El Mensajero Bautista 5 verdaderos, dedicarnos a! estudio no sólo religioso sino profano, conocer ampliamente las doctrinas que hemos de combatir, y formar nuestro gusto literario en el estudio de los clásicos y de los grandes hablistas. Es forzoso decir la verdad; muchos de los predicadores cristianos, pertenecientes a diversas denominaciones, en sus sermones o pláticas son inteligentes, oportunos y hasta inspirados en la elección de sus textos bíblicos, en sus concordancias, correlaciones, pero la amplificación y desarrollo de que se valen en sus argumentos, resulta tan pálida, tan deficiente, que se desvirtúa del todo su sermón o plática, por falta de calor, de animación, de vida. Esto puede evitarse, como antes he dicho, con el estudio de las ciencias, la lectura de bueqos libros, una sólida instrucción, y solare todo, perfecto conocimiento del asunto que se va a tratar. Me atrevo, pues, a recomendar a mis hermanos los obreros cristianos bautistas, que no incurramos en el error contrario al de los católicos, o sea en desdeñar las grandes ventajas que la forma, el gusto y un estilo adecuado proporcionan al que tiene positivo empeño en rendir almas a Cristo y ganarlas para Dios. Creo innecesario decir que el orador cristiano ha de sentir verdaderamente lo que predica y ha de ser ejemplo viviente de la observancia de las doctrinas que sostiene; pues siempre se cree al que es ejemplo vivo de lo que dice, y se desconfía tic los que arrullan con sus palabras, seducen con sus discursos; pero no hablan ni hacen nada con sus acciones, pues los primeros son hombres sinceros y la ayuda de Dios está y va con ellos, y los segundos son mentirosos y engañadores, cuyo testimonio se pone en duda, aunque tenga por base la verdad. Que Dios permita que no olvidemos nunca los sanos consejos que el Espíritu Santo nos da por boca de Pablo en su segunda carta a Timoteo, en el capítulo segundo, de los versículos 19 al 26, y que tengamos siempre presente lo contenido en Cálalas, Capítulo 1, versículos 11 a 12. Os hago saber, hermanos, que el Evangelio que ha sido anunciado por mí, no es según hombre; pues ni yo lo recibí ni aprendí de hombre, sino por revelación de Jesucristo. Que Dios os bendiga, hermanos. Matias C. García. Entre las Iglesias GUAYMAS, Sorf.—En Guaymaa y Empalme me tienen todos mis hermanos a sus órdenes, laborando ¡>or el Maestro. Próximamente tendremos un bautismo y 2 o tres más en Empalme, y, por supuesto que habrá más porque nuestro Caudillo invenc^le dice: "Yo velo sobre mi palabra para darle cumplimiento", (Jer. 1:12.)— J. M. E. Villegas. En la misma carta anterior nos dedica el apreciable hermano Villegas, palabras de aliento con motivo de la aparición de "El Mensajero". Gracias, hermano. MEXICO, D. F.—Aunque oficialmente no tenemos ninguna noticia de la Ciudad de México, sin embargo nos es grato decir que la obra, según sabemos, sigue muy bien, bajo la sabia dirección del joven predicador Alejandro Treviño Ojeda, que está encargado de la Iglesia, mientras dura la ausencia del pastor Sr. de Roos que se ocupa actualmente en una gira evangélica en la isla de Puerto Rico. Los cultos son concurridos. En una Escuela Dominical en donde estuvo presente uno de nuestros redactores había 237 asistentes y mucha animación. LEON, Gto.—Por informes que tenemos y a pesar de las circunstancias difíciles porque a veces se atraviesa, la pequeña iglesia de León, sigue caminando regular. Hay algunos creyentes nuevos que en breve serán bautizados. El hermano Pedro Suárez es el encargado de aquella iglesia. PUEBLA, Pueb.—El apreciable hermano Brown nos comunica entre otras cosas lo que sigue: Que han abierto últimamente una nueva Misión en el barrio de El Cármen, donde predican con éxito el Evangelio. Que desde Mayo hasta la fecha han tenido 10 bautismos de convertidos. Igualmente gue están acondicionando debidamente el*‘Hospital Bautista” que tienen allí y por último que todo camina bien y progresando mucho. C. JUAREZ.—Con placer comunicamos a nuestros hermanos que del 22 al 29 del Íróximo pasado Julio celebramos en esta glesia una serie de cultos de avivamiento dtrijidos por nuestro hermano Josué Valdés. Los sermones de nuestro hermano fueron muy instructivos y espirituales. Las asistencias igualmente numerosas, pues cada noche estaba el templo lleno, fluctuando la asistencia entre 130 y 200, la mayor parte de gente inconversa que con atención y buen agrado oyeron la buena Nueva.