Foro del 5 al 11 de junio de 1998 / 9 Marisol Gutiérrez Titanic: el sueño termino en Rosarito PLAYAS DE ROSARITO, BC, (FORO).-Ei Titanic, el orgullo británico de la navegación de principios de ^iglo, se hundió a mediados de abril de 1912. La filmación del "Titanic" bajo la dirección de James Cameron terminó en los primeros meses de 1997 en los estudios Fox de Baja California, en Popotla. que pertenece al recién formado V municipio del estado fronterizo. Por espacio de año y medio, casi dos años, la ciudad vivió el sueño del "Titanic". Actores, extras, productores, técnicos y personal local y foráneo circularon por la ciudad y el boulevard Benito Juárez alterando la vida cotidiana de Rosarito. Hoteleros, restauranteros, arrendadores, discotecas y otros negocios turísticos, disfrutaron la bonanza económica que la derrama cinematográfica arrojó a sus hermosas playas. Mexicanos atraídos por el fenómeno y la ilusión que crea la industria del cine, gente que llega de todas parles del país, bien para cruzar el borde o en busca de mejor fortuna que en sus empobrecidas tierras de origen; también gozaron el fruto de un trabajo estable por un plazo más largo que el corto verano de Rosarito, único período que ofrece actividad laboral a su fluctuantc población. Cierta mejoría en el salario compensó las largas jornadas de trabajo que normalmente son aplicadas en lodo el estado, algunas de hasta 12 horas diarias, seis días a la semana, por menos de dos salarios mínimos. La esclavitud que exige el "bilingüismo" valió la pena. La creciente expectación de quienes ansiaban ser extras del film; 1500 personas de "tez blanca", los mexicanos morenos alcanzaron siquiera los oficios de carpintero y auxiliares en trabajos de pintura y otras áreas. Más como toda la ficción que envuelve al cine, todo terminó con su rodaje y el desmanlelamiento del barco armado en las costas de Popotla (parte de una escenografía monumental solamente). El sel cinematográfico desapareció y la realidad es un proyecto que a la fecha no cuaja por diversas razones. La creación de un "Hollywood" en la Baja California. El "Titanic" es la única cinta importante filmada en los estudios Fox de Baja desde su apertura. El semanario Momento habla de fragmentos filmados para un film del agente 007 entre mayo y junio de 1997. Múltiples conflictos detienen las actividades de este ambicioso proyecto. El más importante de ellos es la tenencia de la tierra, problema central de toda la franja costera de la península. Cuantiosos fraudes caracterizan las operaciones de compra-venta de terrenos en la zona. Mientras para los extranjeros el valor por metro cuadrado disminuye, la población de Rosarito ve incrementado los suyos. Los amparos solo proceden para las grandes empresas y los fraccionamientos de lujo para americanos que ocupan más del 70% de la costa. Esto no demerita el trabajo cinematográfico de Cameron y su equipo. Tal vez lo que llama la atención son los cuantiosos gastos (ya recuperados por la exhibición) de una sencilla historia de amor que no va más allá de las versiones anteriores filmadas sobre la tragedia naval más grande de la era moderna. Críticos y reportajes de la fuente cinematográfica nacional y mundial aún no entienden el fenómeno. Ya que ni actores ni director son demasiado conocidos. También confunden los gastos tan elevados de hospedaje de directivos y actores así como un tiempo excesivo de rodaje. 6:00 PM ■ Para enero de 1997 se habla de 150 millones de dólares. El "Musco del Titanic" es otra pequeña irregularidad porque es una exhibición del brillante ingenio de los escenógrafos para lograr la ficción del barco de lujo, no un museo. La reconstrucción de salas y espacios del Titanic es un deleite a la imaginación, pero queda trunca porque el barco y la mayor parte de los escenarios del film fueron desmantelados. El público que visita los estudios espera verlos por su boleto de entrada que paga a razón de cinco dólares por persona. Escándalos, accidentes de extras y hasta muertos, no comprobados todavía; no merman la alegría de quienes cuentan sus anécdotas y sus breves apariciones en el film, como paseantes del barco o como "ahogados". Sin embargo, el film terminó y la industria que le dió vida se ha dedicado a recu perar lo invertido y lograr cuantiosas ganancias en la distribución. Un aparatoso equipo publicitario acompañó a la cinta, antes, durante y después de la filmación y sigue haciéndolo. Los "oseares" premiaron más la inversión que la calidad de la temática y hechura de la cinta. Un juego muy conocido para los cinéfilos. El caso es grave cuando a falta de una verdadera actividad productiva, ajena al turismo, capaz de mantener ocupada a la población rosaritensc del otro lado del Boulevard Benito Juárez, se busque resucitar el caso "Titanic" con la venta de "souvenirs", negocios con logotipo del Titanic y la palabra incluida en el nombre del mismo: pinturas, curios, posters, pins y toda clase de investos culinarios a la "Titanic". El 17 de abril de 1998 y casi en la fecha conmemorativa, Rosarito pudo ver en los Cinemas Río, en sala abarrotada, la película filmada en Popotla. Como en la cinta italiana "Cinema Paradiso" que habla de un cine en una ciudad pequeña, la gente se volcó entre suspiros, gritos y angustia ante la trama del romance de una hermosa dama de sociedad y un arrojado aventurero americano de tercera clase. Este sencillo público que no pudo verla en las elegantes salas de Tijuana, el verdadero pueblo de Rosarito, acudió al único cine de la localidad, pero no fue protagonista de la historia que escribiera la filmación del "Titanic" en el V municipio de Baja California. Casi todos son población nueva ya que la de entonces ya salió en busca de nuevos horizontes. La promesa de trabajo bien pagado y las largas esperas por meses ante la posibilidad de un llamado de los estudios (con dos taxis locales de por medio para el traslado) no bastan para alimentar a las familias tan numerosas de los inmigrados a Rosarito. Asociaciones de actores, sindicatos y técnicos no han sido aceptados por los estudios ni por quienes concesionan la industria fílmica en México. Las listas de espera de las "agencias de talento" no han dado resultado porque no hay vida cinematográfica importante en los estudios. Sólo se filman escenas parciales de films extranjeros luego del Titanic. Lo que el cine "nacional" ha filmado en locaciones de Rosarito no pasa del clásico melodrama y las historias violentas, pobres en argumento c imagen. Por ello, resucitar o rescatar de las aguas ai barco hundido no resolverá el problema del complejo turístico que es Rosarito. Las playas limpias, la belleza natural y los magníficos ciclos que enmarcaron la película del "Titanic" son el principal atractivo del lugar. A esto y a dar una buena calidad de vida con trabajos dignos y bien remunerados, debieran abocarse quienes gobiernan el joven municipio. Cuando los problemas de la tierra se resuelvan en Playas de Rosarito tal vez pueda pensarse en un corredor cinematográfico y no ahora, que la población aún se repone de los efectos del "niño" en la localidad. Cuando esta empeñosa gente que forma el pueblo de Rosarito tenga calles pavimentadas, agua no contaminada, drenaje, seguridad y servicios de salud, básicos ya no de lujo como los grandes hoteles y las colonias cercanas a la playa; entonces puede pensarse en grandes proyectos. El mexicano merece trabajo estable y vivir bien en su propio suelo. A quienes cuidan tanto la imagen de Rosarito para los extranjeros debe recordárseles que esta no es la California del Oeste de Estados Unidos. La realidad de la existencia no puede disfrazarse de farándula y frivolidad como gusta al americano y las fantasías cinematográficas no son parte del entorno mexicano. En México la ficción no cabe. La "imagen" de Rosarito no es el auge económico que caracterizó los tiempos del rodaje del "Titanic". Es una muy corta temporada de trabajo en el verano y el desempleo abierto durante la mayor parle del año. Salarios bajos y largas jornadas son la constante en la Baja. Contratos y prestaciones son inusuales. En Rosarito el transporte y la vida son caras. Rosarito entero debe saberlo: El "Titanic" se hundió en sus playas en 1997. El sueño terminó. El municipio debe buscar nuevos navios.