24 / del 21 al 27 de febrero de 1997 Foro Angel Treio Puro CuentoL las amezanas de Marcos • i. , c . -i fcrXi- x .1' y '■ MEXICO, D.P.- A principios de enero, cuando se interrumpieron las pláticas entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (AZLN) por desacuerdo en el contenido del anteproyecto de reformas constitucionales sobre cultura y derechos indígenas, el Subcomandante Marcos tomó sus cananas de pacotilla y su caballito para internarse en la selva lacandona con la amenaza de reiniciar la “guerra”. Fue una actitud teatral que nadie, salvo algunos medios de prensa, que todavía creen en la “revolución neo-zapatista”, evaluó como un hecho político real, pues desde hace tres años se ha demostrado que el EZLN no es más que una guerrilla de papel que sólo ha tenido'sustento en la crónicas noveles de ciertos periódicos, en el vasto inventario de recursos del amarillismo y. en el internet como parte de una maniobra política antimexicana. En el cuento de la guerra al estilo del EZLN o del Ejército Popular Revolucionario (EPR) no pasa de ser hoy un recurso manido de chantaje político contra el gobierno federal que ya no surte ningún efecto en la sociedad, en la política y menos en la economía. Esta es la razón por la que el tal “Sub" no asusta a nadie con sus amenazas guerreras. El y su guerrilla de guiñol parecen no haber entendido que el país vive hoy otras cirscuns-tancias y tiempos, y que su discurso supuestamente “indigenista” está sobradamente descubierto por sus falacias y turculencias. Marcos no ha comprendido, en primer lugar, que el mito de la "guerra” en Chiapas se cayó estrepitosamente cuando salto, a la palestra el 28 de junio de 1996 el EPR, su gemelo falaz del estado de Guerrero. Este nuevo grupo, que se creía hiba a tomar la estafeta “guerrillera” creada por el EZLN, no hizo otra cosa que ridicularizar la imagen, discurso y procedimeintos inventados por éste en Chiapas, evidenciando su imposición y la escasa atingencia que ambos tiene de la realidad mexicana. En otras palabras, ni el EZLN ni el EPR constituyen una amenaza real importante; desde el punto de vista militar, para la paz y la estabilidad del estado mexicano. Los dos grupos configuran, aún juntos, una "guerrilla” relevante para incomodar al ejército mexicano. Ambos grupos están registrados por pequeño comandos de pistoleros con más capacidad para el asalto criminal o al provocación violenta en reductos igualmente insignificantes y su mejor arma está en el disparo cotidiano de boletines de prensa, “entrevistas” escenográficas con periodistas ingenuos o que les hacen el juego y carlistas ramplonas al estilo Marcos. Esta es la razón por la que el Subcomandante Marcos, el Obispo de San Cristóbal de Las Casas, Samuel Ruiz García, y lo miembros perredis- ...ni el EZLN ni elEPR constituyen una amenaza real importante; desde el punto de vista militar... tas y petistas de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), se desgañitan desde hace un mes tratando de convencer al gobierno de que les aprueben su proyecto de ley sobre cultura y derechos indígenas. Y quieren hacerlo, naturalmente, con amenazas de “guerra” y con base a la acusación de que el gobierno no ha cumplido con los acuerdos de San Andrés Larráinzar en materia de cultura y derechos indígenas. * Pero el gobierno no Ies hace caso, ¿porqué? En primer lugar porque en el citado proyecto de ley el EZLN pretende hacer probar la creación de regiones “ a u t ó n o m as indígenas" que operarían con embrión de futuras “nacio-naliaddes” separatistas. El propio pre-s i d e n t e Ernesto Zedillo Ponce de León, dió respuesta a esta pretensión el viernes pasado (14 de febrero) en un pueblo indígena de Hidalgo, en donde reiteró su compromiso de avalar todas las disposiciones de beneficio social, cultural y político para las etnias contendidas en el proyecto legal, con excepción de ese embrionario programa secesionista que propone el EZLN. Esta disposición gubernamental no es una nueva jii fue objeto de negociación del año pasado de los acuerdos de San Andrés Larráinzar. Miente, pues, Marcos, Samuel Ruiz y los legisladores ezelinistas de la Cocopa.