uyo r a am-nde ^stci lay suida. ?nte írritos ven nonas r el de ndo gue no-su- so-tras rae-sro-trás nos $tas se los al es-con rna- al es-son na- itar pa-tie-iad ha-ido, em-nos ^ue los )ris-s a pe- is» tes- »vSSy<:;.. Grupo de banderas de las distintas repúblicas americanas simboliza el espíritu de confraternidad que reinó durante la Conferencia de Ministros celebrada recientemente en Rio de Janeiro. Se caracterizó dicha Con» ferencia por la convicción profunda que mostraban los delegados de los lazos de mutua solidaridad que existen entre las repúblicas americanas, particularmente en estos momentos de crisis mundial* LAS AMERICAS TIENEN UN DESTINO Las Americas del Sur y del Norte tienen todos aquelos elementos por los cuales el resto del mundo lucha hoy con las armas para conquistar o defender; tierras fértiles y cultivables; enormes riquezas naturales; máquinas y aparatos para hacer la vida más fácil y llenarla con lujo y comodidad para que sus habitantes vivan con libertad y felices; gozan ya de un siglo y medio de libertad y progreso material, intelectual y espiritual; sin embargo, les falta algo, lo que preocupa hondamente a muchos de los pensadores y dirigentes de estos países tan afortunados. Las dos Américas, situadas entre los dos más grandes mares, ocupan una posición de preferencia en el mundo. Están pobladas por una mezcla de los mejores hombres y mujeres del viejo mundo que colonizaron estos continentes en busca de libertad política y religiosa; gentes de valor, fuerza, fe y confianza en sí mismas y con grandes esperanzas en el futuro. Esos aventureros echaron las sólidas bases para fundar instituciones políticas, educacionales y religiosas, que, aún con todas sus fallas, son hóy una de las grandes maravillas del mundo. Nunca antes en la historia del mundo, tantas naciones distintas han vivido juntas con la seguridad y libertad que éstas tienen y en un territorio tan vasto y tan rico en recursos naturales, como los privilegiados que habitan las dos Américas. A ellos no les falta nada de lo que necesitan; nada de lo que otras naciones luchan para obtener o defender; tienen más productos que los que pueden consumir; más fábricas de las que pueden aprovechar; más hombres de los xque pueden ocupar en trabajos útiles; más dinero del que pueden invertir; sólo les falta un objetivo para vivir. Lo que Roma era para el mundo antiguo; lo que la Gran Bretaña ha sido para el mundo moderno; las Américas podrán serlo para el mundo del mañana, pero con la diferencia de que el mundo del mañana sea dominado, no por el egoísmo, sino por el servicio desinteresado, basado en una verdadera amistad internacional que garantice a cada nación, grande o pequeña, una oportunidad para desarrollarse libremente y vivir con prosperidad y felicidad. Corresponde a las Américas el encontrar la solución a los graves problemas de la cesantía, de la pobreza, y de un sin número de otros problemas internacionales que esperan solución. El Cristo Redentor de los Andes, que ha reemplazado los cañones y los fuertes en la frontera entre Chile y Argentina por más de treinta años, es un símbolo de esa nueva diplomacia que las Américas están destinadas a desarrollar, para reemplazar los armamentos. Una comisión de seis hombres, tres que representan al Canada y tres a los Estados Unidos de América, han arreglado todas las dificultades entre esos dos países, durante ciento cincuenta años, por medio de la amistad internacional. Es menester establecer entonces la amistad internacional en el mundo entero para terminar con los conflictos, la pobreza, las miserias, y los sufrimientos actuales. Crear ahora una verdadera amistad internacional y así hacer del mundo'entero Ip que puede y debe ser, sería el destino que las Américas deben elegir. Valparaíso, Chile —Agustín Turner 8 § ________________________________________g........................j ¿7. FOR PRINTOUT FROM MICROFILM