tenga sufrimientos, siempre tiene dentro de si mismo ese torcedor sombrío, ese aguijón doloroso, esa pupi la nublada que quisiera penetrar el misterio—y que no lo logra nunca,—esa ansia sutil y admirable, el pensamiento. * * * # Pues bien, el regocijo perfecto que las muchedumbres anhelan, no puede, de este modo, estar sino en espíritus '-sclavi-‘zwluH-por-ia idiotez ■ó por-hi loeui n—Ea ausencia de razón en los alienados, las priva del concepto claro de lo que es la existencia, y tal vez los hace venturosos, pero yo quiero considerar la calma espiritual en que viven constantemente las multitudes ignaras que ocupan sus escasas facultades en la observación de detalles insignificantes y en el ejercicio de cosas sin interés alguno. ¡De qué modo tan particular ven la vida' Cómo se imaginan que puede existir un problema discutible en cada uno de sus hechos míseros, y cómo ignoran que el grande y verdadero problema de la existencia está en algo que se halla muy por encima de sus raquíticos criterios y de sus inteligencias cortas. No piensan, no discuten, no meditan, y están lejos de saber que el pensamiento cause dolor á los hombres conscientes. El dolor de pensar es uno de los placeres más delicados que tienen las almas bien constituidas. El pensamiento nos lleva al través do toda la vida, nos hunde en el misterio, más también nos redime. Es como el áspid de la abeja: en laluchacon la sombra, se clava en ella, pero una vez desprendida de nosotros, hemos descansado. La abeja muere al perder su aguijón. Cuando los hombres perdemos el pensa-¿20,01)0 gastados en lu nueva ma- ¡ mieut-u, es decir, cuando hemos perdido quinaria de su fábrica la Hibernia, । el a*mni estamos extintos. al Sr- I)r. Antonio Rodríguez, se- •. *oa espititus pobres, que carecen de gún Decreto de 1.2 de Marzo de; intelectualidau, no llegan nunca á este 1900, exención de quince años por I ocaso trágico, porque han vivido muertos! un capital de 5<> á luu.ooú pesos, por una fábrica de tejidos de ixtle movida á vapor. El filántropo D. Enrique Maas, hizo una donación de 8200,000 para en cierta reunión: establecer un asilo de niñas y el —¿Dónde estaría el hombre*i no fue- Gobierno correspondió á ese acto se por la mujer? benéfico exceptuando el capital del Sr. Maas del pago de contribuciones durante la vida del donante. No se crea, empero que nomás la Capital ha recibido los beneficios del Gobierno, no. en todos los pueblos ha querido que el trabajo au- La decoloración y la palidez del cutis, blancura de los labios, de las cnaa^, de la lengua, de la conyun iva, debilidad y pequenez del pulso, paliaciones l sadas por la menor emoción, apemo caprichoso, digestión lenta y drfic , constipación, etc., son síntoma^ de la anemia que con el tiempo puede degenerar en tuberculosis. Para combatirla tómese el Vino de San German de Lalour Baumets, cuyos resultados son maravillosos, pues ¡a transformación de los elementos introducidos se hace rápidamente y el número de glóbulos (encarnados aumenta progresivamente hasta que llegue á superar la cantidad normal. “Recomiendo el VINO DE SAN GERMAN, como útil y eficaz en laa unfermedades que causan profunda debilidad en la economía, así como en las anemias, tuberculosis, atrepsias. etc." DB.. CABIOS TEJEDA í'jufesor fie CZíniiia infantil en la Bs-ewela Nacional de Medicina- de México GfflO, PERFUME 1 COLOR. La alondra dijo un día: —He oído el canto de una alondra. Y la nube rosada que acertaba á pasar, le dijo: —Es tu canto el que has oído. No, dijo el ave, no es mi canto. La violeta dijo un día: Ha llegado hasta raí el perfume de una violeta. Y el tupido césped en que se mezclaban diminutas fresas, dijo: —Es tu perfume el que has aspirado. —No, dijo la flor, no es mi perfume. La púrpura dijo un día: —He visto el color encendido de la púrpura. , Y el armiño del manto cardenalicio, que se arrastra por las gradas del templo, dijo. —Es tu color el que has visto. No, dijo la púrpura, no es mi color. Guillermo Vargas. Entonces la alondra, la violeta y la púrpura, exclamaron: —Es bien extraño, y no se explica, que haya canto de alondra que no sea de alondra; perfume de violeta que no sea de violeta; y color vi- . > , ! Púrpura que no es de un manto — i o lu se, contesta uno de ios pre- ¡ de púrpura.! «ente de ¡¡ten humor. Pero yo que las estaba oyendo —¿Donde. ¡exclamé: —¡En el Paraíso: —¿De qué os asombráis? Bajo —— la rosada nube, entre el césped das del templo, Matilde ha pasado con su voz musical, su embriagador perfume y sus labios rojos, muy rojos ...* Catulle Méndez. Abogando por los derechos femeninos, lecín una señora con grande elocuencia Preguntó un dia Federico el Grande, mezclado de fresas y por las gra-guerrero afortunado, á su médico: *-----'* Ar '’’1 * —Dime la verdad: ¿cuántos hombres has matado durante tu carrera? —Señor, contestó el médico, unos tre- cientos mil menos que vuestra magostad.