La Literatura Americana...,. — Conclusión.-- 1 ción de la estadística de referencia, nuevas publicaciones periodisticas habían comenzado a aparecer en los Estados Unidos, a razón de más de diez por dia, diariamente, sin excluir los domingos y los días de fiesta. Se dieron a la publicidad en este país, cada año, de media a tres cuartas partes de veces más ejemplares de periódicos i que los que se hayan puesto en circulación de las primeras ediciones de todos los libros que se hayan impreso en el mundo entero! “En 1904, según el Census Bulletin (Boletín del Censo,) No. 57, se gastaron en los Estados Unidos --------- 280,000 000 pesos en periódicos, y en libros de texto para uso de las escuelas y colegios, tan sólo 12,000,000 pesos. Esto es, por cada dolar que se gastó en literatura instructiva, se emplearon 23 pesos en periódicos. "He estado hablando de los malos efectos que ha producido el periodismo en nuestra literatura. Pero hay un lado económico de la cuestión, que debe mencionarse. Por el año f-sca" que finalizó el 30 de Junio de 1913 los gastos del Departamento -de Correo fueron mayores de $260,000,000 El material periodístico, clasificado de segunda clase, a que se dió curso, se componía de casi las dos terceras partes del tonelaje e importó más de una tercera parte de la cantidad total; pero el impuesto pagado por los publicistas respectivos ascendió a poco menos de $10,000,000 contra un costo de $86,000,000. “El material de correspondencia, que en peso era una quinta parte del de las publicaciones periodísticas, tuvo qce proporcionar $175 000,000 de impuestos para cubrir un servicio que costaba al Gobierno menos que--------- $100.000.000. Es decir, el porte de correspondencia pagó diez y ocho veces más intpuestos que los artículos clasificados de segunda clase, o sean las publicaciones periodísticas, y pesaba una quinta parte menos. “El articulo de primera clase cuesta, cuando menos, cerca de cuatro veces más por libra, que el de segunda clase, y paga ochenta y cuatro veces más. Cuando un individuo de los cuarenta o cincuenta millones que usan el correo de primera clase, pone en una carta un timbre de dos centavos, un centavo es para pagar el servicio que se presta para llevarla a su destino, y la mayor parte del otro centavo se usa para dar servicio de “privilegio especial" a razón de ¡un octavo del costo verdadero en favor de poco menos que 30,000 publicistas periodísticos! “Me supongo,” continuó el señor Holt, “ que la ley sobre portes por libra de peso, fue Formulada con un objeto educativo. Pero ya usted ve que el resultado es el de que el Gobierno distribuye The Police Gazette (La Gaceta de PoBcia), a razón de un centavo por libra, y cobra ¡ocho veces más en la distribución de un libro de texto escolar o de una biblia! “No puede esperarse que la literatura viva bajo estas condiciones. El numero de libros publicados seguirá disminuyendo año por año, y el de los magazines sensacionales continuará aumentando; se seguirán explotando los nombres de autores, y éstos continuarán sufriendo agotamiento por exceso de trabajo intelectual, preparando sus obras por entregas con activ.dad febril, en vez de ocuparse en la preparación de contribuciones a la buena literatura. Los trabajos periodísticos continuarán arrojando las bellas letras a los perros siempre que el Gobierno siga en su tarea de prestar apoyo a los publicistas respectivos, e introduciendo el desaliento en los publicistas de libros." Finalmente supliqué al señor Holt me dijera cuál era su opinión, basada en su experiencia ¿orno publicista, con respecto al probable efecto de la guerra sobre la literatura. especio de las novelas me contestó, “teniendo en cuenta que se necesita un año cuando menos para escribir una de ellas que pueda clasificarse como buena; que probablemente al principiar la guerra todos los novelistas tenían alguna obra comenzada (faltándoles, digamos, para concluirla, seis meses): y, por otra parte, la circunstancia dé que la guerra no lleva diez y ocho meses todavía, todo esto parece ser una demostración práctica de que, con referencia al efecto que la guerra pueda tener en la producción de novelas, ¡nadie sabe nada sobre el particular!” (Tomado de The New York Times Magazine, de Enero 9 de 1916). Por la traducción DAVID CERNA. NOTA del Traductor.—En vista de las anteriores declaraciones que, por encargo especial del ilustrado director de este semanario, he procurado traducir con toda fidelidad, me voy a permitir, contando eon la indulgencia del señor Lie. D. Nemesio García Naranjo, y la de los bondadosos lectores de REVISTA MEXICANA, hacer unas cuantas observaciones. No creo, sinceramente, que el señor Holt esté en lo justo al asentar que la literatura americana está siendo arrojada a los perros, a consecuencia del notable desarrollo de las publicaciones periodísticas. El señor Holt considera el asunto principalmente desde el punto de vista económico; pero no hace, ni superficialmente siquiera, un análisis crítico-literario. No puede hacerlo El señor Holt no es conocido en el mundo de las letras como autor, ni menos como historiador o crítico literario. Es un distinguido publicista de muy buenos libros sobre literatura: nada más: Por tanto, su autoridad en materias puramente literarias es poco menos que nula, y sus asertos (porque no puede emitir un juicio razonado sobre el particular) no deben tomarse en seria consideración. De entre el considerable grupo de historiadores y criticos literarios de renombre, que han estudiado detenidamente, concienzudamente, la historia del desarrollo y el carácter de las bellas letras norte-americanas, desde sus principios hasta la época presente, uno de ellos ,y son pocos comparativamente los que como él piensan) se ha atrevido a censurar el espíritu de las producciones literarias en general, de este país: John Macy. Pero contra la opinión de Macy se encuentran las muy respetables y autorizadas de Moses Cole Tyler, Charles F. Richardson William Joseph Long, Barrel Wendcl, Brander Matthews, Edmundo Clarence Stedman T. W. Higginson, Walter Cochrane Bronson, W. Peterfield Trench, Louise Manly, Edwin Mims, Bruce R. Payne y varios otros. Nada nuevo nos "ha dicho el señor ANTONIO MAGNON Sales Agent. DUERLER BUILDING 224 COMMERCE ST. ROOM 205. TEL. CROCKETT 7259. Mis relaciones con personas adineradas me permite agenciar préstamos sobre joyas u otras garantías a tipo de interés de Banco. Solicito sus negocios. Traducciones de Español al Inglés y viceversa. Atiendo a reclamaciones, etc., etc. ■ __ Horas de oficina: de 9. A. M. a 7 P. M. BEE CANDY MFG. Co. Cfa Manufacturera de Dulces "LA ABEJA” Dulcería - - Pastelería Deecorteiadores de Nueces San Antonio, Tex.