12 El Menaajero Juvenil El Menaajero Juvenil 13 la muerte de Jesús y hubieran matado a Pedro con la misma facilidad, si no hubiera sido que el sermón lleno de po der espiritual les llevó la convicción a sus corazones y los hizo arrepentirse de sus pecados. ¡Milagro miravillos'»! Recordemos la experiencia di- Roberto Moffatt, en Africa, que tuvo con el antiguo y sanguinario jefe, Africaner. Moffat le predicó e| evangelio, escucho y desistió de su propósito de matar al misionero. Al fin se convirtió. Antes de su conversión era un proscrito de la ley. Amonestaron a Moffatt diciendo: “A Ud. le pondrá como un blanco para que sus muchachos Je tiren;" y “le quitará su piel para hacer la cubierta de un tambor" y “hará de su cráneo una copa para beber." Pero el Espíritu Santo cambió todo aquello y Moffatt llevó al jefe convertido a Cape Town como trofeo de victoria. Un agricultor cuando vió a Africaner creyó que ora un fantasma; y entonces alzando sus ojos dijo con reverencia: “Oh Dios ¡que milagro! ¡Qué no puede efectuar tu gracia!" 3. Pedro Predicó un Sermón Modelo. El Espiritu Santo no habría tan señaladamente honrado este sermón, si no hubiera sido del todo escritural. No temos tres elementos en el sermón mo délo: ( 1 ) El Predicador citaba lleno del Eipíritu. Era el Espiritu Santo quien hablaba por medio de Pedro, dirigiendo sus pensamientos y escogiendo sus palabras. Un predicador lleno del Espi ritu Santo por medio de un sermón sencillo puede derribar los argumentos de Satanás; mientras que una grao combinación de palabras sin que e| predicador tenga el Espiritu Sanio no ten drán ningún poder. (2) Todo el Sermón era Bíblico. Pedro no hizo otra cosa que citar las pro fecias del Antiguo Testamento, refe rentes a la muerte de Jesús y los incidentes relacionados con ésta, entonces les relató las cosas qu‘ n-cientemente ha bian sucedido en Jerusalem, como los profetas ya lo habían dicho. ¿En dónde aprendió Pedro todas las Escrituras? En la sinagoga, cuando era un niño; y la mayori.1 de los que le escuchaban habían aprendido éstas de la misma manera. ¿Dónde estaba el poder? En el Espiritu Santo que usaba a Pedro y sus palabras. El le llenó de su santa unción. El grande y robusto pescador-predicador temblaba y se estremecía de emoción al dar a las gentes su gran mensaje. (3) Los efectos del sermón. “Fueron compungidos de corazón." Dijeron "¿Qué haremos?" No debemos tener dificultad en llegar a la conclusión que cuando el corazón es tocado, la predi ración es inútil más bien que de beneficio. Si en nuestros servicios tocásemos todas las cosas con excepción del corazón, habremos hecho solamente muy poco. Debemos orar para que el ministro Imple el corazón. El gran evangelio es un llamamiento al corazón. Los efectos de este sermón fueron maravillosos en cada detalle, porque alcanzó a los corazones. Sucede esto sola mente cuando los corazones de las gentes son tocados para ser llevados al Señor. 4. El Poder del Eipíritu Santo Dei-puéi de Pentecoitéi. El Espíritu Santo siguió impartiendo •a poder a los apóstoles. El Espíritu Santo desea morar en nuestros corazones. Una ojeada a través de los Hechos después del Pentecostés nos demostrará como los apóstoles siguieron tenien do este poder. < 1 ) Poder en Jerusalem. Los discípulos, después de Pontéeosles, fueron verdaderamente testigos del evangelio en Jerusalem. El estudio del libro de los Actos desde el capitulo 2:42 a 7:60 nos ensena lo que fué hecho y la manera cómo ellos vivían unidos, haciendo buenas obras, por la predicación del evangelio de Jesucristo y por el trabajo que los diáconos hicieron llevando <•1 auxilio a los necesitados. En todo el curso de la historia encontraremos que muchas almas fueron llevadas a los pies de Jesucristo. (2) Poder en Judea y Samaría. Cuan